Adriana Muñoz y aprobación de Dominga: “Es un proyecto teñido de tráfico de influencias”
Este miércoles y en una decisión que ha causado gran rechazo, la Comisión ambiental de la Región de Coquimbo (Coeva), aprobó la realización del proyecto minero Dominga casi por unanimidad, esto es con 11 votos a favor y uno en contra, en una determinación que, en todo caso, está sujeta al pronunciamiento de la Corte Suprema, que deberá resolver los recursos pendientes en contra de la ejecución de las obras.
Como era de esperar, la votación se tradujo en un manifiesto malestar, expresado en una condena transversal a esta postura que otorga carta blanca a la iniciativa, un hecho que tampoco dejó indiferente al ámbito político, principalmente a la oposición.
Entendiendo el severo impacto ambiental que implica el desarrollo del proyecto rechazado por la segunda administración de Michelle Bachelet, la senadora del PPD, Adriana Muñoz, apeló a sus redes sociales para condenar lo sucedido este miércoles. “Es una muy mala noticia para nuestra región”, dijo. Y a renglón seguido incluso apuntó a los intereses y al modus operandi desplegado para conseguir su aprobación.
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Horas antes de conocer la decisión del Coeva, la parlamentaria ya había dejado clara su postura. “Rechazo el proyecto Dominga. Dominga es un proyecto que ha estado teñido por el tráfico de influencias, presiones políticas y económicas. Dominga representa un peligro para biodiversidad única en el mundo y el patrimonio ecosistémico de esta zona de la región de Coquimbo #NoADominga”, dijo en esa oportunidad.
Y tras la determinación de este miércoles, Muñoz insistió en relevar la trastienda de su aprobación. “Es un proyecto que está teñido de tráfico de influencias, se supo esta situación muchos años atrás”, denunció Muñoz al tiempo que denunció “presiones políticas y económicas” para implementarlo.
La decisión que debe ratificar o rectificar la justicia, ha redundado en una serie de protestas ciudadanas en las últimas horas, generando un ambiente de crispación que amenaza con subir en intensidad considerando la indignación que genera la intervención de un santuario natural en la zona.