Clínicas inician soterrado lobby en el Congreso y acusan que Estado de Catástrofe las puede hacer desaparecer

Clínicas inician soterrado lobby en el Congreso y acusan que Estado de Catástrofe las puede hacer desaparecer

Por: Sergio Jara Román | 22.04.2020
El Desconcierto tuvo acceso a un documento mediante el cual Clínicas de Chile busca incidir en el trabajo parlamentario, quejándose del impacto económico que ha tenido el Estado de Catástrofe en su sector, aunque no revelaron cuántos ingresos y utilidades logran mensualmente. Entre sus peticiones, está la creación de "mecanismos efectivos de protección al empleo del trabajador de salud, ya que en las actuales condiciones se hace inviable mantener a toda la fuerza laboral, por lo que se necesitan urgentemente normas que permitan flexibilización en áreas que no están directamente asociadas a la atención de pacientes en riesgo".

Discretamente, a través de un correo electrónico, el gremio que reúne a las clínicas privadas del país, Clínicas de Chile, hizo llegar a parlamentarios un documento en el que acusa un grave impacto en su sector producto de las medidas que ha tomado el gobierno para combatir el COVID-19.

En el escrito, al que tuvo acceso El Desconcierto y se publica íntegramente al final de esta nota, se pide que el Ejecutivo implemente cambios que apunten a devolverles la autonomía a las clínicas, pues el impacto económico que han sufrido las podría llevar a la insolvencia.

"La actividad electiva de nuestros prestadores privados ha disminuido considerablemente, estimándose una baja, hasta el momento, de un 80%. Operar con el 20% de la capacidad o menos, y con todos los recursos disponibles, según lo ha solicitado la autoridad, tiene consecuencias muy complejas para el funcionamiento de nuestros establecimientos, y en el mediano plazo podría hacer inviable su operación", dice el documento que distribuyó el gremio entre parlamentarios.

Clínicas de Chile califica como una "tormenta perfecta" la situación en el sector privado de la salud, dada la inervención que ha hecho el gobierno y que busca asegurar los recursos necesarios para combatir el COVID-19. Sin aclarar cuántos ingresos y utilidades obtienen al mes, para terner una referencia de la disminución, el gremio alega una caída de los mismos en $245 mil millones mensuales, de los cuales $58 mil millones corresponderían a honorarios profesionales de los médicos.

La poca transparencia financiera del sector no permite verificar que efectivamente los ingresos de la industria cayeran en esa magnitud ni cuánto representan de sus ingresos ordinarios habituales. Lo que sí es claro, es que durante marzo avanzó un proyecto de Ley en el Senado que busca limitar las ganancias de farmacias, isapres y clínicas privadas en medio de la crisis sanitaria del COVID-19. De hecho, senadores plantearon que han recibido denuncias de la ciudadanía respecto de cobros por sobre el promedio del mercado de algunas clínicas.

"Hemos recibido denuncias respecto de clínicas privadas con utilidades que sin lugar a dudas están muy por sobre lo moralmente permisible. En caso de pandemia o alerta sanitaria, claramente las utilidades de los prestadores de salud deben estar limitadas", dijo en la ocasión el senador Francisco Chahuán (RN), impulsor de la iniciativa.

Pero el gremio plantea algo distinto en el documento que hizo llegar al Congreso. "Esta situación genera una crisis de liquidez muy profunda, que muy pocos prestadores están en condiciones de solventar", advierte Clínicas de Chile.

Uno de los senadores que recibió la carta fue Rabindranath Quinteros (PS), quien cree que la forma en la que el gremio se aproximó a los parlamentarios, de manera reservada y poniendo énfasis en la situación económica que vive, "demuestra que su actitud es un tema de negocios".

"Soy partidario de hacer una reforma completa a la salud", dice Quinteros. "Los proyectos de reforma a isapres y Fonasa que hoy se discuten no son profundos y debemos avanzar en un fondo único de salud", agrega.

La postura de Quinteros ha ido ganando adeptos en el mundo político y social, luego que las isapres subiran el precio de sus planes base de salud pese al coronavirus. El documento que envió el gremio de las clínicas, en tanto, deja entrever el inicio de un soterrado lobby dirigido a autoridades públicas, que inciden en el presente y futuro del sector.

Por ello, el documento de Clínicas de Chile también enumera una serie de acciones que esperan se tomen luego, como "permitir la reapertura progresiva de las atenciones ambulatorias, procedimientos y cirugías electivas, bajo todas las medidas de seguridad que sean necesarias y resguardando la disponibilidad de la red para enfrentar el Covid-19".

Lo anterior implica atender a pacientes que quedaron en listas de espera luego que el gobierno interviniera el sector; pero también significa echar a andar esas unidades de negocios que les reportan ingresos. Por eso, el tema ecónomico fue central en la minuta que enviaron a parlamentarios.

De hecho, en un segundo punto solicitan que se generen "mecanismos efectivos de protección al empleo del trabajador de salud, ya que en las actuales condiciones se hace inviable mantener a toda la fuerza laboral, por lo que se necesitan urgentemente normas que permitan flexibilización en áreas que no están directamente asociadas a la atención de pacientes en riesgo".

Así también, buscan "reducir significativamente los plazos de pago de las Isapres y de Fonasa, por las prestaciones realizadas. Los seguros hoy tienen la llave para asegurar la liquidez del sistema, considerando que esta industria maneja un volumen muy significativo de cuentas por cobrar; proteger al sistema de las especulaciones de precios en insumos críticos y asegurar el abastecimiento; y otorgar garantías estatales a los bancos para asegurar líneas de crédito de capital de trabajo focalizados en esta industria".

Revisa acá el documento completo que Clínicas de Chile envió a paralmentarios: