¿Se imaginan Santiago en diciembre, completamente sitiada por la pandemia y con el gobierno trabajando desde Valparaíso? En cuatro episodios semanales el webcómic con guión de Fernando Letelier e ilustrado por David Mundaca proyectará a un futuro cercano la evolución de la crisis sanitaria, social y política, a través de la lucha cotidiana de una familia de clase media por sobrevivir. 

“¡¡CERRADOS!! es una historia de anticipación, un intento de extrapolar la complicadísima realidad actual. Esperamos sinceramente que no se cumpla y se quede solo en la ficción, que por fin se adopten medidas verdaderamente eficientes para reducir el avance de ambas pandemias, la sanitaria y la social, aunque por cómo se ha manejado en general la crisis hasta ahora nadie puede prever qué pasará en los meses siguientes”, dice el creador y guionista del webcómic Fernando Letelier Baltierra (64).

Leteliter tuvo en cuenta la experiencia del confinamiento, la limitación de las libertades, el toque de queda, la desconfianza hacia el otro, la pobreza agobiante que obliga a la gente a salir a la calle pese al miedo al contagio y la muerte que ronda los barrios, unido al recuerdo fresco de las protestas ciudadanas y la represión, a la hora de crear el webcómic que transcurre en una atmósfera pesadillezca.

“Mi imaginario habitual es el de los monstruos y personajes de fantasía tan bizarros y terribles como adorables, muy diferente a lo que entregaremos en ¡¡CERRADOS!!, que es una reflexión y una mirada crítica sobre los duros tiempos actuales”, aporta el ilustrador David Mundaca Morales (28), a cargo del arte.

“El formato copia el de las viejas novelas por entregas, tan populares durante el siglo XIX y comienzos del XX, que inspiraron la aparición tanto de cómics como seriales de cine, radio y televisión por episodios. El eje estará en el drama humano de los protagonistas: el joven motorista repartidor de aplicación, su madre paramédico, su ex-pareja cesante con su pequeña hija. Gente que conocemos, ya sea por encontrarla a diario o verla en el espejo. En ese sentido es un melodrama que apela a la emoción, pero que como es usual en este género también tendrá sus momentos de comedia”, señala Letelier.