Felipe Berríos por crisis migratoria en Colchane: "La visita de los tres ministros es una especie de Caravana de la Muerte"
Este miércoles el gobierno cumplió su palabra y expulsó a 138 migrantes que ingresaron irregularmente al país, 87 en un vuelo especial de la FACH con destino a Venezuela y a 52 personas que salieron en buses en dirección a Perú y Bolivia.
Las medidas buscan frenar el ingreso de extranjeros a Chile y dar solución a la crisis migratoria que se vive en el pueblo de Colchane, ubicado al interior de la Región de Tarapacá y en plena frontera con Bolivia.
Se trata de una postura cruel y deshumanizada, según la mirada del sacerdote jesuita Felipe Berríos, quien desde Antofagasta conversó sobre esta crisis con El Desconcierto.
"La visita de los tres ministros es una especie de Caravana de la Muerte, ya por aire saltarse a las autoridades locales y a esa gente que ha recorrido el continente entero a pie con niños, mujeres, sedientos, enfermos, y que los manden de vuelta en avión, que gastemos la plata en eso lo encuentro de una crueldad increíble", dice Berríos al recordar la visita a Colchane de este martes de los ministros del Interior, Rodrigo Delgado, de Defensa, Baldo Prokurica y de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand.
¿Qué le provocó la imagen de los expulsados en un avión de la FACH este miércoles?
Pensé que cómo en Chile vamos a cantar que somos “el asilo contra la opresión” ¿con qué cara vamos a cantar eso en la canción nacional? Si usamos todo el aparataje del Estado para expulsar a la gente que ha venido desesperadamente por ayuda, el mismo país donde el Presidente fue a invitarlos a que vinieran. Encuentro tan cruel el silencio de las autoridades, de los políticos, de la Iglesia Católica, de los obispos, de la jerarquía. Tenemos un arzobispo de Santiago, que recién fue nombrado Cardenal de la Iglesia Católica, y ha tenido un silencio absoluto, como si no existiera. Se acerca el Miércoles de Ceniza (17 de febrero), van a estar todos echándose la ceniza y aquí se está pisoteando al ser humano y nos quedamos callados.
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¿Qué simboliza la expulsión como solución a esta crisis migratoria?
Simboliza un país egoísta y que no sabe arreglar los problemas de la región. Un país que le da la espalda a la región y que nos pone cada vez más violentos, más egoístas entre los chilenos, porque no se trata así a los seres humanos. Si no eres capaz de conmoverte con una mujer con su niño, una persona que ha recorrido (kilómetros) con frío y con hambre, o sea olvídate cómo va a ser el trato que vamos a tener entre nosotros los chilenos.
Decisiones centralistas y politizadas frente a la crisis
El alcalde de Colchane, Javier García, ha denunciado falta de diálogo y acercamiento por parte de la autoridades de gobierno, especialmente durante la visita mencionada de los tres ministros para anunciar el "Plan Colchane". Sobre el ministro Delgado, el sacerdote reflexiona respecto del rol desempeñado en esta estrategia de expulsión. "Me llamó la atención que viniendo de una alcaldía (Estación Central) no tome en cuenta al alcalde de Colchane, diciendo él mismo que los alcaldes son los que más conocen a la gente y su territorio, lo nombran y parece que se le olvidó lo que decía".
Berríos agrega que con este nivel de manejo, "ha quedado demostrado durante toda la pandemia que las regiones no existimos, todas las decisiones se toman en Santiago. O sea, las autoridades locales están desde marzo advirtiendo esto, ellos conocen su gente, ahí hay una comunidad Aymara y llegan estos tres ministros por aire, no se juntan con el alcalde, con la comunidad. Es de una prepotencia de los santiaguinos que es inaudita".
¿Cómo ha visto la situación desde Antofagasta?
Lo que pasa es que todas las decisiones de migración las toma un burócrata en Santiago que piensa que toda la gente que llega al país lo hace por avión con su visa y no se da cuenta que, primero, hay una cultura altiplánica, nosotros efectivamente estamos más cerca de Perú y Bolivia que de Santiago. Para los santiaguinos psicológicamente Chile termina en La Serena, a lo demás le llaman “el norte”. Entonces no se dan cuenta que las fronteras en Chile son totalmente abiertas. Por eso que no se escuche a la gente que vive acá, es no entender el problema.
