La rabia punk de Flema (‘Nunca seré policía’), la idea de justicia propia de Bob Marley (‘I shot the sheriff’), el insulto pop de Alex Anwandter (‘Paco vampiro’), el desprecio institucional de Sara Hebe en clave trap (‘A.C.A.B.’), o la reinterpretación de un clásico con una fuerza callejera imparable –en medio del estallido social– por los emergentes Arauko Rock (‘Los pacos son bastardos’), a pesar de responder a estilos distintos, tienen un punto en común: denunciar a través de la canción popular la brutalidad policial, algo para nada nuevo –y ampliamente documentado– en la historia de los organismos de fuerza del Estado.

La institución policial de nuestro país, Carabineros de Chile, que históricamente se jactó de ser un organismo intachable, desde 2016 comenzó a mostrar uno de sus lados oscuros, con el descubrimiento de una millonaria corrupción vinculada a malversación de fondos públicos (que datan de 2006). El caso conocido como “Pacogate”, más los montajes en investigaciones relacionadas con el pueblo mapuche o las más recientes violaciones a los Derechos Humanos durante el estallido social, han tirado al piso su credibilidad y apoyo ciudadano. El reconocimiento de todos estos casos, sumado a su frecuencia, brutalidad e impunidad con que se tratan la mayoría de los casos en la justicia civil, solo han ensuciado el quehacer policial, surgiendo desde  la ciudadanía y algunos actores políticos y sociales, propuestas para su refundación.

En este contexto, la música popular ha intentado, durante largo tiempo, hablar de la violencia policial a través de canciones que se basan en una larga historia de protesta por estos abusos, de toda índole y en distintas partes del mundo. Por supuesto, hay demasiadas canciones contra la policía, pero quisimos reunir en esta lista algunas de las más significativas.