Comunidad migrante alega discriminación tras brote de COVID-19 en Quilicura: “Fue algo que trajeron otros al país”

Comunidad migrante alega discriminación tras brote de COVID-19 en Quilicura: “Fue algo que trajeron otros al país”

Por: El Desconcierto | 21.04.2020
Una fiscalización a tres locales con máquinas tragamonedas reveló numerosos contagios por coronavirus. Cómo se gestó la fiscalización es un misterio; las medidas de aislamiento están en cuestionamiento. No hay certezas, tampoco por parte del municipio. No obstante todo, la preocupación de la comunidad es una: que no se les estigmatice.

Se supo que fue la mañana del domingo, pero el cómo comenzó no está claro. En un noticiario televisivo dijeron que fue por denuncias de los vecinos de Quilicura, que hablaron del funcionamiento de locales con máquinas tragamonedas que desafiaban, primero, el toque de queda, y segundo, los consejos de distanciamiento social. Por WhatsApp circuló, ese mismo día, otra señal:

"Me informan de Quilicura que van a desalojar el cité de calle (...) donde hay como 200 piezas y unas 160 familias. Me dicen que hay varios COVID-19 positivos. Hablan de la mitad, aunque nadie sabe y se duda porque habrían hecho el test a unas 50 personas. Nadie sabe dónde los van a llevar y tampoco le avisaron nada antes (...) Después del discurso de Mañalich sobre la migración y el racismo con los haitianos puede ser que esto resulte otro abuso y criminalización".

El pastor y líder social de la comunidad haitiana de la comuna, Markens Milord, no supo de esa cadena, pero si de lo que mostraban en la pantalla: allí estaba uno de sus compatriotas explicando en un español golpeado que "mi compañero tiene máquinas acá porque no tiene trabajo. Ahora por la enfermedad, qué voy a hacer". 

"Cuando escuchó la noticia, la PDI todavía estaba allá. Les hicieron la prueba con la pistola y ninguno tenía la temperatura alta. Pareciera que los perseguían", cuenta Milord.

Durante la mañana de hoy, el ministro Jaime Mañalich y el subsecretario Arturo Zúñiga confirmaron que se trató de un procedimiento que resultó en un brote por COVID-19 con 33 casos positivos. No entregaron mayores detalles. En la nota televisiva hablaron de la imposibilidad de traslados. Pero lo que más preocupa a la comunidad inmigrante es la estigmatización, lo que se profundiza con las declaraciones del titular de Salud, quien apuntó al miedo a la deportación como el principal problema de la toma de exámenes masivos en la población extranjera asentada en Chile (lo que fue desmentido por la Coordinadora Nacional Inmigrante). Todo, bajo la sombra del que alguna vez fue llamado "cité de la vergüenza", un inmueble descubierto durante el censo del año 2017 que dejó en evidencia las severas condiciones de pobreza y hacinamiento de un grupo familias migrantes.

Nublado

El mismo mensaje de WhatsApp que comenzó a circular, no precisó en el destino de los testeados como positivos. En la información televisiva señalaron que no hubo forma de llevarlos a residencias de aislamiento o tratamiento médico, pero no ahondaron en los detalles detrás del impedimento, lo que se transformó en una exposición para el resto de los residentes.

Milord conoce el cité del que hablan. "El sitio tiene más de tres años de que viven haitianos allá. Todos los días pasan por ahí los funcionarios municipales. Yo soy inmigrante, sé de la situación difícil en que están", cuenta el líder religioso, y agrega: "La situación de algunos es precaria". Un estudio del año 2018 de la Universidad del Centro Nacional de Estudios Migratorios (Cenen) de la Universidad de Talca, sobre integración laboral, social y cultural de la población haitiana en Chile, reveló que un 48% había sufrido algún tipo de discriminación y un 83% consideró que tenía más dificultades para encontrar empleo respecto a otro extranjero. Eso es precisamente lo que le preocupa a Milord: que el COVID-19 se utilice como fundamento para comenzar una "persecución".

Desde la municipalidad de Quilicura señalaron que han "desplegado numeroso personal para sanitizar espacios públicos, ha implementado vacunaciones a domicilio para adultos mayores, entre otras medidas, y si el gobierno nos entregara información más detallada de las personas contagiadas podríamos desplegar ayuda más focalizada. Sin embargo, esto no es posible dado que se nos imponen criterios y legislación vigente del derecho del paciente", por lo tanto "nos vemos imposibilitados de entregar mayor información referida a contagiados en la comuna, direcciones y nacionalidad, ya que los datos y protocolos están centralizados en el Ministerio de Salud".

El Desconcierto quiso ahondar en el caso, pero la respuesta fue remitida al mismo comunicado municipal que puedes revisar a continuación.

De acuerdo al centro de datos de la Universidad Católica, que muestra la información actualizada por comuna, en Quilicura hay 112 casos confirmados, lo que la posiciona en el número 20 del ranking nacional.

Con todo, desde el Servicio Jesuita Migrante criticaron la demora respecto a la forma en que se abordó el COVID-19 para la población inmigrante, particularmente para quienes no hablan español.

Markens Milord, por su parte, ve un conflicto cultural más profundo: "En Quilicura pasa esto: cuando hay una comuna con mucho migrante, hay choque de culturas. Eso pasa frecuentemente. A esa situación se suma el conflicto social propio del país. Lo encuentro injusto: para cuando nos dijeron que los haitianos tenían coronavirus, fue algo que trajeron otros al país". Sobre el brote mismo en el cité, en dudosas condiciones de salud, teoriza: "Ellos (la comunidad haitiana inmigrante) no tienen la culpa de estar en esa situación (de exposición al brote): hay una administración municipal que permitió que estén en ese espacio, porque no hicieron nada, no previnieron eso, y la negligencia es el resultado que tenemos hoy".

La comunidad migrante, consciente de la reducción de la oferta laboral producto de la pandemia, está coordinando la forma de recolectar artículos de primera necesidad para quienes más lo necesiten.