Bolsonaro: de lo que los chilenos se salvaron
Entre las novedades de las elecciones chilenas están una nueva izquierda, vencedora, que confirma que hay una nueva ola progresista en América Latina. Pero también confirma que la extrema derecha vino para quedarse. Y que, en Chile, Kast es su líder. La sorpresa del desempeño de Kast ha proyectado sobre Chile el riesgo de llegar a tener un negacionista de buena cepa como Presidente del país. Sin darse cuenta precisamente cómo, tanto Trump como Bolsonaro, han sido gobernantes desastrosos para sus países, ya derrotado Trump en su intento de reelegirse y con Bolsonaro probablemente condenado a ese mismo destino.
Habría estado bueno que los chilenos hubiesen decidido sobre los que fueron referentes para Kast. Tanto Trump como Bolsonaro fueron candidatos fuertes cuando eran outsiders. Podían criticar a la política, como si no pertenecieran a ella, ejerciendo su negacionismo en los discursos. Pero cuando han pasado de piedra a ventana, teniendo que gobernar, se han debilitado enormemente. Trump es un caso raro de Presidente que no fue reelegido en Estados Unidos. Bolsonaro debe repetir ese mismo mal desempeño.
El gobierno de Bolsonaro alcanza a tener 70% de rechazo a su desempeño como Presidente. La economía está en profunda recesión, la inflación está fuera de control, el desempleo y la precariedad llega a la mayoría de los brasileños. Por el negacionismo del Presidente, ha muerto un tercio más de las víctimas fatales que eran inevitables por la pandemia. La imagen de Brasil, y en especial de Bolsonaro, es la peor posible en el mundo, ridiculizando al Presidente brasileño.
Brasil, el país más desigual del continente más desigual, se ha vuelto todavía más desigual. No hay inversiones, porque tanto los empresarios brasileños como los de afuera no tienen ninguna confianza en el gobierno y en lo que va a pasar en 2022.
Al pasar de Lula a Bolsonaro, Brasil pasó de ser un país de referencia positiva mundial de combate al hambre a referencia negativa de negacionismo. Chile ha escapado de repetir esta tragedia en su país. ¡Viva Chile!