Antofagasta: ¿Qué pasó con los 17 tiburones en peligro hallados en un vertedero clandestino?
Este reportaje original del medio de noticias ambientales Mongabay Latam fue escrito por Michelle Carrere y es parte de una alianza de Mongabay Latam con Bienes Comunes de El Desconcierto
En medio de un vertedero ilegal de la región de Antofagasta, al norte de Chile, 17 tiburones marrajos (Isurus oxyrinchus) fueron encontrados sin cola y sin cabeza. Se trata de una especie catalogada como En Peligro según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y protegida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Los tiburones marrajos son una especie comercial en Chile por lo que su captura no está prohibida. Sin embargo, los científicos llevan años insistiendo en que se los proteja a través de planes de manejo más estrictos. Este hallazgo es catalogado por los expertos como “el peor de los escenarios” para esta especie en peligro y refuerza la importancia de salvaguardarla.
Rafael Castro, encargado de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) del Ministerio del Medio Ambiente en Antofagasta, señaló a Mongabay Latam que “esos tiburones fueron faenados para su consumo y muy probablemente no pudieron ser comercializados o se les habrían quemado en los lugares de almacenaje”, es decir, que se congelaron en exceso por lo que no pudieron ser vendidos y fueron desechados en el basural.
Vertedero ilegal en Antofagasta. Foto: Carlos Bustamante
Indicios indican que los animales habrían sido capturados por la flota que tiene por objetivo pescar pez espada y algunas opiniones apuntan a que habrían sido víctimas de aleteo, una práctica prohibida en Chile desde 2011, aunque por ahora solo se trata de conjeturas ya que el caso está siendo investigado por la Brigada de Delitos Ambientales de la Policía de Investigaciones (Bidema)
¿Cuáles son las hipótesis que se manejan y qué tan grave es este hallazgo para la conservación de una especie amenazada de extinción?
Una especie en peligro de extinción
Cuando la UICN clasificó al tiburón marrajo como una especie En Peligro, precisó que sus poblaciones han decrecido en las últimas décadas debido a la sobrepesca, motivada por su carne de alta calidad y sus aletas altamente demandadas en Asia. De hecho, según la FAO, los desembarques en el periodo 2010-2016 aumentaron un 69 % respecto al periodo 2004-2009.
La UICN también señaló que estos tiburones son frecuentemente capturados de manera incidental por las flotas pesqueras de atún y pez espada, es decir, que quedan accidentalmente atrapados en los aparejos de pesca de esos barcos.
En Chile, el tiburón marrajo ha sido históricamente junto al tiburón azulejo o azul (Prionace glauca) —Casi Amenazado según la UICN— la principal especie capturada incidentalmente por los barcos que extraen albacora o pez espada, aunque en los últimos tres años el tiburón sardinero (Lamna nasus) se unió al grupo.
Tiburón Marrajo. Foto: Oceana México
Por otra parte, los tiburones marrajo también son capturados de manera dirigida por una pequeña flota de pescadores artesanales que opera al norte del país, entre Caldera y Arica, durante la primera mitad del año. Esas embarcaciones artesanales “no tienen mucha autonomía para salir mar adentro, entonces esperan que cambien las condiciones oceanográficas y se acerquen estos animales un poco más a la costa, a unas 10 millas náuticas”, precisa el biólogo marino Carlos Bustamante, profesor de la Universidad de Antofagasta.
Cualquiera sea el caso, los tiburones marrajos son una especie comercial en Chile y su carne es consumida a nivel local. Sin embargo, según el mismo Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) señaló a Mongabay Latam en una investigación publicada por este medio, el recurso tiburón no está reconocido oficialmente como una pesquería. El principal problema de esto, explicó Bustamante, quien es también Director Regional del Grupo de Expertos de Tiburones de la UICN, es que no hay ninguna medida de administración que regule la pesca de estos animales, como por ejemplo tallas de captura. De hecho, según los científicos consultados, más del 80 % de los tiburones extraídos en Chile ni siquiera han alcanzado su madurez sexual lo que pone en mayor riesgo a las poblaciones porque no alcanzan a reproducirse.
Desde hace años los científicos vienen pidiendo que estos animales sean protegidos declarando su captura como una pesquería para que así sea posible establecer mayores reglas que normen su pesca. El hallazgo de los cadáveres en el vertedero agudiza la preocupación de los expertos quienes señalan que se trata del peor de los escenarios para estos animales ya que ni siquiera fueron aprovechados.
“El tema aquí es un problema de desperdicio y de contaminación ambiental. Si ya los mataron, la alternativa más viable no es ir a botarlos a un vertedero ilegal, sino darle un uso y en eso va la pesca responsable”, dice Bustamante.
Tiburones marrajo en vertedero ilegal de Antofagasta. Foto: Carlos Bustamante
“A nosotros como medio ambiente obviamente nos preocupan esos cadáveres”, dice el funcionario del Ministerio de Medio Ambiente Rafael Castro, y agrega que a esa preocupación se suma el lugar en el que fueron encontrados, “un vertedero clandestino con basura de todo tipo como hidrocarburos arrojados, toneladas de neumáticos y residuos de la construcción”.
Castro precisó a Mongabay Latam que “no hay una estimación de la cantidad de vertederos ilegales”, aunque señaló que estos han aumentado en forma exponencial durante los últimos años. “En la comuna todos los días recibimos denuncias por vertederos ilegales y estamos buscando las fórmulas para abordar este problema, sobre todo considerando que muchos de ellos se encuentran en terreno de propiedad fiscal”, dice Castro.
