PERFIL| Alejandra Matus, la aguda periodista que podría presidir TVN
Con pelo corto o largo, negro o con tonalidades cafés, con lentes o sin ellos, pero siempre detrás de los datos e historias para cuestionar al poder y a la oficialidad. Así es Alejandra Marcela Matus Acuña, una periodista rupturista que no deja de sorprender.
Estaba a más de 8 mil kilómetros de distancia de Chile, cursando una Máster en Escritura Creativa en la New York University, cuando se volvió tendencia durante la pandemia, ya que con su constante curiosidad e incredulidad digna de su vocación como periodista, usó Twitter para cuestionar las cifras de contagios y fallecimientos por COVID-19 que se notificaron desde el primer momento en Chile en el Gobierno del expresidente Sebastián Piñera.
Matus llegó a Chile para quedarse y no solamente para desmentir a las autoridades sanitarias, sino que ahora como la persona idónea que podría para garantizar el debido pluralismo en el funcionamiento de Televisión Nacional. Puesto que le calzaría como anillo al dedo, ya que no ha sido ajena a los masivos descontentos de la ciudadanía con la emisión de la pantalla chica.
Ojo con la palabra flaite
“La semántica es muy importante, ha habido muchos estudios de cómo la televisión ayuda a estigmatizar a sectores de la población, precisamente con apelativos como flaites”, criticó al escuchar el término utilizado en Bienvenidos por la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.
Pero la originaria de San Antonio no solamente ha puesto en debate el papel de la televisión, sino que también el de los medios tradicionales, y así lo dejó en claro en Interferencia el año pasado, al señalar que hay “un excesivo oficialismo que yo creo se debe a que la elección de Piñera los representa, representa a los dueños de esos medios quienes le tienen simpatía política. También señaló que tras el estallido social, Piñera quedó debilitado y se ve en los medios “un intento de cuidarlo, como se cuidan a los reyes que meten las patas y entonces la corte trata de ignorar o suavizar esos errores para que no caiga''.
Incluso, en la Universidad Arturo Prat comentó que en los medios no se aplica lo que se enseña en la universidad, respecto a tener mínimo tres fuentes, sino que se ve solo una postura. “En Chile el Estado sigue siendo el botín del gobierno de turno, entonces a mí me da miedo de verdad que haya medios estatales en este sistema político". Por eso propone un sistema político que redistribuya el poder y se piense en los medios.
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Así es la Máster en Administración Pública por la Harvard Kennedy School of Government, determinante en sus pensamientos y seria en su labor. Analizar los datos arrojados por el Ministerio de Salud, no fue el único acierto que ha tenido la escritora, y así lo demostró al publicar El libro negro de la justicia chilena, Los archivos del cardenal (junto a otros autores y autoras), además de la biografía no autorizada de Lucía Hiriart Doña Lucía y Mitos y Verdades de las AFP.
Si bien estos libros datan de un denso y reconocido trabajo de investigación, ella es modesta. "No me considero especialista (...), me gusta abarcar diferentes ámbitos y aprender en la marcha del camino”, dijo en la Universidad Alberto Hurtado. También lo ha señalado en otras universidades, comentando que el género literario que utiliza depende netamente de cada investigación.
Si bien ha recibido críticas y amenazas en cuanto a sus publicaciones, los halagos también se hacen notar. En Radio Biobío comentó que “en cuanto a los aplausos, también me los tomo con un grano de sal porque no siento que estoy haciendo algo extraordinario: contribuyo a las reglas del oficio, al debate público, y tal vez resalto más y la gente lo agradece, pero no me siento heroína, siento que he hecho la pega. Agradezco los cariños, pero tampoco me engrupo”.
[caption id="attachment_731411" align="alignnone" width="650"] Alejandra Matus en La Divina Comida[/caption]
El dedo en la llaga
Matus toma postura en temas delicados como cuando en la Universidad Diego Portales dijo que “no hay ninguna razón para que las mujeres no representen la mitad de todos los cargos de autoridad en Chile”. Ahora podría ser segunda mujer en presidir el canal de televisión público. Su liderazgo ya tenía precedentes, el 2018 fue nombrada editora periodística y jefa de investigación de The Clinic, hecho que sacudió lo establecido durante 20 años, en los que solo hombres habían tenido ese cargo.
