El Senado despachó a ley el proyecto que prohíbe fumar en espacios públicos y en playas, ríos y lagos. Además, la iniciativa legislativa especifica que la medida deberá ser aplicada también en lugares donde se expendan combustibles, medios de transporte de uso público, parques, patios y espacios al aire libre, lo cual buscaría terminar con las colillas y los filtros de cigarros en la vía pública.

 Según argumentó el Ministerio del Medio Ambiente, se trata de residuos “tremendamente tóxicos, ya que acumulan gran parte de los componentes nocivos del tabaco, en donde más de siete mil químicos son liberados al agua”.

En esa misma línea, también se estableció la necesidad de instalar ceniceros o contenedores  en establecimientos de educación superior; aeropuertos, teatros, cines y centros de atención o de prestación de servicios abiertos al público en general, con el fin de evitar que las colillas terminen en el suelo.

Por último, la fiscalización será efectuada por la policía fluvial y marítima y las multas por fumar en los sitios mencionados irán desde una a cuatro UTM, es decir, entre 50 mil y 200 mil pesos, eso sumado a la pena de prestación de servicios o ayuda comunitaria, como limpieza de playas, lagos o ríos.