La encrucijada de los “bailarines” municipales de Cathy Barriga: Hablan funcionarios y ex trabajadores
Luis* asistió junto al equipo de comunicaciones, en su rol de periodista del municipio, a una jornada previa a la inauguración de la pista de patinaje Los Toros en Maipú. La alcaldesa estaba con sus patines puestos, comenzó a dar vueltas, junto al grupo que la acompañaba, mientras Luis observaba haciendo algunos comentarios.
—¿Ah, y tú no estás participando? — recuerda que le dijeron, tal vez no exactamente con esas palabras, pero lo hicieron sentir “fuera de tono”.
Aunque le parecía extraño tener que prestarse para los videos, finalmente se acopló al equipo: se puso los patines y se lanzó a la pista.
No es el único recuerdo desagradable que Luis se llevó de esa época. Recuerda que, para una cuenta pública municipal, la prensa no había confirmado asistencia. Eso le pareció muy mal a la alcaldesa debido a su notoria preferencia por los canales de televisión. Y que nadie apareciera, tenía a todos sus colaboradores angustiados. Sabían en el fondo a lo que se exponían: frases cortantes o que simplemente los ignoraran. Hasta que llegó “Intrusos”, el programa de espectáculos y farándula emitido por La Red. Le preguntaron por cuestiones que no tenían relación con la cuenta y notaron cómo su rostro se iluminaba. “Le cambió absolutamente y eso fue una salvación para nosotros”, cuenta el ex funcionario.
Luis estuvo en los primeros años de la gestión de Barriga y reconoce que se ha naturalizado una lógica de presiones veladas que cumplen un solo objetivo: sumar a los funcionarios a sus performances públicas. En lo contractual, agrega, no existe ninguna cláusula que establezca la participación obligatoria en este tipo de actividades. Al interior de la municipalidad se han tomado el asunto como si se tratara de un cruel aforismo: “el que no baila o no se saca una selfie, no sigue”.
Y no es solo Luis quien asegura que esto sucede.
Constanza* trabajó en la alcaldía muy de cerca con Barriga desde 2017 hasta 2019. Estuvo presente cuando profesionales no quisieron sacarse selfies con ella y al tiempo eran despedidos, aunque tuvieran un buen desempeño. “Si tú no bailas con ella, se lo toma como una afrenta personal. Lo mismo pasa para los eventos, a mí me daba una vergüenza gigante, pero tenías que bailar o te costaba la pega. O es hacer el ridículo junto a ella o no te queda de otra”, se lamenta.
@cathy_barrigaFeliz día del trabajador ??❤️ ##maipúrenace?♬ Hips Don't Lie - soymiguelgon
Recuerda también que en las publicaciones de reportajes o artículos de prensa la alcaldesa priorizaba más las fotos que el contenido: “Podía ser pésimo el contenido, pero lo que le importaba era no salir mal. Ahí se ponía a llorar, echaba garabatos, que era culpa de nosotros que estábamos filtrando fotos, que cómo, que no hacíamos nada”, rememora.
Iván*, un funcionario activo del municipio, asegura que gran parte de los trabajadores que no tienen militancia política se ha mostrado contrario a estas prácticas o, al menos, la cuestionan. “No me ha tocado, pero tampoco lo haría”, expresa reconociendo que en uno de los videos que salió en la cuenta de Tiktok de Barriga salió su jefe coordinador. “De repente aparece grabando algún periodista y si uno se encuentra en el lugar fue nomás”, comenta. “Imagínate una vez nos sacaron una foto y exigieron que sonriéramos”, agrega.
No ser “cómplice” del contenido que se sube a las redes sociales de la autoridad municipal mantiene a muchos funcionarios en ascuas. Otro empleado municipal, Esteban*, siente que esta presión sobre los trabajadores es, en el fondo, una suerte de burla. “Muchos no le toman el peso a esto. En el último video de Tiktok salió uno de los funcionarios más serios, que lleva más de 20 años con contrato de planta, y se prestó para el baile. Eso nos llamó mucho la atención”, comenta.
La línea de “choque”
El 1 de mayo se conoció un nuevo video difundido por la alcaldesa a través de su Tiktok. Aparecía una decena de funcionarios vestidos con traje blanco y mascarillas para evitar los contagios por COVID-19 haciendo una coreografía. Se trataba de la Brigada Epidemiológica de Aislamiento Social que, según aclaró Barriga por la red social, está en contacto diario con las familias de la comuna que han dado positivo al virus. Ese mismo día viralizó otros videos bailando una canción de la película Grease, otra de Shakira y el hit de los africanos bailando con ataúd.