Su vida no ha sido fácil, como ha dejado claro en varias entrevistas en las que relata dificultades económicas que pasó en la infancia junto a su familia. Sin embargo, ella y sus hermanos pudieron ingresar a la universidad y hoy son destacados profesionales. Ella optó por un camino arriesgado. En 1999 publicó El libro negro de la justicia chilena, en el cual revelaba la corrupción y malas prácticas de Poder Judicial en nuestro país.
Las reacciones estuvieron lejos de ser positivas, ya que como señaló a la Revista Pedalea “el presidente de la Corte Suprema consideró mi libro ofensivo y 24 horas después de que el libro había sido lanzado, lo fueron a incautar en las librerías, en las bodegas de la editorial que recién la empezaban a distribuir y yo me tuve que ir de Chile porque había una orden de arresto en curso que podía llegar en cualquier momento”. Orden de desacato que la mantuvo en exilio en Estados Unidos durante dos años, finalmente pudo regresar tras ser aplicada la Ley de Prensa y con ello, un recurso de protección para ella.
La comunicadora ha estado en la Revista Hoy, Radio Nuevo Mundo, Revista Pluma y Pincel, diarios como La Época, La Nación, La Tercera, Discovery en Español, The New Herald, La Nación Domingo, Plan B, La voz de los que sobran, Pauta Libre y ahora en Jaque Matus de La Red, se puede reconocer por “meter el dedo en la llaga” y así lo ha demostrado en diversos reportajes, como en el que acusaban al periodista Fernando Villegas de acosador y también en aquel en donde desenmascaraban a un sacerdote jesuita como abusador sexual.
La boca carnosa de Joaquín Lavín
Su acercamiento al panorama nacional no siempre ha sido tenso, también ha tenido momentos de humor y relajo, como su reciente participación en el programa la La Divina Comida, donde hizo de anfitriona, bailó flamenco y hasta recordó que Joaquín Lavín, el exalcalde de Las Condes, le hacía clases de economía en la PUCV, lugar se sintió cautivada por el político, “me sentaba a primera fila a mirarle la boca carnosa que tenía”.
Si bien Lavín tenía aspecto de “nerd”, la periodista reconoció que justamente eso “me despertaban los demonios”. Sin embargo, ese gusto quedó en eso quedó en el olvido. “Ahora no me gusta como está Joaquín, muy operado”, señaló en el programa con una mueca de desagrado.
En el programa de entretención de CHV, la periodista cantó los grandes clásicos de Ana Gabriel y Pimpinela. También salió con frases célebres como “chupar y weviar es mi terapia” y una más pícara como el que “las mujeres siempre miramos el paquete y el poto”, admitiendo luego de haber señalado que se fija en los labios y las manos de los hombres.
En ese medio también demostró que otras de sus aptitudes es la cocina, si incluso quedó en segundo lugar en la competencia televisiva y cómo no si aprendió a cocinar a los 7 años, edad en que se hizo cargo de sus dos hermanos, por la ausencia de sus padres tras separarse.
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Su faceta de madre y las complicaciones para lograrlo, fue otro de los temas abordado. “Cuando estuve embarazada, todo mi cuerpo fue feliz”, comentó sobre su primer embarazo a los 38 años, edad en que perdió a un bebé. Aunque comentó que vivió el proceso de luto, su deseo de maternidad fue más fuerte, a los 42 y 49 años respectivamente tuvo a dos niños, Alejandro y Alberto.
En un lapso de solo cinco años, Alejandra Matus recibió galardones como el Premio Ortega y Gasset por su trabajo en el diario La Nación sobre el asesinato del exministro chileno Orlando Letelier y la implicación de la Dirección de Inteligencia Nacional; también obtuvo el premio Hellman/Hammett Grants emitido por Human Rights Watch, dando hincapié al coraje de los escritores que han sido perseguidos por su opción política. Otros de sus logros son el premio Vasyl Stus Freedom-to-Write, por su aporte en la libertad de prensa, y el premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado.
Alejandra comentó a la Radio Biobío que “hay un déficit de periodismo informativo en Chile que puede deberse a la crisis económica que ha ido reduciendo los departamentos de prensa”, por lo que será interesante de analizar cómo colocará en práctica todas sus experiencias en el área comunicacional en su nuevo programa Jaque Matus de La Red, y sobre todo, si se convierte en la próxima presidenta de TVN.