Funcionarios del Cementerio General aseguran que autoridades de salud solicitaron habilitar tres mil sepulturas
La semana pasada la página web del Cementerio General anunció una noticia sobre el proceso de exhumación y limpieza de los patios 134, 135, 136 y 145, haciendo un llamado público a familiares de los fallecidos en estos lugares para que se comunicaran con el recinto en busca de nuevas alternativas de sepultación.
Lo que parecía un procedimiento de rutina, era en el fondo una solicitud emanada de una repartición pública. Así se lo comunicó la jefa de operaciones a Luis Yévenes, secretario del sindicato del Cementerio General y presidente de la Federación de Trabajadores de Cementerios Municipales, a partir de una instrucción bastante precisa: la seremi de Salud había solicitado habilitar 3 mil sepulturas para hacer frente a la pandemia.
“Nos dijeron que teníamos que tener tres mil sepulturas en tierra, así que tuvimos que empezar a limpiar varios patios. Adelantamos el 136, que se iba a hacer a fin de año, pero la gente ya estaba empezando a trabajar en él. Son tumbas que han cumplido un ciclo, nadie ha reclamado los cuerpos y se pueden volver a renovar para recibir nuevas sepultaciones”, cuenta Yévenes.
Si bien el director del camposanto, Rashid Saud, reconoce que autoridades de salud se han comunicado con el cementerio para saber sobre las sepulturas disponibles, asegura que nadie le ha solicitado un número específico de ellas. “Están preocupados, tomando medidas (…) Nosotros estamos trabajando, no se si logremos tener tres mil. No es que hayan pedido una cifra específica, pero conversamos permanentemente con ellos y hay que estar preparados si existe una situación de crisis sanitaria”, explica.
Pese a que todos los años se realizan trabajos de exhumación en el cementerio, agrega Saud, reconoce que en estos tiempos lo han hecho de manera más apresurada, “entendiendo que el peak de contagios se aproxima”. “Esto tiene que ver con tener a disposición una cantidad de sepulturas para evitar situaciones lamentables como las que han ocurrido en otros países, donde no hay lugares para sepultar los muertos, como lo que pasó en Ecuador, y la gente los botó a las calles y los quemó ahí mismo. Es básicamente una medida preventiva”, acota el director del cementerio.
Yévenes, acostumbrado a lidiar con este tipo de temas, asegura que no son los únicos que se están preparando para el momento más crudo de la pandemia. El presidente de la Federación de Cementerios Municipales cuenta que algunos municipios se están adelantando ante un eventual colapso del sistema. “Me llamó un funcionario de una municipalidad del sector oriente, y otro del norte del país, para preguntarme a qué temperatura debería mantenerse un cadáver, porque habían comprado un container y lo estaban habilitando como cámara de frío. Me imagino que lo están haciendo si es que el Servicio Médico Legal no da abasto y no suceda lo que pasó en otros países”, asegura.
La orden de cuantificar sepulturas, advierten ambos, habría sido a nivel nacional. “Entiendo que esto es un catastro de todo el país y también de la asociación de municipalidades que tienen varios cementerios a su cargo”, dice Saud. “Las autoridades preguntan constantemente para saber cuantas tumbas están abiertas y van sumando día a día a las estadísticas, incorporando también a los cementerios privados”, agrega Yévenes.
Para el sindicalista no debería existir problemas de este tipo en Santiago, puesto que “en caso que se sature la tierra –dice– tenemos más de cinco mil nichos desocupados”. El problema, agrega Yévenes, es para los cementerios más pequeños. “Algunos están saturados, no cabe más gente. Son comunas pequeñas que están adentro de las ciudades y ya no pueden expandirse. En algunos cementerios, como en Curicó, están mandando directamente los cuerpos contaminados a un crematorio privado, pagado por el municipio. Es un periodo complejo de funcionamiento. La mayoría de los cementerios están cerrados y atienden solamente funerales”.
[caption id="attachment_363564" align="alignnone" width="1024"] Luis Yévenes, presidente de la Federación de Trabajadores de Cementerios Municipales[/caption]
Otros cementerios
“A mí el comentario me lo hizo el director”, asegura Gabriel Sepúlveda, presidente del sindicato de Cementerio Metropolitano, para referirse cómo fue que se enteró que la Seremi de Salud estaba haciendo un catastro de disponibilidad de sepulturas. “En estricto rigor estaban preguntando por la capacidad disponible del cementerio y se da el caso que el nuestro ofrece sepulturas temporales que se arriendan por un tiempo determinado, ya sean nichos o patios comunes. Entonces la información que se estaba recolectando eran justamente por estas sepulturas, que son de mas fácil acceso desde el punto de vista económico”.
Sepúlveda asegura que la búsqueda de información responde al análisis de datos preventivos, pensando en una incidencia mayor de personas fallecidas. “Me da la impresión que es para ver si el sistema funerario se colapsa y cuál es la capacidad de respuesta de los cementerios y funerarias. Creo que esta recopilación de información es parte también de su trabajo”, comenta.
En el cementerio 3 de Playa Ancha el representante del sindicato, Ivo Vuskovic, asegura que la seremi de salud regional, al igual que en el Cementerio General de Santiago, también les solicitó habilitar sepulturas. “En el caso nuestro estamos habilitando 120 en un espacio vacío que teníamos, un número bastante menor considerando lo que les han solicitado a otros colegas. Yo creo que el ministerio se está anticipando a la jugada, pensando que pueden haber más muertes de lo que tienen pensado”.
Respecto a si ha existido o no un incremento en las muertes, Sepúlveda sostiene que hasta el momento el promedio se ha mantenido. “No ha variado demasiado. Tenemos un promedio de 15 a 17 sepultaciones diarias, la cantidad normal que atendemos todos los días”.
Vuskovic, en tanto, asegura que en Valparaíso tampoco el incremento ha sido notable, pero que si ha notado que la gran mayoría de los fallecidos obedecen a causales vinculadas a problemas respiratorios.
El Desconcierto se comunicó con la oficina de prensa del Ministerio de Salud, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuesta a sus requerimientos.