Mark Lanegan: "Mi amigo Tony Bourdain me alentó a escribir y me dijo que tenía que ser lo más honesto posible, hasta el punto en que fuera incómodo"
Con un arco que cruza desde una juventud problemática en Washington, pasando por una existencia marcada por las drogas en el Seattle de los años noventa para terminar en una epifanía en el cambio de milenio, las páginas repletas por Mark Lanegan destilan una honestidad descarnada que –en sus propias palabras– fue incentivada por su buen amigo Anthony Bourdain.
“Fue algo muy duro, tal vez lo más duro que he hecho fue escribirlo”, dice Mark, al teléfono desde su hogar. “No tenía idea del terreno en el que me estaba metiendo. Porque el lapso de años es bien amplio y hay cosas que pasaron hace tanto tiempo. Luego, una vez que comencé, fue como «Oh, Dios mío, ¿yo hice eso?» (risas) y no fue nada de divertido”.
Lanegan confiesa que una vez terminadas sus memorias lo único que quería era hacer canciones de nuevo. “Quise grabar sin tener en mente un disco ni nada. Pero el tipo que es el dueño de la editorial en Reino Unido (White Rabbits Books) resulta que es el mejor amigo del tipo que es dueño de mi disquera (Heavenly Recordings), así que los dos salieron con la idea de que hiciera un álbum para acompañar el libro. Y me di cuenta de que las canciones que ya estaba componiendo estaban directamente influídas por el mismo”. Las 15 canciones de Straight Songs of Sorrow le dieron el alivio que esperaba haber obtenido tras la escritura.
– En la última canción, cantas “it’s so good to be free, daylight is calling me”.
– Es que el libro termina en un momento de libertad. Tuve una epifanía, un despertar espiritual, y eso ocurre en el final del libro. Quería que el disco reflejase eso también, porque hay mucha oscuridad ahí en las canciones y también en el libro, ya que es un espejo de lo que pasaba en ese período de tiempo en mi vida y lo que me pasaba mientras escribía. Pero quería que terminara en una nota positiva al igual que el libro.
Aquella canción de cierre, “Eden lost and found”, nació de una grabación que Mark encontró de su esposa Shelley Brien tocando su viejo Casio, y uno de sus cantantes favoritos de todos los tiempos, Simon Bonney de Crime & The City Solution, aportó los vocales. “Eso fue una emoción total”, explica Lanegan. “No podría haber hecho el disco sin muchos de mis amigos y héroes que saltaron y se unieron. Todos desinteresadamente tocaron en el álbum y lo hicieron posible. Estoy muy orgulloso y me gusta muchísimo. Fue un alivio terminar el disco y es sorprendente”.
– También están Greg Dulli, John Paul Jones, Warren Ellis…
– Y Ed Harcourt, que es un sorprendente pianista y cantante. También Adrian Utley de Portishead; Jack Bates, que es el asombroso bajista de Smashing Pumpkins e hijo de Peter Hook; Wesley Eisold de Cold Cave; todas las personas que conozco están acá (risas)... mi esposa, que co-escribió un par de canciones conmigo. Los dos tenemos una banda juntos. Además está Mark Morton de Lamb of God, que es un gigante del metal en Estados Unidos, es una de las bandas de metal más grandes del mundo, ¡y él me dio dos piezas de música que podrían haber sido hechas por Nick Drake! Bueno, y tener a John Paul Jones tocando mellotron es un sueño hecho realidad.
Por supuesto, su consejero de siempre, el chileno-estadounidense Alain Johannes no podía faltar. Mark es sincero en su aprecio por nuestro héroe local. “Cuando comencé, el tiempo que yo tenía era muy corto porque Alain (Johannes) tenía que salir de gira en ese momento y tuve como diez días con él solamente. Todo lo que hago, lo hago con él. Alain es como mi otra mitad, ya que hacer discos es lo que más me importa. Él le había enseñado a mi esposa cómo usar ProTools y convertimos nuestro garaje en un estudio, y él lentamente me enseñó a mí también, porque soy el tipo más ñurdo con estas cosas técnicas (risas). Ella aprendió al tiro y yo tuve que enfrentarme a hacer algunas cosas sin él. Creo que Alain es el músico más talentoso de nuestra época. Al menos dos canciones de su disco Spark (2010), cada vez que las escucho, me dan ganas de llorar. Ustedes deberían estar orgullosos de él”, sentencia.
