Positivos post cuarentena: Los “recuperados” de Mañalich que siguen contagiando
Con el transcurso de las semanas y con el avance de la pandemia, se ha abierto un debate por los criterios para contabilizar a los pacientes recuperados, muchos que han sido dados de alta y que han regresado a sus domicilios, y que este jueves alcanzaron los 3.299 casos. La preocupación pasa por los pacientes que cumplen los 14 días de cuarentena, pero siguen dando positivo en exámenes posteriores.
Es el caso del periodista de 24 horas, Anwar Farrán, que después de cumplir con la cuarentena exigió que le hicieran un examen de salida en la clínica donde se atendió. Ya estando en su domicilio, el resultado que recibió lo tomó por sorpresa: nuevamente positivo, aunque presentaba síntomas leves. Consultado por El Desconcierto, Farrán aclara que el examen decidió hacerlo por cuenta propia para salir de las dudas.
“Yo me estaba preparando para que mi esposa retornara a casa, ella está embarazada, el día que me volvieron a dar el examen estaba de cumpleaños, teníamos mucha ilusión. Pero bueno seguimos en esta incertidumbre y aparentemente voy a tener que tomar una nueva licencia (…) He escuchado al ministro decir que el test PCR pueden ser sensibles a esto, pero la información del documento que me entregaron en la clínica es que aun soy un foco contagioso ”, dijo a comienzos de esta semana en el Matinal Buenos Días a Todos, tras cumplir 26 días en cuarentena y dando relevancia a que se aplique el test de salida.
Lo mismo ocurrió con un joven que llegaba desde España y estuvo en cuarentena en un hotel sanitario por los mismos 14 días. Una vez cumplidos, intentó viajar a Valdivia donde reside, pero lo retuvieron en el terminal. Le pidieron el documento del alta médica y lo enviaron nuevamente al hospital sanitario. Otra vez el test: el resultado positivo. Fue completamente inesperado porque los únicos síntomas que tuvo en algún momento fue la pérdida del olfato y gusto pero nada más. Esto le ha generado mucha angustia después de estar casi tres semanas encerrado y lejos de su familia.
No hay certeza hasta ahora que los "recuperados" de Mañalich no sigan contagiando.
El “carnet de alta” no es suficiente
Desde el próximo lunes 20 de abril los servicios de salud comenzarán a entregar el “carnet de alta” o de inmunidad a las personas liberadas de la cuarentena. “Una persona que pasó por esto y salió adelante está inmunizada. No se va a enfermar de nuevo de coronavirus”, sostuvo Mañalich cuando lo anunció el jueves 9 de abril. Esto aun cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que se desconoce si pasada la cuarentena los pacientes adquieren inmunidad respecto al virus, lo mismo que ha dicho el virólogo italiano Andrea Crisanti. “Hablar de inmunidad en esta fase me parece fuera de todo fundamento”, espetó hace unos días.
Algo que también le parece muy peligroso a Jonás Chnaiderman, virólogo y subdirector del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Él plantea que no hay consenso científico al respecto, pero los datos generados en China demuestran que hay una fracción de pacientes a quienes después de los 14 días todavía se les detecta el genoma viral en sus muestras y pueden seguir siendo trasmisores del virus. Y explica los riesgos: “Que esa pequeña proporción sean dados de alta implica que vuelvan a sus rutinas de trabajo, a transitar por las calles y que sigamos teniendo tasas de transmisión que lleven finalmente a mantener la situación de colapso en el sistema asistencial”.
La larga fila que se vio este miércoles en el Hospital Félix Bulnes para retirar medicamentos, con cientos de personas aglomeradas, para Chnaiderman da cuenta que “la pradera comenzó a quemarse”. Algo que se ha visto a mucho mayor escala en Italia, España y en Estados Unidos donde el sistema asistencial no ha dado abasto por la demanda de pacientes contagiados por coronavirus, sumado a otras enfermedades.
Chnaiderman habla de una balanza de equilibrios, entre los riesgos y ventajas al tomar decisiones: lo ideal sería que todos siguieran encuarentenados. De ahí dice, se entra a una “zona gris” donde hay riesgos. “La enfermedad es muy nueva y la pregunta es cuán pequeño es el riesgo para decidir correrlo. La respuesta no existe”, advierte.
En los gremios también se ha librado el debate con duras críticas hacia la gestión de Mañalich. El Colegio Médico aseguró que no basta con dar de alta y aplicar una prueba de anticuerpos, Inmunoglobulina M, sino que es necesario hacer una prueba tipo PCR. Cristóbal Cuadrado, secretario técnico del Departamento de Políticas de Salud y Estudios de la organización, asegura que la prueba de anticuerpos es un test complementario y no reemplaza al segundo que detecta el material genético del virus. En esa línea, la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud de Chile (Fenrpus) ve con preocupación que los informes de recuperados no se den bajo sustento científico.
https://twitter.com/CCuadradoN/status/1249715746961346560
Por otro lado, algunas instituciones de salud han establecido protocolos propios para dar de alta. Por ejemplo, Red Salud UC-Christus otorga el alta tras “2 a 4 test de RT-PCR negativas en muestras de nasofaringe y faringe con intervalo entre muestras mayor a 24 horas”. Por otro lado, la Sociedad Chilena de Infectología recomienda hacer reposo domiciliario por 10 días después de la resolución de la fiebre o síntomas respiratorios, un control médico los 7 días de alta con radiografía de tórax, hemograma y exámenes de laboratorio si se mantuvo alguno alterado al alta y otro a los 21 días desde el inicio del cuadro.
