Periodista feminista por nueva ley de aborto en Argentina: “Seríamos el país con mayor población de nuestra región con aborto legal”
Cuando Alberto Fernández anunció la presentación de una nueva ley de aborto, el 17 de noviembre pasado, los pañuelos verdes del movimiento feminista argentino se alzaron una vez más. Por primera vez un presidente en la historia argentina respaldaba una pelea de años que las feministas han dado para que esta ley se concrete. Ya en 2018, el proyecto que buscaba legalizar y despenalizar hasta la semana 14 había pasado la Cámara de Diputados, pero los votos no sortearon el Senado.
El proyecto busca que las “mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar”, tienen el derecho a decidir la interrupción del embarazo dentro de las 14 semanas de gestación. Aun así, la propuesta mantiene la posibilidad de interrumpir el embarazo después de ese plazo cuando sea resultado de una violación o si corre peligro la vida o la salud integral de la persona gestante. Y que sea integral considera no solo consecuencias físicas, sino que también psicológicas.
La propuesta se posiciona como una de las propuestas más avanzadas de la región en términos de derechos sexuales y reproductivos. Su tramitación comenzará du
Para esto conversamos con Flor Alcaraz, periodista, co- directora del sitio Latfemnoticias y autora del libro “Que sea Ley: la lucha de los feminismos por el aborto legal” que entrega más detalles sobre la propuesta y el contexto en que se da.
- ¿En qué consiste el proyecto de ley que envió el gobierno?
Es un proyecto que regula la interrupción de embarazo hasta la semana 14 inclusive. Es un proyecto importantísimo porque por primera vez el Poder Ejecutivo envía un proyecto de estas características. Nunca había pasado en la historia de Argentina que un Presidente envíe para su debate un proyecto de estas características. El título del proyecto es regulación del acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención posparto. Más allá de ese plazo, continuaríamos con las causales de violación y el riesgo para la salud de la persona embarazada, que es las que tenemos ahora desde 1921. Creo que lo más interesante es que incluye esta práctica dentro del plan médico obligatorio, no solo los hospitales van a tener que garantizar la interrupción, sino que también las entidades de medicina prepaga. Establece un plazo de diez días para que se realice la práctica y plantea la posibilidad de una consejería que no es obligatoria, sino que es un derecho de la persona. Eso me parece interesante en comparación a otras legislaciones, porque muchas veces estos espacios donde puede haber profesionales en contra de este derecho y lo que hacen es que se obstaculizan que se realice o desalientan la decisión de las personas embarazadas al momento de interrumpir sus embarazos.
Por otro lado, hay un punto en lo que es la niñez y la adolescencia, entre los 13 y 16 años, esta ley entiende de que las niñas y adolescentes cuentan con actitud y madurez suficiente para decidir sobre la interrupción de sus embarazos.
En relación a la capacitación, se considera a la educación sexual integral obligatoria para las y los agentes de salud en los contenidos de esta ley.
- ¿Se considera como aborto libre hasta las 14 semanas?
No es aborto libre, nosotras le decimos aborto legal, porque aborto libre sería sin ningún tipo de plazos y aquí es solo hasta la semana 14 y luego sigue siendo penalizado. En otros países se le ha llamado aborto libre, pero nosotras somos cuidadosas en no decir libre porque eso se interpreta sin plazos. Entonces, decimos aborto legal, seguro y gratuito hasta la semana 14 es lo que plantea el Ejecutivo.
- ¿Esto la ubica como la ley más avanzada de la región en derechos sexuales y reproductivos?
En relación a Cuba, Uruguay, Ciudad de México, en los lugares donde está legalizado el aborto, sí es uno de los proyectos más avanzados de la región. Además, de aprobarse, seríamos el país con mayor población de nuestra región con aborto legal y eso me parece un montón, porque yo creo que el aborto como derecho no tiene que estar no solo presente para la jurisdicción formal, sino que para toda la región. Se va a democratizar este derecho de aprobarse.
- ¿Hay aspectos que veas necesarios de modificar?
Mira, creo que hay dos temas que entiendo van a tener mayor discusión en las plenarias de comisiones cuando se discuta: objeción de conciencia, que es un derecho que tienen los profesionales de salud que en este proyecto está planteado como un derecho con sus indicaciones. La realidad es que sabemos es que, en algunos países de la región, la objeción es un obstáculo para las mujeres porque, por ejemplo, hay un departamento de Uruguay que se declararon todes objetores, pero el proyecto del Poder Ejecutivo tiene en cuenta esto y eso se relaciona con los plazos, lo mismo que la campana que puso un plazo de 5 días para que se garantice la práctica, y el proyecto del Ejecutivo habla de 10 días. Y ese plazo de diez días es justamente para que se garantice en el territorio.
Después, otro tema, son las penalidades que recién mencionábamos. Este proyecto no es que quita el aborto del Código Penal, sino que sigue estando presente en algunas situaciones y suma una figura penal que esa me parece interesante, para castigar, de alguna forma, a los profesionales de la salud que obstaculicen esta práctica. Este es un nuevo tipo penal y habla de cómo lo plantea como derecho. Por ahí, el que sigan existiendo penalidades después de las 14 semanas para las personas que abortan va a generar mayor tensión cuando se discuta y en los recintos también. Pero me parece que es un proyecto realizable, posible. No hay ningún país del mundo que quite del Código Penal al aborto cien por ciento, entonces, entendiendo eso, sabemos que es un ideal lo que hablamos del aborto libre. Pero bueno, hay regulación.
