Bacigalupe analiza la compleja previa del 25 de octubre: "Da la impresión que las medidas tienden a deslegitimar el Plebiscito"
El abordaje de la pandemia en nuestro país, ad portas de dos eventos que movilizan masivamente a la gente, es una de las aristas bajo la que sostuvimos un ilustrativo diálogo con el salubrista Gonzalo Bacigalupe.
Fiestas Patrias y Plebiscito mediante, los meses que se avecinan serán intensos y desafiantes para los chilenos en medio de una pandemia que no evidencia señales de retroceso y que, incluso de acuerdo a las cifras de las últimas semanas, no permiten visualizar un escenario precisamente auspicioso.
"Las medidas de desconfinamiento han sido muy rápidas, muy improvisadas y con mucha confusión, demostrando lo errático de las decisiones y muy informadas por impulsar el consumo, tanto en el comercio en general como ahora en restoranes", nos comenta Bacigalupe respecto de las novedades que se han oficializado desde el Ejecutivo.
"Se entiende que hay una necesidad de reactivar la economía, pero al mismo tiempo las medidas de desconfinamiento han sido sumamente aceleradas en comparación con las medidas para prevenir", dice haciendo una preocupante analogía.
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"Esto es consistente con una política que no es consistente con la de detener la cadena de contagios, sino con la de hacer un contagio progresivo", postula el también académico.
"En ese sentido las medidas de desconfinamiento son coherentes con una política en la que sólo se intenta tratar a las personas que se enfermen", agrega.
Y al respecto es claro. "Eso es insostenible y no es ético, porque lleva a la enfermedad y a la muerte de muchas personas", asegura.
En relación a las decisiones que se han adoptado, entendiendo el calendario al que se enfrenta la opinión pública en nuestro país, Bacigalupe las aterriza a nuestra realidad.
"Estas nuevas medidas, incluidas las de los permisos para el 18', que van a provocar mucha confusión y mucha gente saliendo, a pesar de que es una medida de básicamente agregar permisos para que la gente (se) visite, va a generar muchos vectores de contagio", diagnostica.
"En general, en esto de los restoranes no se considera que las personas se van a relajar cuando tomen alcohol. Ya estamos observando que no hay una baja en el contagio, hace varias semanas no se detecta una baja", sostiene antes de aclarar el estado pandémico en el que se encuentra el país.
"Estamos en una especie de meseta altiplánica de contagios y de fallecidos, con contagios de alrededor de 1.700 diarios en las últimas semanas", dice.
"Vamos a empezar a ver pronto, estamos viendo una pequeña subida, lenta, no sabemos si va a continuar, pero claramente no se ve que exista una baja, como se vio después del peak", ilustra.
El escenario de cara al Plebiscito
Con la consulta ciudadana reagendada para el 25 de octubre, Bacigalupe pone varios puntos de análisis sobre la mesa.
"Es imposible predecir dónde vamos a estar en el momento del Plebiscito, pero sí sabemos que hay un retraso entre tres y seis semanas en relación al efecto que puede tener el contagio, por lo tanto, los que se van a producir en momentos donde quizás van a haber más personas reuniéndose entre el 18 y 19 de septiembre, esos contagios se van a ver reflejados en octubre", ilustra.
Al respecto, es claro y enfático. "Si hay fallecidos, probablemente se van a ver reflejados en la época de Plebiscito o una semana antes. El cuidado ahora va a ser muy relevante para prevenir que se vean cifras más altas al momento de Plebiscito", agrega.
A renglón seguido, releva el ítem de responsabilidad personal. "Es muy importante el autocuidado, porque todas las medidas y la confusión, van a generar mayores vectores de contagio", destaca.
"Hay que recordar que las cifras de hoy están relacionadas con conductas de muchas semanas atrás. Por cómo evoluciona el virus, por la burocracia en el conteo de las cifras, cómo son los PCR, etc", dice aclarando que los índices que entrega diariamente la autoridad sanitaria tienen un importante desfase.
"Si el contagio sube y hay más fallecidos, eso va a generar más temor de las personas de salir a votar. Eso puede dar lugar a deslegitimar, en alguna medida, la votación", agrega.
"Sabemos que la votación va a ser por el Apruebo, pero es muy importante que pueda votar la mayor cantidad de personas y lo hagan confiando, de modo saludable para todos", asegura.
"Del modo en que están diseñados los permisos, lo más importante no son estos, sino que el mensaje que se envía a las personas. Básicamente, se les está diciendo que está bien visitar a sus familiares. Y es más importante el mensaje que se envía, que alguien visite a un familiar, porque va a depender mucho cómo se haga, bajo qué condiciones", aclara.
