Una compleja situación es la que enfrenta un grupo de locatarios de la galería comercial "La Merced" ubicada en Huérfanos 635, en el costado poniente del cerro Santa Lucía, unas tres cuadras detrás de la Biblioteca Nacional.

Esto porque según denuncian, desde el estallido social hasta ahora han enfrentado problemas económicos serios, que han derivado en que al día de hoy, un 20% de los locatarios hayan debido abandonar la galería, mientras que otros tantos estarían a pasos de la misma situación.

El caso es que la galería es de propiedad de la Orden de los Mercedarios de Chile, una congregación religiosa que como otras de la misma índole, incluye entre sus votos, el de la pobreza. "Los mercedarios, siguen los pasos de San Pedro Nolasco, “el mercader de libertad” (su fundador), ponemos bienes y vida a disposición de los cautivos y oprimidos. Vemos en María un modelo de pobreza redentora. Ella se ha puesto en manos de Dios, comprometiéndose a realizar su voluntad en la entrega total", sostienen en su sitio web.

No obstante, la orden no seguiría al pie de la letra su propia doctrina, según lo que denuncian los locatarios. En total se trata de aproximadamente 30 arrendatarios, que pagan entre $800 mil y $1.8 millones, por locales que no han podido utilizar con normalidad en varios meses.

Una situación que desde marzo, con la llegada de las cuarentenas al sector, se ha vuelto insostenible para la mayoría, según relata Patricio*, dueño de una tienda de la galería. "Este mes dejamos de pagar el colegio de los niños por pagar el arriendo del local, y eso que no lo pagamos completo, porque son 800 mil más los gastos comunes que nos siguen cobrando íntegros, entonces vamos acumulando deuda que en algún momento se va a tener que pagar. Pero si se sigue acumulando, no nos va a quedar otra que entregar el local, repactar la deuda para no tener problemas y perder la actividad económica, perder el ingreso a futuro si es que repunta la economía", explica el comerciante.

Dueños de varios locales

La situación se torna aún más compleja cuando se toma en cuenta que los Mercedarios son dueños de varias otras propiedades en el sector, de las que también han seguido recibiendo sus correspondientes arriendos.

"No es que si yo no le pago ellos quedan en la calle, si fuera así vendo el auto no sé, para no quedar mal, y para todos los arrendatarios de aquí es igual, pero ellos son dueños de un edificio de estacionamientos de doce pisos", sostiene Patricio, quien agrega que además tienen varios locales grandes que arriendan a dos bancos y una oficina pública. "Les pagan varios millones de pesos por el arriendo, entonces no es como que podamos decir que ellos tengan problemas de plata".

Otros locatarios de la galería comentaron a este medio que en el último mes, cinco arrendatarios han debido abandonar sus negocios, y que han enviado cartas a la Orden para intentar negociar con ellos, pero que todo se ha hecho a través de la corredora inmobiliaria Montalva Quindos, la que hace de intermediaria entre ambas partes.

"Se escondieron atrás de la corredora"

En ese sentido, Oscar*, otro de los locatarios de la galería, explicó que el 26 de marzo enviaron una carta a la corredora solicitando una rebaja del 50% o mayor, y que el 6 de abril enviaron otra con el mismo objetivo a la Orden.

Solo la primera de ellas fue contestada, y en ella la Orden -a través de la corredora- les ofreció un descuento de un 30%, además de algunos descuentos a locatarios de mayor antigüedad.

Aún así, los arrendatarios sostienen que esto no es suficiente, y lamentan que la Orden no negocie directamente con ellos, y lo haga a través de terceros para resolver el tema.

En esa línea, Oscar sostiene que la estrategia de la Orden es clara: "están usando a la corredora para esconderse detrás de ella", sostiene.

El Desconcierto consultó sobre esta problemática con la Orden de los Mercedarios, pero declinaron responder a nuestras consultas.

La explicación de la corredora

Quien sí lo hizo, fue la corredora Montalva Quindos, a través de el Gerente de Administración de la empresa, Luis Montalva, quien explicó que efectivamente la Orden es dueña de otras propiedades en el sector (aunque no detalló cuáles, dado que ésta sería información confidencial), y que han estado negociando descuentos con casi todos los arrendatarios, en nombre de la congregación religiosa.

"Nosotros administramos mucho más que la galería, nos toca ver departamentos, oficinas, estacionamientos, de todo, y esto es bien generalizado, está pasando en muchas partes y a todo nivel", señaló.

En ese sentido, Montalva agregó que lo que han hecho es "ver caso a caso, dar respuesta a lo que podemos dar, y hay otras a las que no podemos dar, es así de corto".

Esto porque "hay locales que uno sabe que están produciendo, y te dicen que no pueden pagar. Entonces lo que hemos tratado de hacer es sopesar caso a caso".

Aún así, Montalva destacó que de todas las propiedades que administran "ni siquiera un solo propietario nos ha dicho que no a las rebajas", incluyendo a la Orden.

En tanto, al ser consultado respecto quién es el que finalmente decide el monto de los descuentos, Montalva fue claro en explicar que ellos solo administran y entregan información a la Orden, y que son siempre los religiosos los que toman la decisión final.

El superior provincial, máxima autoridad de la congregación en Chile, fray Mario Salas Becerra sostuvo el pasado 13 de abril en su mensaje de pascua: "No deberíamos conformarnos con que todos estamos bien, que entre nosotros hasta el momento no hay ningún contagiado, sería muy egoísta de nuestra parte no poner la mirada y el corazón en tantos hermanos y hermanas que están sufriendo las consecuencias de esta pandemia, como por ejemplo perder el trabajo o la disminución de sus salarios. ¿Qué hacer? me pregunto...".

*Los nombres de los denunciantes han sido cambiados para evitar inconvenientes derivados a partir de sus testimonios.