Varios funcionarios reconocen que “el cuerpo de baile” de la alcaldesa es un grupo fiel, una suerte de “línea de choque”: están con ella siempre y la siguen en sus propuestas. Los que salen en pantalla o en videos, dice un ex trabajador de comunicaciones, son generalmente los mismos periodistas y el equipo de marketing.
Este grupo de confianza habría llegado a la municipalidad con ella el año 2016. Uno de ellos fue Luis Japaz (UDI), su ex mano derecha vinculado a negocios ilícitos con platas de la Corporación Municipal de Educación (Codeduc). “Él le leía todos los documentos y le ponía unos posting donde tenía que firmar. Ella no hacía nada de gestión”, recuerda Constanza. Estos cargos de confianza han sido rotativos. Ha tenido más de cuatro administradores municipales al igual que los encargados de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco). En el área comunicacional, su encargada de prensa es Camila Cornejo desde agosto de 2018, ex periodista de La Red.
“A comunicaciones nunca lo consideró. El asesor que tenía (Japaz) siempre le tiró flores: ‘alcaldesa está bien lo que está haciendo’. Los periodistas le trataban de insinuar que las cosas podrían ir por otro lado, como cuando bailó en el templo, le advirtieron sobre las repercusiones. Podemos hacer otra actividad y también va a llamar la atención, pero lo hizo igual”, comenta uno de los ex funcionarios.
Dentro de las performances también figuran los corpóreos o mascotas: Smapina y Renacín. En septiembre de 2018 se conoció que la compra de 15.000 peluches con estas figuras que se repartieron a establecimientos de la comuna, tuvo un costo de $54.978.000. Uno de los trabajadores que utiliza el corpóreo hace más de un año para distintas actividades municipales, lo ve como un valor para la comunidad. Consultado por este medio por el monto de su sueldo y el tipo de contrato laboral que mantiene con el municipio, prefirió mantener esa información bajo reserva.
Sobre esto, Esteban dice que se han ofrecido sueldos de alrededor de $500.000 por usar los corpóreos, como recuerda en el caso de Smapina, y que se habría aumentado al sumar otras funciones.
Las performances han generado divisiones y tensiones al interior del municipio por la imagen que se proyecta de la alcaldía. El concejal independiente con cupo PPD y actor, Erto Pantoja, cree que se está poniendo el acento equivocado. “No sé hasta dónde puede llegar este nivel de frivolidad, el gasto en cámaras, no se puede hacer una cuenta pública bailando”, expresa.
@cathy_barrigaDespidiendo una semana de mucho trabajo ??❤️♬ The Grease Megamix: You're the One That I Want / Greased Lightnin' / Summer Nights - John Travolta & Olivia Newton-John
Algo similar plantea el concejal del Partido Comunista, Ariel Ramos, quien cree que se están dando señales equívocas a la ciudadanía y que se “banaliza la política”. Además, confirma haber recibido información de funcionarios que se han restado de estas actividades públicas. “Los funcionarios tienen autonomía en lo político, muchos ingresaron con la alcaldesa, pero otros que se mantuvieron tienen derecho a mantener sus posiciones. Me ha tocado escuchar relatos de trabajadoras que las acusan de ser cercanos a mí y que les han dicho que si no cortan su relación de cercanía van a perder su fuente laboral, por ejemplo, si siguen comentando a través de las redes sociales”, relata.
Desde el sector de Barriga, la concejala Karen Garrido, ligada a Renovación Nacional, cree que estas performances son inocuas. "Creo que tenemos que tener libertad para hacer lo que nos gusta y si eso no perjudica a nadie, todo lo contrario, ella puede seguir haciendo un maravilloso trabajo por la comuna", señaló. Mientras que Alejandro Almendares, también de ese partido, prefiere mantenerse al margen y cree que el trabajo se debe dar con las comunidades. Consultado por si es partidario de este tipo actividades, dijo que no emitiría comentarios.
El Desconcierto tomó contacto con el municipio de Maipú a través de su periodista, para ahondar sobre los criterios empleados para estas actividades públicas. Sin embargo, al cierre de esta edición, no obtuvimos respuesta.
*La identidad de los trabajadores fue reservada a petición de ellos para evitar controversias al interior del municipio y porque dos de ellos se encuentran con un proceso judicial en curso por demandas que interpusieron luego de sus desvinculaciones.