"Cuando se permite que cinco personas puedan llegar a una casa donde ya hay otras cinco o cuatro y donde hay consumo de alcohol, es muy difícil guardar la distancia física en lugares pequeños y mantener las reglas de cuidado", ilustra.
"Cuando se relajan las normas, es obvio que eso va a ser muy difícil que suceda", destaca.
¿Se busca invalidar el Plebiscito?
"Las medidas en toda su confusión, mantienen el nivel de contagio, no lo detienen. Hay una parte del gobierno que está comprometida para que el Plebiscito suceda", plantea Bacigalupe al tiempo que se muestra algo escéptico respecto de la validación de su resultado.
"Da la impresión que estas medidas tienden a deslegitimar el Plebiscito, porque generan miedo, temor, angustia, ansiedad y un continuo miedo, eso tanto para las personas que están con miedo de salir a votar, porque se pueden contagiar, como por una suerte de discurso político que se puede manipular", dice.
"Creo que pueden apuntar a deslegitimar lo que todos sabemos que va a ser el resultado, Apruebo. Se puede utilizar la pandemia como una manera de deslegitimar el proceso de optar por el Apruebo", sostiene Bacigalupe.
Por último, al ser consultado por la actitud ciudadana versus el riesgo de transitar por la ciudad, aunque no se requiera en términos más estrictos, desde su experiencia como sicólogo, deja claro que mantenerse confinado no es precisamente óptimo para la salud mental de nadie.
"La cuarentena es muy dolorosa, tiene un impacto fundamentalmente negativo en las personas, en las familias, en las relaciones, en la situación económica y social, genera mucha angustia y ansiedad", comienza diciendo.
"Nunca es algo positivo, es un acto de solidaridad que todos asumimos como una manera de hacerle frente a la emergencia, en este caso a un aumento en los contagios. Por lo tanto, no es saludable, pero sí nos ayuda a enfrentar el contagio, a controlar el virus, porque no le dejamos espacio para que se pueda reproducir o transportar", agrega.
"Al ser definida como una situación de restricción y de permisos, no se ha educado a las personas en ello y se ha transformado en una especie de actividad en sí. La cuarentena debió haberse formulado siempre como una forma de solidaridad, pero para poder hacerlo se necesitaba que el Estado nos apoyara a todos desde el punto de vista social, económico y emocional", releva.
"Necesitábamos hacer cuarentena y no una semi o seudo cuarentena como ocurrió. Porque mucha gente se vio obligada a salir a trabajar, no se paralizaron todas las actividades que se consideran, comillas esenciales, pero que no lo son. Y se priorizó el funcionamiento de la economía", cuestiona.
"Se necesitaba, en algún momento, haber hecho una paralización completa en abril, para que la cuarentena fuera realmente efectiva y pudiéramos controlar el contagio. No estaríamos en la situación que estamos ahora si no fuera por la mala gestión de esas cuarentenas", dice Bacigalupe.
"A estas alturas, es muy difícil pedirle a la gente que se cuarentenee. Creo que muchos lo están haciendo. Y eso ha hecho que baje el contagio. Efectivamente bajó, pero hay un punto en que no continúa bajando, porque no se han tomado todas las medidas para evitar que el contagio se mantenga tan alto. O que continúe a la subida, aunque lentamente", agrega.
Chile paga el costo de una estrategia errada
Y por último, comparte una opinión que se ha escuchado reiteradamente desde la comunidad científica. "Nuestro país no ha planificado bien. Se necesita hacer una serie de cuestiones para evitar el contagio", especifica.
"Una de ellas es modificar el transporte público, hacer que las vías sean más (abordables) para peatones y ciclistas. La movilidad debería estar permitida, pero de ciertas maneras y no de otras", es su certeza.
"El gobierno privilegió el comercio y la producción. Y, de hecho, continuaron con las cuarentenas de fin de semana, que no hacen mucho sentido. Y en vez de, simplemente cerrar el comercio y permitir que las personas pudieran salir a dar una vuelta, a tomar sol, a caminar, porque eso ayuda con la angustia y ansiedad, (siguieron con) la apertura del comercio, los malls y los restoranes. Eso obviamente es una medida que no responde al control del contagio", sostiene.
"Eso puede hacer que tengamos que volver a encerrarnos mucho más, generando mucha más angustia. El problema es la estrategia, el gobierno no se ha comprometido a cortar la cadena de contagio, tiene un compromiso sólo de tratar enfermos. Eso es muy problemático, porque nos puede mantener en esta situación por meses o todo el próximo año, si no cambiamos de estrategia", concluye.