El 2019 el presidente viajó a Cúcuta, frontera entre Colombia y Venezuela, a entregar su apoyo y ayuda humanitaria a eventuales migrantes venezolanos ¿A qué cree que se debe su cambio de postura frente a la llegada de ellos al país?
Eso pasa cuando se politizan los problemas humanitarios y se les trata de sacar ventaja, tú los ahondas más en vez de solucionarlos. Por eso es tremendo cuando los politizas en tiempos de elecciones. Y también que se llene de mitos, de que vienen a quitarnos el trabajo, que los migrantes vienen con Covid, que traen a los sicarios, la droga. Además de no ser verdad, no ayudan a solucionar el problema de seres humanos. Jesús nació de inmigrante en otro país.
De todas maneras, hay países que lo están abordado distinto, por ejemplo, el gobierno colombiano anunció el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos.
Los inmigrantes no son un problema, son una riqueza, pero si tú los aíslas y los concentras en algunas ciudades, y dentro de esas ciudades en algunos lugares y no los integras, los agarran las mafias y no aportan al país. Además, se ha visto en estadísticas que los que están regulares son los que más pagan las imposiciones. Creo que el gobierno colombiano, además de tener una actitud humanitaria, se ha dado cuenta que económicamente le conviene mucho más que la gente esté regular y aporte al país. Acá se quiere hacer ver que ellos (el gobierno) son los que van a limpiar el país, ¿limpiar de qué? Si mira todos los apellidos de los senadores y diputados, la mayoría vienen de afuera, lo que pasa es que vienen de Europa. Como son caucásicos les abrimos las puertas y no reclamamos.
La vacuna y la esperanza del diálogo
En relación al anuncio realizado por el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, quien informó la decisión del gobierno de excluir a los turistas extranjeros y a los migrantes irregulares del proceso de vacunación contra el COVID-19, Berríos comenta que "no tiene ninguna lógica, porque las mismas autoridades de salud nos han dicho que lo importante es que se vacunen todos. Entonces es absurdo que haya personas en nuestro país que no se vayan a poder vacunar".
Sin embargo, también destaca la gestión gubernamental cuyos resultados ya certifican sobre un millón de personas vacunadas (con una y las dos dosis) hasta el momento. "Que se haya enfrentado el problema con un solo cuerpo, no dividiéndolo entre privados y públicos, son decisiones que nos han permitido darnos cuenta de que es posible tener un mejor sistema de salud. Nos hacía falta, encuentro que eso ha producido alegría en la gente".
A propósito del proceso de vacunación, ¿Qué aprendizaje cree que está dejando la pandemia?
Creo que ha habido un aprendizaje importante. Espero que todo esto se vea reflejado en el diálogo, sobre todo en la discusión por la nueva Constitución.
¿Cómo cree que marcan estas situaciones, como la de Colchane, los procesos eleccionarios que enfrentaremos en abril?
A mí lo que más me preocupa es el lenguaje agresivo, sobre todo de las autoridades, creo que tenemos que bajar un poquito el acelerador y tener un lenguaje más colaborativo. No mirar al que piensa distinto como un enemigo. Realmente comenzar un diálogo que nos hacía falta a los chilenos desde hace mucho tiempo, necesitamos repensar el país, nuestros derechos. A mí me da mucha confianza el proceso constituyente, me da mucha confianza que la mitad sean mujeres, porque la mujer tiende al diálogo y a la protección del más débil.
Pero ese diálogo también se ha visto interrumpido, lo vimos con los partidos de izquierda cuando no lograron acordar primarias a nivel nacional, o de parte del mismo gobierno con la gestión de la crisis migratoria.
Somos hijos del mercado, de esta ideología de que el almacén más grande tiene que aplastar al más chico, de la competencia, creo que tenemos que cambiar esa óptica. Ser más colaborativos. Entonces ese momento de que yo te dejo callado con mi argumento, o yo gano las elecciones por dos o tres votos más (...) creo que hay una actitud agresiva que no la aguantamos más, necesitamos más diálogo, si lo que aprendimos en la dictadura, con sangre, es que nadie sobra en Chile, todos tenemos algo que decir.