– Alain es muy subvalorado aún.
– Eso es algo para no creer. Cuando Mark Morton venía en camino a grabar a mi garaje, me mandó un mensaje de texto que decía “¡Espérate un poco! ¿Alain Johannes va a estar ahí? ¿Cómo se supone que voy a tocar frente a él? ¡Él es un músico de verdad!”. Y, bueno, para el público en general, Alain es alguien desconocido, pero entre los músicos es conocido como uno de los mejores que existen.
[caption id="attachment_368751" align="aligncenter" width="900"] Mark Lanegan y Alain Johannes en Club Subterráneo 2018. Lotus.[/caption]
– ¿Hubo alguna canción difícil de escribir, pensando en que el libro fue algo complicado y ambas obras están relacionadas?
– No, porque muchas canciones que podrían haber sido las más difíciles de escribir según el libro ya estaban escritas y grabadas años antes, son cosas que han estado en mi mente por años. Como en el caso de la primera canción en Bubblegum (2004), 'When your number isn't up', que fue mi tributo a Kurt Cobain y mis sentimientos sobre lo qué pasó con él, sobre mi parte en ello. Y esa ya la había escrito en 1994. Pero traté de hacer el disco tan honesto como hice el libro, porque mi amigo Tony Bourdain –que ya no está aquí con nosotros– me alentó a escribirlo y me dijo que tenía que ser lo más honesto posible, hasta el punto en que fuera incómodo. Así es como haces un libro grandioso. No quería que fuera una biografía de rock de mierda. Al final terminé haciendo algo más honesto de lo que muchos esperaban (risas).
– Mucha gente se enojó bastante. Los chicos de Screaming Trees, las peleas con Liam en Twitter...
– En lo que respecta a mi y Gallagher, eso es desde el punto de vista de algo que pasó hace 25 años, y no refleja cómo me siento respecto a él ahora. No lo he visto en 24 años. De hecho, cuando leo sus tweets me parecen divertidos ahora. Pero, bueno, atacarlo de vuelta en Twitter es parte de mi naturaleza y es algo que hubiera hecho con cualquiera (risas). Hay que entender que el libro está escrito estando parado hace 30, 24 años atrás. Y lo de los Screaming Trees, bueno, ellos la sacaron barata. Si hubiera escrito lo que de verdad sé de estos tipos, ellos no podrían volver a mostrar su rostro en público nunca más. Yo no quise herir a nadie, simplemente estaba contando mi historia. Esos tipos fueron parte de ella y desafortunadamente en el momento en que me fui de la banda, en el 2000 o algo así, después de 15 años, ahí es cuando ellos pararon de importarme. Yo tuve que trabajar duro para hacer mi propia carrera, pero esos tipos no, y eso no es culpa mía. Pueden estar todo lo enojados que quieran, pero ellos saben la verdad y es que fueron afortunados de tenerme y yo de tenerlos a ellos, porque así es como aprendí a hacer esto. Pero desde ahí yo seguí adelante y ellos no, y eso es culpa suya, no mía.
– Ellos hicieron un par de posts en sus páginas de Facebook que después borraron.
– Eso es cosa de ellos. Todos decimos cosas en el calor del momento, y no quise herir a nadie ni alborotar la vida de nadie con las cosas que escribí. Nadie queda más mal que yo en este libro.
– Eso es lo más difícil, ser crítico con uno mismo…
– Para mí es algo que sale bien fácil (risas), soy mi peor enemigo. Pero sé a lo que te refieres. Los libros y discos con los que realmente me conecto son esos con los que me puedo sentir identificado, los que me dicen mi propia historia de vuelta –aunque sea la historia de alguien más– y de alguna forma me dicen la mía. Eso me reconforta. Esa música es la música que amo y con los libros es igual. Tengo que verme reflejado en algo para poder conectar con ello.