Desde este jueves 19 de agosto se podrá ver completa la trilogía ‘Tres Colores’ del cineasta polaco Krzysztof Kieślowski en la SALA DE CINE online de centroartealameda.tv, con la llegada de “Rojo” a su catálogo.

En esta historia, la protagonista vuelve a ser una mujer. Valentina, una joven estudiante que se gana la vida como modelo, salva la vida de un perro atropellado por un coche. La búsqueda de su dueño la conduce a un juez jubilado que tiene una extraña obsesión: escuchar las conversaciones telefónicas de sus vecinos. Si antes el espionaje telefónico formaba parte de su trabajo, ahora se ha convertido en un vicio. A Valentina le desagrada la conducta del hombre, pero no puede evitar ir a verlo.

La más cálida y optimista de la trilogía, “Rojo” fue ambientada y filmada en Ginebra y volvió a juntar Kieslowski con Irene Jacob, quien fue la protagonista en “La Doble Vida de Verónica” -también en la cartelera online-.

“Rojo” no sólo fue la última película de la trilogía, sino que es la obra con que Kieślowski anunció en septiembre de 1994 que se retiraba del cine. "Si uno quiere vivir tiene que terminar con esto", dijo en ese momento el polaco.

Como bonus anunciamos que desde el jueves 28 de agosto también tendremos disponible en nuestra plataforma streaming “El Aficionado” (Amator, 1979) de Kieślowski.

Kieślowski y su retiro

 Un cineasta psicólogo, teólogo, simbólico. Tanto en el cine como en la televisión, sus teorías narrativas sobre la dualidad humana y el espiritualismo enamoraron a la crítica y a la audiencia bajo dramas complejos adeptos al tema religioso. Kieslowski estudió la condición humana a través del cine, exponiendo así las emociones, deseos, frustraciones y miedos más íntimos mientras en su imagen entregaba una paleta de colores contrastada con sombras y luces, las cuales comunicaban el reflejo del alma de sus personajes, en un exquisito discurso de valores y debilidades humanas.

Y pareciera que esa profundidad con la que trataba la condición humana a través del cine fuera homogénea con su personalidad, tanto que durante el rodaje de la trilogía ‘Tres Colores’ ya tenía muy claro que iba a ser su último trabajo cinematográfico. "Lo pensaba muy a gusto porque sabía que sería el fin de mi relación con el cine. Lo he vivido igual que el prisionero que en su celda pinta tantos palitos como días le quedan para conseguir la libertad y los va tachando día a día", dijo el fallecido director.

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Kieslowski abordó los temas más importantes: la vida y la muerte, la pertenencia y la no pertenencia, el azar y el destino, en pequeñas historias elípticas que más que nada transmitían la incognoscibilidad de la vida.

El 13 de marzo de 1996, poco más de un año después de su jubilación, Kieślowski murió a los 54 años durante una operación a corazón abierto tras un infarto.

Ken Loach, laureado cineasta británico y admirador del trabajo del polaco, dijo: “es trágico que no haga más películas. Lo que tomé de sus películas fue un sentido de desplazamiento muy fuerte, de la naturaleza enigmática de hechos muy ordinarios. Kieslowski era un artesano consumado cuando veías sus películas, te sentías más cómodo con ellas porque estaban hechas con tanta confianza”.