"Nos pidieron cambiar la información": El testimonio de la ex epidemióloga del Minsal que acusa a Mañalich de manipular datos
En abril de este año existió una orden directa, del gabinete del entonces ministro Jaime Mañalich, para manipular la base de datos de fallecidos por COVID-19, de forma tal que las cifras fueran menores a las reales.
Eso afirmó la ex epidemióloga del Minsal, Andrea Albagli, ante la Fiscalía, en el contexto de la investigación que lleva a cabo la justicia por estos hechos.
Albagli fue de las encargadas de elaborar los informes epidemiológicos que se publicaban dos veces a la semana, y que entregaban información detallada sobre el avance de la pandemia.
Para ratificar sus dichos mencionó a seis testigos y dio cuenta de varios correos, donde se negaba a hacer estas manipulaciones de datos, y donde advertía de diversas problemáticas asociadas.
El trabajo de la epidemióloga consistía en recibir una base de datos de pacientes contagiados por Covid, la que se extraía de Epivigila (la plataforma virtual donde el Minsal registra los casos positivos) y de los reportes enviados por los laboratorios con las personas que daban positivo a un examen PCR. Con esa información, ella junto a otros profesionales, debían elaborar los informes epidemiológicos. Según su testimonio, en eso estaban al mediodía del 24 de abril, cuando llegó una orden directa desde el gabinete del ministro para que falsearan las cifras.
El viernes 24 de abril, dijo Albagli "nos piden que cambiemos la información".
"El ministro informaba con un sistema desconocido para nosotros, paralelo, que primero eran llamados telefónicos, luego con un código de acceso que ponían los totales. Informaba estas cifras en la mañana, previo a que publicáramos los informes. El día 24 de abril, porque previamente el valor absoluto reportado desde Epidemiología era siempre inferior a lo reportado por el ministro, ese día pasó que la información que estaba en Epivigila sobrepasó lo informado por Mañalich. Así que cuando ya había recibido la base de datos, estaba escribiendo el informe, mi jefatura directa, Rodrigo Fuentes, me indica que, por pedido del ministro, hay que borrar los últimos registros para hacerlo calzar, porque si bien podía haber diferencias, la información de Epivigila no podía exceder lo informado por el ministro. Nosotros no lo hicimos", dice el testimonio de la profesional publicado luego en Ciper.
La fórmula utilizada
Ante la negativa de los profesionales, Albagli relató a los fiscales que su jefatura encontró una fórmula intermedia, consistente en cerrar el registro de contagios y fallecidos cada vez más temprano, para así lograr que las cifras fueran más bajas.
"Para mí fue muy evidente que eso era impropio, que no lo podíamos hacer. Esta indicación la recibimos a las 11:30 o 12:00 del día. El informe lo teníamos listo y lo estábamos terminando, antes de su publicación en la tarde, y fue ahí que nos pidieron que modificáramos el informe y la base de datos a lo que el ministro había dicho. Fue verbal, pero hay más testigos. Estaban todos los de la oficina: Pía Álvarez, Silvina Alvarado, Patricia Cerda, Rocío Martínez, Fabio Paredes, Mario Soto", relató.
"Se mantuvo la orden del ministro, que no era admisible, por lo que se pidió que cambiaran el punto de corte de la base, que si era descargada a las diez de la noche, por ejemplo, se descargara antes, no recuerdo bien, pero el corte se corrió para las seis de la tarde. Adelantaron el punto de corte hasta que hubiera un valor igual o inferior a lo informado por el ministro", denunció.
Con el tiempo, esta decisión fue yendo cada vez hacia atrás en el tiempo. Al principio, dijo la profesional, "era a las nueve de la noche del día anterior, después de esto era a las ocho, a las seis, a las cuatro, hasta que terminamos dos días atrás". O sea, las cifras se entregaban con dos días de desfase.
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Estas afirmaciones fueron comprobadas cuando Albagli exhibió algunos extractos de informes epidemiológicos donde se señalaba la metodología utilizada. Según esos documentos, efectivamente las horas de corte para extraer la información de la base de datos Epivigila fue variando en el tiempo: el 16, 19, 23 y 26 de abril fue a las 21:00; el 30 de abril fue a las 18:00; el 7 de mayo a las 19:00 y el 31 de mayo a las 10:00.
«La primera cifra de recuperados tampoco pasó por epidemiología, fue de gabinete. Nos pidieron publicarlas, pero yo señalé que no era ético responder a solicitudes del ministro siendo que lo único que se hacía era publicar el mismo número de personas contagiadas hace dos semanas (…). Dado que no hay ningún respaldo técnico para respaldar esa decisión, yo interpreto que se buscaba mostrar que había una mayor mejora que la real (…) Es consistente la decisión con mostrar una situación más favorable. Así se fue sacando información de los informes, como los casos secundarios y casos sin nexos, lo que es muy importante porque habla de la trazabilidad (ubicar a las personas que tuvieron contacto con un caso positivo para aislarlas). Y es muy relevante separarla por regiones. En un informe lo pusimos por región y luego mi jefatura directa, o Johanna Acevedo, que era jefa de la Diplas (División de Planificación Sanitaria), me dijeron que por orden del gabinete no debíamos incorporar esa información, porque no se podía publicar nada que nos hiciera ver mal", agrega el testimonio de la epidemióloga.
Alta mortalidad en Fonasa versus Isapre
Ante estas situaciones, Albagli finalmente dejó de trabajar en los informes epidemiológicos. Esto porque además de sentirse "incómoda" por la forma en que se manejaba la información, la ex epidemióloga del Minsal declaró que también denunció dentro del mismo Minsal que según su análisis de las cifras, la mortalidad en los pacientes de Fonasa era mucho más alta que la de los pacientes de Isapre, ante lo que el ministerio simplemente la ignoró.
"Se observa que dentro de la totalidad de casos confirmados, la probabilidad de morir por COVID es un 86% mayor en personas adscritas a Fonasa en comparación con personas adscritas a Isapre, ajustando por sexo, edad y presencia de enfermedades crónicas. Si este análisis se limita a la población con Covid confirmado que fue hospitalizada, este parámetro aumenta, y la probabilidad de fallecer por Covid en población Fonasa es más del doble", señala el informe que Albagli elaboró y envió a sus jefaturas, y que no obtuvo respuesta.
"Cuando informo de la diferencia de letalidad entre isapre y Fonasa, no se tomó ninguna decisión o gestión, y es todavía negado por el ministro actual. Incluso si fuera un modelo incorrecto, no se tomó ninguna acción analítica para responder a la pregunta que plantea ese modelo y chequear si es un análisis correcto", sostuvo la profesional ante la Fiscalía.
Por ahora, la investigación judicial al manejo de la pandemia del Ministerio de Salud corre paralelamente por distintos carriles.
En uno de ellos, la investigación no logra avanzar por la negativa de actual ministro, Enrique Paris, de entregar los correos electrónicos de su jefa de gabinete, y de la subsecretaria Paula Daza, argumentando razones de "seguridad nacional". El argumento fue respaldado por el Presidente Sebastián Piñera, y deberá ser resuelto por la Corte Suprema.