OPINIÓN| ¿Santuario o más sacrificio?
Vivimos en la comuna de Puchuncaví. Sí, ese lugar cuya postal más conocida es la de un parque industrial y que es famosa por ser una Zona de Sacrificio. En nuestra bahía hay alrededor de 17 empresas que tienen una cosa en común: almacenar o quemar combustibles fósiles. Dos de ellas son las que más se destacan por contaminar nuestro territorio desde que se instalaron hace 60 años, la fundición y refinería de cobre de CODELCO y 4 termoeléctricas a carbón de AES-GENER.
Desde entonces muchos eventos de contaminación hemos sufrido, tales como derrames de petróleo, derrames de productos químicos, varamientos de carbón, altos índices de dióxido de azufre, y el último de ellos, intoxicaciones masivas por gases desconocidos. Queremos contar esto, aunque sabemos que ya lo saben, para que quienes nos lean comprendan el escenario de nuestra historia, de nuestra vida y de la grave injusticia que nos han obligado a experimentar.
Pero no queremos concentrarnos en contar esa historia, que es la más conocida, sino que queremos contar una historia más íntima, menos expuesta. A pesar de todo lo que se ha dicho, Puchuncaví tiene un vasto y hermoso patrimonio natural que ha resistido durante décadas. Tenemos un cordón de cerros con vegetación nativa y endémica, de muy difícil acceso, y en sus quebradas el agua aun fluye libremente alimentando el bosque; tenemos humedales que a pesar de la presión industrial se mantienen vivos y ayudan a una variada avifauna; tenemos hermosas formaciones geológicas y un patrimonio paleontológico digno de ser estudiado por científicos de todo el planeta; y tenemos, en el último pulmón verde de nuestra costa, los Acantilados de Quirilluca.
Hay dos visiones diferentes e irreconciliables sobre Quirilluca. Una de ellas promueve un desarrollo inmobiliario en 1.045 hectáreas, en donde se prevé la construcción de 14.180 viviendas y edificios de departamentos en el borde costero. La otra visión propone la declaración de un Santuario de la Naturaleza que haga realidad el resguardo de los ecosistemas de Quirilluca. Nosotros buscamos y promovemos que se declare el Santuario de la Naturaleza, creemos que sería un merecido acto de justicia ambiental para nuestra comuna. ¿No merecemos que se protejan nuestros bosques, aguas, paisaje y biodiversidad de un lugar particularmente especial para Puchuncaví? ¿No merecemos la primera área natural protegida de la comuna como gesto de agradecimiento por nuestros años de sacrificio ambiental? Nosotros como comunidad creemos que sí, y no solo es una cuestión antojadiza que se nos viene a ocurrir a nosotros.
La historia de esta encrucijada comienza en el año 2007 cuando el Gobierno Regional de Valparaíso declara a este sector como un Sitio Prioritario para la Conservación de la Biodiversidad, y desde entonces universidades de la región y sociedad civil promueven que la protección legal de Quirilluca sea una realidad. Esto se ve reflejado en el informe realizado por la Universidad Católica de Valparaíso y Universidad de Playa Ancha, que luego de un levantamiento de información llegan a la conclusión de sugerir la declaración de un Santuario de la Naturaleza. También se ve reflejado cuando los Consejeros para la Recuperación Social y Ambiental de Quintero-Puchuncaví (CRAS), que reúne a alcaldes, seremi de medio ambiente, organizaciones ambientales y territoriales, en uno de los puntos del Programa para la recuperación Ambiental y Social (PRAS) establecen la necesidad declarar el Santuario de la Naturaleza en Quirilluca. Estos actos ponen en manifiesto sin lugar a dudas una enorme voluntad comunitaria que reúne un deseo político, un deseo académico, y un deseo socioambiental. ¡Podría ser una experiencia sin precedentes a nivel nacional! A pesar de ello el deseo privado no logró observar este hermoso entrelazamiento entre variados actores, aun teniéndolo frente a sus ojos. Creemos que esto responde a la ambición, ya les comentábamos la magnitud del desarrollo inmobiliario, que según nuestros antecedentes, parece ser el proyecto inmobiliario más grande de Chile.
Por eso nos sorprendimos mucho cuando la Comisión de Evaluación de Valparaíso, presidida por el Intendente de Valparaíso Jorge Martinez, e integrada por cada uno de los seremis del gobierno actual, aprobó íntegramente el proyecto inmobiliario. Esto solo nos hizo pensar en la profunda desconexión que existe entre el trabajo que se venía haciendo desde hace años y las autoridades actuales. Nos hace pensar en la profunda desconexión que ha caracterizado a la clase política en los últimos 30 años con las necesidades ambientales de las comunidades, y específicamente Puchuncaví. Ese día nos puso tristes, pero de ninguna manera significó una derrota.
Creemos firmemente que el destino de Quirilluca tiene que ser otro, ya lo hemos dicho, y vamos a perseguir ese fin con todos los insumos que tengamos a la mano. Ya hemos avanzado en este camino, y tenemos listo en nuestras manos un expediente para iniciar el proceso de declaración de Santuario de la Naturaleza ante el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. La pregunta que nos hacemos ahora es la siguiente: ¿Están dispuestos los dueños del terreno a ceder su parte? ¿Están dispuestos a proteger la naturaleza, el bosque y biodiversidad de la zona de sacrificio? ¿De qué forma serán recordados en la historia de nuestra comuna?
Salvemos Quirilluca.