PERFIL| Perlas, pelo dorado y labial rojizo: Lucía Hiriart en la última etapa
Ser cuarta edad en Chile, pareciera que enterneciera a las personas e incluso apelara a un sentimiento de lástima. No es para menos, pues su constante abandono y precarias pensiones hacen que sean tema de debate. Más aún si se trata de una persona viuda. Sus manos frágiles al punto de notarse las venas y las líneas de expresión que rodean su cara, demuestran (además de los años vividos) su experiencia.
Hay una mujer que cumple con todas las características físicas antes nombradas, pero da para hablar más allá de su longevidad, que se detiene en su preocupación personal, con sus respectivas joyas de perlas, pelo dorado y labial rojizo representativo. Madre de cinco hijos; tres mujeres y dos hombres, trece nietos y cuatro bisnietos, es el testimonio vívido de la dictadura militar. Lucía Hiriart, la “primera dama” de aquel –“general” para algunos, “dictador” para otros– que mantuvo a Chile en un autoritarismo innegable durante 17 años.
Odiada por unos, querida por otros
Pareciera que su vitalidad fuese una tema latente en redes sociales. Al fallecer alguna figura conocida de la televisión chilena, aparecen rápidamente comentarios como: “¿y pa’ cuándo la vieja?”, haciendo alusión a ella con imágenes sacadas de internet, de esas en que se puede apreciar su amplia sonrisa, en momentos en que había compatriotas detenidos, desaparecidos, torturados y asesinados. Es tanto el “boom” que causa, que se ha convertido en varias ocasiones en tendencia en Twitter.
Hija de una familia acomodada de origen vasco-francés, posee tez blanca como la nieve, pero fue coprotagonista de los momentos más negros del país. También ha tenido momentos de oscuridad en el área de la salud, debido a una neumonía y dificultades respiratorias, pero aún así resiste. Rodea el siglo de vida, y tiene consigo a sus familiares (quienes han sobrepasado el aforo en tiempos de pandemia) y amigos. Parte de estos últimos es el senador de la UDI, Iván Moreira, quien le agradece su labor social e incluso comentó en su Twitter que “quienes se pudren en el infierno son aquellos que maldicen y quieren la muerte de los demás. Les comunico la (…) Gran 1era Dama de la Nación, vivirá 100 años.”
Hiriart, quien se ha vestido de trajes, sombreros, blusas y blazers (todo de alta costura), está lejos de ser parte de los adultos mayores que preocupados por los años que le quedan de vida, tratan de hacer valer cada peso de su pensión. La Pensión Básica Solidaria de Vejez garantiza a las personas mayores de 75 años obtener aproximadamente hasta $176.000, mientras que ella tiene aproximadamente el 62% del total de la herencia de su esposo, quien dejó un patrimonio de alrededor de 21 millones de dólares según el Centro de Investigación Periodística CIPER.
Era 2015, cuatro años antes del estallido social, cuando se pedía (entre otras cosas) un cambio rápido y eficaz al sistema de pensiones. Pero a Lucía no le afectaba, pues en esa fecha ya había vendido una propiedad en Chillán por más de $780 millones, informa CIPER.
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El 2019 se enfrentó en tribunales con Óscar Aitken, exalbacea de Augusto Pinochet, por la posesión de 1,3 millones de dólares relacionados con el caso Riggs, de acuerdo a Radio Cooperativa. Un verdadero contraste si es que se toma en cuenta que a los adultos mayores se les rebaja el 50% de la tarifa del transporte público, para pagar $350, para que así no les afecte “tanto” el poder trasladarse.
La que alguna vez fue “hija ilustre” de Conchalí y Temuco, posee una voz pausada, pero su velocidad es totalmente rápida al tratarse de dinero. CIPER descubrió que controla los bienes que el Estado cedió a la Fundación Cema, de la cual era presidenta. Hasta el 2016 recibía una patrimonio de $5.000 millones. “No supe hacer uso del poder que pude haber tenido”, una frase que dijo una vez en una de las pocas entrevistas que dio en La Red cuando se le preguntó si en el gobierno militar tuvo mucho poder.
Es la hija mayor del abogado y político radical Osvaldo Hiriart Corvalán, quien pertenecía a la élite chilena. En la esfera pública usaba anteojos variados, con diseños a sus costados y de tonos sobrios que no variaban de los cafés y rojizos. Algunos eran grandes, a tal punto de cubrir esas finas cejas que demostraban un aspecto de sorpresa permanente. Sorpresa que se llevó al tener 23 propiedades embargadas, lo que le hizo pedir a la Justicia, la liberación de aproximadamente $16.000.000 retenidos desde 2018 en el Banco de Chile, esgrimiendo que debían cancelar las contribuciones, según consta el Diario Financiero.
En tiempos de dictadura se mostraba frente a cámaras, pero luego su rechazo a estas se hizo cada vez más notorio, hasta el punto de no aceptar ninguna entrevista y solo ser representada por la mención de sus hijos y nietos.
Ha sido tildada como la mente detrás del golpe de Estado y todo lo que conllevó, pero ella solo ha admitido ser la organizadora de eventos familiares. No como aquellas familias que abandonan a los ancianos, los que incluso han muerto sin ser visitados en sus respectivas casas y maltratados en hogares especializados. Este no es su caso, ni cerca está de serlo, ya que hasta hace no mucho contaba con dos escoltas y una secretaria, según La Tercera.
Quizás fue el largo de su cabello que nunca sobrepasó sus hombros en los tiempos en que fue foco de atención o quizás fueron las más de 40.000 víctimas que Chile reconoce en tiempos de dictadura liderada por su esposo, pero algo generó una indudable desconfianza y frialdad de su imagen. A pesar de eso, Lucía Hiriart tiene sus sentimientos a flor de piel, lloró al quedar viuda y le brillan los ojos cada vez que habla de sus nietos.
Para su gusto personal se le debe llamar “Doña Lucía”, aunque su primer nombre sea María, y a pesar de que puede ser catalogada de diferentes maneras, jamás será un símbolo representativo de los adultos mayores chilenos. Supera la esperanza de la población femenina y masculina (según la INE el rango etario de las mujeres es hasta los 82 años y de los hombres hasta los 78) y no es de aquellas personas que se deba preocupar por el costo elevado de sus tratamientos o que deba recurrir a trabajos informales (según la INE en 2019 casi el 11% de los adultos mayores trabajaban en esta modalidad). Ella se atiende en el privilegiado Hospital Militar.
“Los chilenos son unos mal agradecidos”, es una de las frases polémicas que ha lanzado en el transcurso de su vida. Se puede decir mucho, pero caracterizarla por lo determinante que es, sería un acierto.
Lucía Hiriart de Pinochet, cuenta con una historia inigualable, reconocible y millonaria. Desde que conoció en septiembre de 1941 al entonces subteniente Augusto Pinochet, con quien inició una relación y posteriormente contrajo matrimonios, escogió una vida diferente a la de los demás ciudadanos y ahora, cuarta edad.