Seremi de Salud de Valparaíso tras agresivo COVID-19: "Tuve que aprender a comer, hablar y sonreír"
A fines de mayo, se supo que el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, estaba internado en la UCI luego de contagiarse de COVID-19.
Recién un mes después evidenció una evolución, momento en que dio su primera entrevista para contar su oscuro tránsito por la enfermedad. Estuvo grave y conectado a ventilación mecánica. Entonces relató lo mal que lo pasó.
“Casi me cuesta la vida. Es bastante complejo, creo que nadie está preparado para algo así”, transparentó.
En conversación con BíoBío de Valparaíso, detalló cómo vivió el contagio tras volver oficialmente a su trabajo, el 1 de agosto.
“Lo pasé bastante mal (…) estuve un mes hospitalizado. Más de 20 días en cuidados intensivos y casi 10 intubado”, ilustró.
[Te puede interesar]: Coronavirus: Confirman brote en centro de diálisis de Valparaíso
Adicionalmente, agregó que tras salir del hospital, tuvo que “aprender a comer, a hablar, a caminar y lo que me costó más, fue volver a sonreír”.
El impacto en la envergadura física del seremi de Salud
“Baje 13 kilos, pero esa cantidad de peso que perdí es masa muscular (…) no tenía mucha fuerza para moverme”, comentó.
El impacto en su cuerpo, lo obligó a someterse a tratamiento con un kinesiólogo, además de asumir una dieta especial. Paralelamente, un fonoaudiólogo lo ayudó a recuperar su voz.
Para Álvarez es fundamental que las personas “tomen consciencia de lo que puede producir el coronavirus. Es un virus real, muy contagioso que puede provocar ese nivel de daño. Yo soy una persona relativamente joven y sin duda, eso también me ayudó a poder recuperarme”, comentó.
El COVID-19 no le da tregua a Valparaíso
Paralelamente, la autoridad aseguró que a su juicio “la región va avanzando”, aunque a Viña del Mar le “está costando un poco más”.
Las razones, en su opinión, tienen que ver con la movilidad entre comunas, lo que dificulta el control del virus.
Sin embargo, destacó que se ha incrementado la trazabilidad y los testeos para detectar su presencia, aunque admitió que se debe mejorar el monitoreo de los contactos estrechos.
“Vamos a instalar un nuevo centro de trazabilidad con 100 trazadores más, para poder fortalecer esa área”, anunció.
“Mi objetivo es que para cuando llegue el plebiscito, estemos en las mejores condiciones para que el proceso se pueda llevar de la forma más segura”, concluyó Álvarez.