Con la llegada de la época estival aumenta el riesgo de contagio de algunas enfermedades que afectan la salud de los veraneantes, especialmente de aquellos que disfrutan sus vacaciones en la naturaleza, acampando o en una cabaña. La más peligrosa es el hantavirus, enfermedad infecciosa que tiene una tasa de mortalidad cercana al 35% del total de infectados.

El verano es un periodo en que aumenta en forma importante el riesgo de contraer el síndrome pulmonar por hantavirus. Los contagios crecen porque existe mayor movilidad por el turismo en zonas rurales, donde ocurre el contacto con el ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus), que es el principal transmisor del virus en Chile. Aunque habita en gran parte del país, su presencia se concentra en las áreas rurales de la zona centro, desde Valparaíso hasta Aysén. 

Por este motivo durante las vacaciones es fundamental mantener ciertas precauciones para prevenir su contagio. Hay que recordar que, además del COVID-19, hay otros virus que siguen presentes y que también pueden ser muy graves para la salud. 

Sintomatología

El contagio de hantavirus se produce por el contacto con heces o secreciones  del ratón de cola larga. Los síntomas que presentan las personas son muy parecidos a los de la gripe, desarrollando fiebre junto a dolores musculares fuertes, dificultad para respirar, tos y en algunos casos, vómitos con un fuerte dolor abdominal.

En este sentido el doctor Reinaldo Rosas, infectólogo de la Clínica Las Condes, señala que “no todas las personas contagiadas presentan síntomas, pero cuando ocurren, se distinguen varias etapas o fases”. Dicha etapas son las siguientes:

-Fase de incubación: no se presentan manifestaciones de la enfermedad y puede durar de una a seis semanas. 

-Fase inicial: los primeros cuatro a cinco días de síntomas son inespecíficos, similares a un estado gripal. Se puede presentar fiebre (temperatura sobre 38°C), escalofríos y dolor muscular, también dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y decaimiento. Algunos enfermos se recuperan de esta fase sin complicaciones 

-En pacientes que prospera la infección con compromiso grave del sistema respiratorio: aparece tos y, lo más relevante, es la disnea o dificultad para respirar. Clínicamente destacan la disminución de la presión arterial y la taquicardia. Los casos más graves llevan a una insuficiencia respiratoria y cardiaca severa y es posible presentar complicaciones como hemorragias que pueden ser letales. 

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Recomendaciones

-Ventilar: Abrir puertas y ventanas, para ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a cualquier vivienda o habitación que ha permanecido cerrada. Al ingresar, usar guantes, mascarilla y protección ocular para el aseo de pisos y superficies. 

-Hacer aseo con desinfectantes que contengan cloro, aplicándolo en suelos, paredes y, especialmente, en la cocina. Se recomienda rociar el piso con agua con cloro siendo preferible trapear antes que barrer, así evitan que las partículas contaminadas por hantavirus se aerosolicen y entren por la vía respiratoria. 

-Eliminar basuras y restos de alimentos, en basureros con tapa o enterrarla alejada de la vivienda (en lugares sin recolección de basura). 

-Mantener los estantes cerrados, conservar los alimentos en envases con tapa. No dejar restos de alimentos sobre superficies, ni fuera del refrigerador. 

-Reparar muros o hendiduras para impedir el ingreso de roedores a la casa.


-Mantener el terreno despejado, con pastos cortados a ras de piso y sin elementos o escombros que puedan servir de guarida a roedores. 

-Conservar la leña en lugares ventilados, en bodegas techadas con condiciones que impidan el ingreso de roedores. No manipular sin guantes, a roedores o sus restos. 

-Personas que realizan camping: mantener las carpas cerradas y los alimentos en contenedores herméticos. 

-Buena higiene de manos y disposición segura de basura.