En una óptica más general, en otros países el manejo ha sido distinto. En Italia se aplica el test al final del periodo de cuarentena; en China se han dado de alta después de dos test PCR negativos consecutivos, separados por más de 24 horas, un criterio que también rige en Singapur y Estados Unidos.
Cambio de criterios
La seguidilla de contradicciones y dudas que ha instalado el gobierno sobre los recuperados comenzó el miércoles 31 de abril con la declaración de la subsecretaria de Salud, Paula Daza. Ella aseguró que las cifras de estos pacientes eran “estimaciones” al ser consultada por la cifra idéntica que se repetía en los casos confirmados y luego en los recuperados 14 días después. Esto generó indignación por la falta de rigurosidad con datos sensibles.
Un día después, en su balance habitual el Minsal explicó que no se realizan exámenes “de salida” al dar de alta, sino que se asume que una vez cumplidas las dos semanas el paciente ya no porta el virus. En esa oportunidad, Mañalich indicó que en esta categoría se comenzarían a restar los pacientes fallecidos “para no inducir a error”.
Sin embargo, una semana después, el 7 de abril, el ministro dio un giro que tomó a muchos por sorpresa. Dentro de esta categoría dijo que se contaban los pacientes que ya habían cumplido “los 14 días de cuarentena desde el diagnóstico o que desgraciadamente han fallecido”. Eso generó gran revuelo en la prensa internacional por la extrañeza del criterio.
Tanto así que, a los dos días, el ministro salió a rectificar y dijo que se contarían los casos tras cumplir las dos semanas de cuarentena desde el examen inicial de PCR sin los fallecidos, esto basado en los estudios aportados por la Universidad Johns Hopkins.
Lo último que informó este lunes fueron criterios segmentados de acuerdo a las condiciones que presenten los pacientes. Estos indican que no presentan riesgo de contagio si es un caso leve que se ha manejado en domicilio que no tiene síntomas o un paciente que fue hospitalizado y dado de alta, también sin síntomas. Un criterio establecido por el Consejo Asesor que cuenta como recuperado, inmune o no infectante, terminado los 14 días desde la fecha en que inició los síntomas o fue diagnosticado o fue dada de alta por el hospital. En el caso de personas que tienen compromiso de su sistema inmune, deben considerarse como no infectantes 28 días después, desde el diagnóstico de COVID-19.
Para el médico salubrista director de la Fundación Creando Salud, Matías Goyenechea, esta es una buena señal, aunque advierte que dar alta a personas bajo este criterio tuvo los efectos estadísticos esperados: aplanó la curva de contagios aun con personas portadoras del virus, incluso asintomáticas. “Tiene efectos como mostrar que teníamos una mejor manera de resolver las cosas. Entonces aquí hay una intencionalidad que me parece compleja, que tiene que ver con esto de ‘volver a la normalidad’ que se trasluce en las conversaciones que ha tenido el gobierno con distintos gremios, a pesar que esto no está contenido”, sostiene a El Desconcierto.
[caption id="attachment_357685" align="alignnone" width="1280"] Francisco Castillo/AgenciaUno[/caption]
En atención primaria no hay información
Que hasta ahora no se estén siguiendo los casos de manera sistemática a través de la aplicación de test no ha permitido manejar la información necesaria para el manejo de la crisis. Los antecedentes que maneja la autoridad sanitaria a nivel central no han sido bajados a los servicios locales que están en un “punto ciego” respecto a los pacientes positivos que han derivado a los hospitales.
El director del servicio de Salud de San Joaquín, Juan Ilabaca, explica que este hermetismo del Minsal podría llevar a la pérdida de la red al no traspasar información valiosa al ámbito comunitario. Si se les informa mediante una planilla sobre los casos detectados, desconocen el seguimiento de los recuperados y solo se han enterado por la prensan mediante los balances del ministro. “Me ha tocado preguntar por pacientes específicos y me dicen que solo lo maneja el Minsal, es decir, no hay fluidez de la información”, dice Ilabaca.
Explica que los médicos clínicos han dado de alta a pacientes extendiendo una licencia por 15 días, pero que no se ha dado la instrucción de hacer un test posterior. “En términos clínicos, se espera que exista un médico que dé cuenta de la recuperación. Hoy no sabemos si los pacientes que ya no presentan síntomas sigan portando el virus o no”, agrega.
En este sector también han observado el retraso de los resultados de los exámenes por procesos administrativos. La semana pasada supieron del fallecimiento de un paciente de la comuna, y solo sabían que un médico del servicio local lo examinó el 2 de abril y el resultado del test llegó el 7 de abril. Al no contar con estos antecedentes se expuso la salud de la familia y del personal médico que estuvo en contacto estrecho sin tener certeza de su diagnóstico.