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A mí me gustaría que el proyecto, como lo plantea la Campaña tenga un enfoque interseccional muy claro porque habla de las personas con discapacidad y del acceso a esta práctica para las personas de pueblos originarios que hablan otras lenguas, eso falta en el proyecto del Ejecutivo, pero puede que esté luego en el articulado y después en su reglamentación y demás resoluciones que salgan de su discusión se tenga presente.
Algo que remarcar es que el proyecto del Ejecutivo habla no solamente de mujeres, sino que con personas con identidad de género con capacidad de gestar y eso me parece una reafirmación de las leyes que tenemos en cuanto a identidad de género. Eso es innovador, no todos los días un presidente presenta un proyecto de aborto del que habla no solamente de las mujeres, sino que de los varones trans, eso es un montón.
“Los feminismos están dinamizando la política”
- ¿Cómo ha sido la reacción del movimiento feminista ante esto? ¿Hay distintas posturas?
Bueno, lo cierto, y esto siempre lo remarcamos, el proyecto que presentó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en mayo del año pasado, todavía tiene estado parlamentario. Entonces se van a discutir los dos proyectos. La Campaña tiene su propuesta que tiene muchas similitudes con esta iniciativa del Ejecutivo y va a salir el mejor proyecto posible. Hoy no tenemos nada, no tenemos aborto legal bajo esos términos y hay provincias de Argentina en que no se implementa el aborto en tres causales, la ILE, que tenemos hace casi 100 años. Para muchas de las provincias de nuestro país la posibilidad de tener interrupción voluntaria del embarazo es empezar a tener al menos, por ejemplo, aborto por causales liberadas hasta ese plazo.
Hay algunas diferencias entre los dos proyectos, pero son diferencias salvables y que se ha avanzado sobre las similitudes y los consensos y acuerdos para tener el mejor proyecto posible. Es interesante también cómo la política viene a saldar algo que no se pudo hacer en el 2018 porque no hubo una política del gobierno, en ese momento de Mauricio Macri, de avanzar sobre este derecho, creo que se especuló mucho en ese momento y no se avanzó porque no había voluntad política por parte del Poder Ejecutivo y ahora estamos en otro contexto. A la fuerza, a lo acumulado y a lo construido por el feminismo se suma el gesto del Ejecutivo y eso es importantísimo.
- ¿Cómo ha sido dar esa pelea para el movimiento feminista?
Creo que lo interesante del movimiento feminista en Argentina es que hace 15 años se conformó la Campaña que es la de Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que se enfocó en este tema que decidió enfocarse en lograr una ley que despenalizara y legalizara el aborto, y lograr con insistencia y persistencia sacar del clóset el tema, lograr la despenalización social y jurídica. La Campaña tiene un objetivo muy claro que era lograr instalar eso porque se sabía que no se iba a conseguir la ley si no se ponía la conversación sobre los derechos sexuales y reproductivos en todo el país. Se hizo esa apuesta política y se logró en 2018 sacar del clóset el tema que es tabú en muchos lugares.
Creo que el feminismo en Argentina tiene una tradición que está vinculado a los derechos humanos, a las madres de Plaza de Mayo, a nuestro sindicalismo que es muy fuerte, a nuestros movimientos sociales y derechos humanos que también tiene mucha potencia.
Las compañeras de la región nos preguntan cómo llevar este movimiento y es muy difícil, pero creo que los feminismos en toda la región están dinamizando la política, lo vimos en Chile con la revuelta el año pasado, fueron las feministas las que dieron la antesala a esta revuelta, lo vemos en distintas partes de la región, cómo las resistencias se van a convirtiendo al avance del neoliberalismo son feministas, se feminizan las resistencias. Estamos transformando la política, a veces más silenciosamente a veces con más ruido a veces con manifestaciones multitudinarias y a veces estrategias desde nuestros espacios de trabajo y militancia.
-¿Ves que el Congreso logre quitarse el conservadurismo para aprobar este nuevo proyecto?
En la Cámara de Diputados la verdad es que el panorama es alentador, es muy difícil que se tuerce lo que ya se había dado en 2018. En el Senado la cosa está más complicada. Lo cierto que aquí se plantea una nueva tensión política a la propuesta de un presidente va a tener un costo con les legisladores y habrá que ver cómo se resuelve esa tensión si con abstenciones o si no van a votar ese día. La verdad es que los Congresos de nuestra región no siempre toman partido por los pueblos. Me parece que no tenemos en Argentina un Congreso conservador, no lo calificaría así, por ahí en el Senado, sí. Pero me gustaría que fuera un Congreso más plural en cuanto a la participación, ya sea desde la paridad, pero también la diversidad, las disidencias sexuales, más sindicalistas. Me parece que la deuda de la democracia es con los feminismos y el Congreso espero que entienda este momento histórico que nos ha tocado vivir. Necesitamos que se amplíe ese derecho, nos los deben a nosotras, a las 3.040 mujeres que murieron por abortos inseguros desde el regreso a la democracia hasta 2016 en Argentina y la política tiene que saldar esa deuda aprobando esta ley.