Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía: La Restauración de la naturaleza en la nueva Constitución
Este año, el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se centra en la restauración de tierras degradadas, lo que además se enmarca en el comienzo de la Década para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030) de acuerdo a lo declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es abordar la enorme tarea de restaurar los hábitats degradados en todo el planeta.
En medio de la actual pandemia, cuyo origen radicaría en la pérdida y degradación de la biodiversidad, la restauración de los ecosistemas degradados constituye una necesidad más urgente que nunca para asegurar la supervivencia de nuestra especie en el planeta, algo que, por lo mismo, no debiera quedar fuera de la nueva Constitución que regirá al país en las próximas décadas.
La restauración de los ecosistemas se define como un proceso de largo plazo que busca revertir la degradación de los ecosistemas tanto terrestres como marinos, y recuperar la funcionalidad ecológica de sus componentes como los bosques y vegetación nativa en general, los suelos y la hidrología, entre otros.
La degradación de los ecosistemas es un fenómeno global. Según la FAO, para el año 2050, se proyecta que más del 90% de las tierras estarán degradadas. Asimismo, alrededor de 24 mil millones de toneladas de suelo ya se encuentran erosionadas producto de prácticas agrícolas insustentables, más del 50% de los humedales en el mundo se han perdido o se encuentran degradados, y la deforestación y degradación de bosques nativos continúan avanzando a un ritmo alarmante, afectando a miles de especies de aves, mamíferos, peces, insectos, hongos y microorganismos.
Según información del Centro de información de Recursos Naturales (CIREN), en nuestro país la situación de degradación de los ecosistemas es crítica; la superficie de suelos afectados por diferentes niveles de erosión alcanza el 45,7% de la superficie continental, gran parte de los acuíferos estudiados se encuentran sobre explotados y la mitad de la superficie de bosques nativos presenta algún nivel de degradación, algo que se agudiza producto del cambio climático y la sequía que afecta a dos tercios del territorio nacional.
Estamos llamados a ser la #GeneraciónRestauración, y es por ello que desde Fundación Terram nos parece fundamental que en la nueva Constitución se incorpore como un deber del Estado la protección de la naturaleza y la restauración de los ecosistemas y paisajes degradados, destruidos o dañados en el país, lo que además contribuiría a fortalecer el cumplimiento de los compromisos internacionales que Chile ha adoptado en esta materia.
Diferentes países en el mundo contemplan, además del deber de protección, conservación y preservación, el de restauración de la naturaleza y/o de sus procesos ecológicos, para lo cual es clave, además, consagrar el deber del Estado de prevención del daño ambiental. Todos estos deberesresultan esenciales para que el Estado garantice, por ejemplo, los derechos humanos a un medio ambiente sano, al agua y el saneamiento, junto con resguardar la seguridad y la soberanía alimentaria, temas cruciales en el marco del avance de la desertificación y la sequía.