Indicios que apuntan a la flota de pez espada
Aunque la captura y comercialización del tiburón marrajo sí está permitida, lo que en cambio está prohibido es que a los tiburones se les corten las aletas a bordo de la embarcación, acción conocida como aleteo o finning. La ley que prohíbe esa práctica establece que todos los tiburones deben ser desembarcados con sus aletas naturalmente adheridas al cuerpo. El problema, asegura Bustamante, es que hay indicios de que todos los animales encontrados en el vertedero habrían sido víctimas de ese delito. “A la totalidad de los cuerpos de los tiburones presentes en el lugar se les ha cercenado el lóbulo dorsal y el lóbulo ventral de la aleta caudal (correspondiente a la cola)”, señala Bustamante, quien se hizo presente en el vertedero al momento del hallazgo para tomar muestras de los animales.
Según el científico, son varios los argumentos para pensar que la cola fue cortada a bordo de la embarcación. La primera es que cuando se hace en tierra, todas las aletas son cortadas, en cambio acá solo faltaba la aleta caudal, explica el experto.
Además agrega que “el tipo de corte que tenían los animales, sin cola y sin cabeza, es un indicio de que fueron capturados por redes de enmalle de albacora”. Según el científico, esa es la manera en la que los albacoreros almacenan a los tiburones en sus bodegas, ya que “cuando quedan enmallados en las redes les cortan la cola para poder soltarlos más fácil”.
Tiburones marrajo en vertedero ilegal de Antofagasta. Foto: Carlos Bustamante
La ley contra el aleteo fue adoptada por diversos países para detener la depredación sobre estos animales. Antes de la aprobación de esta norma, los cuerpos mutilados de los tiburones eran devueltos al mar y así cientos de aletas podían ser almacenadas en las bodegas de los barcos para después ser comercializadas.
Si bien Bustamante reconoce que en este caso el objetivo de cortar la cola no fue aprovechar comercialmente las aletas y descartar el cuerpo al mar, precisa que la ley es muy clara: «no se pueden desembarcar cuerpos sin sus aletas naturalmente adheridas”.
El Director Regional de Sernapesca en Antofagasta, Rene Salinas, tiene otra versión. En respuesta a las preguntas enviadas a través de un correo electrónico por Mongabay Latam dijo que tras la inspección realizada se pudo descartar el aleteo, considerando que “los ejemplares estaban casi con la totalidad de sus aletas”. Asimismo, señaló que “todo indica que los animales fueron desembarcados enteros y posteriormente eviscerados para su comercialización. En casos de aleteo o finning lo habitual es encontrar la situación inversa: se desembarcan ilegalmente solo las aletas y el cuerpo es arrojado al mar”, precisa Salinas.
Por otra parte, puesto que la flota artesanal que pesca de manera dirigida tiburones no opera en esta época del año, se descarta que haya sido ella la que pescó los animales encontrados en el vertedero. Además, se trataba de tiburones grandes de entre 20 y 25 kilos, asegura Bustamante. “Habían machos maduros”, indica, es decir, ejemplares que nadan mar adentro, fuera del área en la que opera dicha flota artesanal.
Tiburones marrajo en vertedero ilegal de Antofagasta. Foto: Carlos Bustamante
De todas formas, señala el experto, “estamos viendo si podemos hacerles (a los tiburones) un análisis de isótopos estables”, es decir, un estudio que permite saber qué comieron por última vez, lo que podría dar indicios del lugar en el que fueron capturados.
Por último, Bustamante describe que cada uno de los tiburones tenía un cabo amarrado al cuerpo. Según el experto, eso hacen los pescadores que operan las grandes embarcaciones de pez espada para que la grúa baje hasta la bodega las albacoras que pesan entre 40 y 50 kilos.
El oceanógrafo, Enzo Acuña, profesor de la Universidad Católica del Norte y experto en tiburones, coincide en que probablemente se trate de tiburones que fueron capturados como fauna acompañante del pez espada. “Hay algunos datos de aparición de tiburones en la pesquería de jurel, caballa o bacalao de profundidad, pero normalmente capturan un ejemplar o un par, pero no 17”, dice el científico.
El funcionario de Sernapesca, René Salinas, por su parte, precisa que “no se puede determinar a partir de los restos hallados el origen de estos especímenes, porque no es posible hacer una trazabilidad de los mismos”.
Vertedero ilegal en Antofagasta. Foto: Carlos Bustamante
Cualquiera sea el origen de estos animales, Acuña enfatiza que lo que ha ocurrido con ellos es lo que justamente buscaba evitar la ley contra el aleteo: que se desperdicien los cuerpos de los animales para quedarse solo con las aletas. En este caso no solo el cuerpo ha sido desperdiciado, sino que “ni siquiera se han aprovechado las aletas”, dice el científico por lo que “es el peor de los escenarios”, agrega.
Salinas aseguró que “además de la prohibición del finning o aleteo que entró en vigencia el 2011, y de las vedas que protegen especies como el tiburón Blanco, tiburón Peregrino y tiburón Ballena, se está avanzando rápidamente en la implementación de las cámaras de descarte”. Dichas cámaras de video, que serán instaladas en las embarcaciones, permitirán mejorar el control de las actividades pesqueras. “Así esperamos avanzar hacia prácticas pesqueras más sustentables y que, por ejemplo, vayan disminuyendo progresivamente la pesca incidental de especies en condición de vulnerabilidad como los tiburones”.
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