El biogás es un gas renovable compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono obtenido a partir de la degradación anaerobia –sin oxígeno– de residuos orgánicos.

El proyecto, implementado por la empresa Ecoprial, representa una alternativa ambiental para su comunidad y pretende de aquí a cinco años, ser replicado en otras comunas del país. Su director, Raúl Albrecht, reconoce que esta meta es ambiciosa, pero la motivación por contribuir a mejorar la calidad de vida en la zona es alta.

“Nosotros queremos romper el paradigma de vertederos, monorelleno y residuos industriales, se pueden hacer las cosas, la tecnología está, la idea es contribuir a la economía circular, a bajar gases de carbono y gases de invernadero y poder contribuir con las comunidades”.

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Precisamente en este punto, se detiene. En un futuro, Ecoprial, aspira a que la planta de biogás reciba residuos orgánicos domiciliarios. “Uno de los objetivos es poder conversar con los diferentes municipios, ellos podrían separar su basura, los residuos orgánicos y no orgánicos (que es alrededor del 50%) y nosotros podríamos recibir también esos residuos en nuestra planta y básicamente podríamos disminuir la cantidad de vertederos y hacer reciclaje desde las casas que es hacia lo que queremos apuntar”, sostiene Raúl Albrecht.

La planta de biogás permitirá entre otras cosas, generar digestato, un abono orgánico rico en macronutrientes que permitirá a los emprendedores trabajar en la agronomía.

Albrecht, expresa que “tenemos muchas comunidades indígenas que tienen pequeños huertos orgánicos, que trabajan con agricultura orgánica sustentable y para ellos este abono orgánico les haría bastante bien porque básicamente el 40% de los gastos se va en lo que es insumo y consumo de fertilizante. Al ser gratuito para ellos podríamos contribuir a que tengan una mejor economía circular, en cuanto a la distribución de los productos orgánicos que fabrican y que venden en las ferias”.

Respecto a la cantidad de biogás que proyecta la planta, la idea es generar dos megawatts. “Con esto podríamos inyectar energía limpia a un poblado cerca de la planta cómo es San Juan de la Costa y eso significa al menos dos mil casas con energía limpia. En cuanto a las cifras de digestato son bastante las toneladas que vamos a generar en abono orgánico, y también hay una parte de calor que nos está sobrando, que podríamos ocuparlo, por ejemplo, para hacer secado de leña en esta zona que tiene el aire bastante contaminado. Por otro lado, podríamos dejar de emitir cerca de un millón de toneladas de gases de efecto invernadero y eso es bastante”, explica Raúl Albrecht.

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