La Negra Matapacos se fue pal norte
La figura del Negro Matapacos resultó ser en un símbolo de esperanza y no es casual que el pueblo se identificara con este perro negro, mestizo y sin miedo a las fuerzas represivas, que acompañaba a los estudiantes en las primeras marchas que se gestaron en torno a la educación de mercado.
Sus diversas representaciones y múltiples imágenes sintetizaron el hastío ante símbolos y estatuarias represivas y poco representativas. La escultura tenía algo que la hacía de todos, tanto en su versión de papel como posteriormente en la de chatarra y lata.
El Negro comenzó a ser figura desde las primeras manifestaciones del Estallido, cuando todo era incierto, los militares volvían nuevamente a las calles y también las violaciones masivas a los derechos humanos. Nuevamente había que cubrirse y esconderse.
Plaza Dignidad fue el lugar de estreno del Negro
No había horarios ni días fijos. El Parque Bustamante era otra locación durante la semana; también diferentes ferias y otros parques de Santiago fueron visitados por este can, que de inmediato convocaba a familias, niños y ancianos que lo querían tocar, abrazar, escalar o registrarse en una foto junto a él.
Las redes sociales comenzaron a poblarse con su figura. Los perfiles incorporaban imágenes y fotos junto a él, transformándolo en tendencia.
El 21 de febrero fue un día diferente para el Negro. Iniciaba su primer viaje fuera de Santiago, rumbo a Valparaíso. La represión policial, las mutilaciones y muertes que habían acontecido no daban pie a equivocaciones. Con todo, fueron días de alegría y lucha en el puerto, y la gente se manifestaba en las calles con arte, música, baile y alegría popular. Familias completas acompañaban una vez más al Negro.
A fines de septiembre, la historia del perrito tuvo un vuelco. Se empezaba a crear y esculpir a su compañera, la Negra. Marcel Solá, artista y actual director del Museo del Estallido Social, junto al mismo equipo de escultores del “Patio de Arte”, le dieron vida a la cachorra, gracias a los recursos aportados por una amiga y madrina de esta pareja de canes.
La Negra nació libre y patiperra
Recién creada fue adoptada en una ciudad del norte. El lugar donde se dirigía debía ser guardado con sigilo, pues aún se desconocía qué pasaría con el plebiscito. Algunos trasnochados partidarios del Rechazo habían destruido en horas de toque de queda murales y obras de arte callejero que se encontraban en el frontis del GAM. Durante las noches, la estatua de Baquedano perdía forma de tantas capas de pintura negra y gris con que el municipio la cubría una y otra vez, para que volviera a ser pintada de rojo durante el día, en recuerdo de todas las víctimas del Estallido y el terrorismo de Estado. Cualquier cosa podía pasar.
La perrita partió finalmente a Antofagasta a mediados de octubre, llegando en la madrugada del día 15 a suelo antofagastino. Allí tenía programadas diversas actividades tales como: La Caravana del Apruebo, marchas familiares por las calles céntricas de la ciudad y por las poblaciones más vulnerables y combativas de la zona, como la Bonilla.
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El 18 de octubre salió por primera vez a recorrer Antofagasta desde la olla común Wallmapu, donde estuvo resguardada los primeros días. Luego se trasladó a la intersección de Avenida Andrés Sabella con Uribe, lugar en que se encuentra “La Plaza 21” o “Plaza de la Revolución”, lugar ícono de la revuelta nortina. Allí se le cambió la pañoleta a la Negra y la gente sorprendida se sacaba fotos, cantaba y los niños gritaban.
Al día siguiente, fue llevada a visitar el sector de Cachimba, específicamente Villa las Américas. Los vecinos del sector fueron constantemente amedrentados y gaseados por Carabineros durante los meses más álgidos en la protesta social, pasando toda la cuarentena militarizada y con muchas familias que aún tienen presos políticos.
En sus recorridos, la Negra aporta un mensaje de alegría y esperanza, convocando a las familias y los niños a salir a las calles y unirse. En el trayecto fue haciendo nuevos amigos, como los integrantes del centro cultural la Batuplaga, reconocidos por su apañe a las luchas de las poblaciones Bonilla y Cachimba. La cachorra pudo conocer al Vaquita, disciplinado quiltro compañero que participaba en todas las marchas callejeras hasta que también le cayó la represión encima. Los vecinos tuvieron que simular una marcha para conseguir llevarlo al veterinario.
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Hace unas semanas la Negra comenzó un nuevo viaje hacia la ciudad de Calama, donde ya ha salido a marchar con un alto número de familias. Próximamente se vienen nuevas marchas y actividades programadas para construir la historia de esta Negra, que lejos de su hogar en Santiago y su compañero el Negro, es también un símbolo de resistencia y libertad.
[Nota: Si quieres conocer al Negro Matapacos, visita el Museo del Estallido Social. El horario de visita es: de martes a viernes, de 16 a 20 hrs. Sábados de 12 a 20 hrs. La dirección es Dardignac 0106 esquina Constitución Barrio Bellavista Santiago. La entrada es gratuita y solo se reciben aportes voluntarios]
Más información en www.museodelestallidosocial.org
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