Históricas: marzo floreció con la manifestación feminista más grande de la historia

Históricas: marzo floreció con la manifestación feminista más grande de la historia

Por: Elisa Montesinos | 14.03.2020
Madres morenas con sus hijos con las caras pintadas de infinitos morados. Señoras mayores con la hija y con la nieta. Han dejado a Tarzán en la casa. Hay una euforia lúdica en el aire. En dos horas y al atardecer van haciendo un círculo en el suelo y unas trazan y las otras completan las letras que van a dar a la palabra: HISTÓRICAS.

Y un domingo ocho de marzo del dos mil veinte se juntaron un millón y medio larga de mujeres provenientes de todos los valles.

Venían la Caffarena y la Mistral vueltas locas de alegría. Veinte Androides lilas medias aceleradas sin móviles. Al pasar era un cofradía urbana amparadas en las muertes de las machis recientes Mónica Echeverría y Bélgica Castro.

De pronto el Mapocho imaginario se vistió de colores, de pieles, de telas y cartones con pensamientos propios. Del sentido común de ganar lo mismo que los hombres.

De repente como oleadas de vientos se levantaban las manos y algunas cantaban, otras chiflaban, otras aullaban. Dos millones de felinas inundaron los valles de las ciudades mestizas de Chile.

Mi hermana de los afanes sesenteras saludó a varias conocidas y a algunas chicas ingeniosas les sacó fotos con el celular. Varias selfis para que el eco electrónico de sus clics modernos le tenga a las autoridades y al santo padre ahora siempre en directo desde una sala del Vaticano.

Digamos que los hermanos se sentaron bajo un árbol y desde allí miraron y olieron y se tomaron una chelita.

Unas picunches venden banderas mapuches y chilenas. Pasan la Carmen Berenguer y la Roser Fort y la Carmen Soria.

Luego de lo sucedido el domingo en las ciudades hay que sentirse feliz de ser parte de la marea feminista.

Lo hermoso que ese nuevo libro en común son los ritos previos pacíficos.

Me han preguntádico varias persónicas si peligrósicas para las másicas son las canciones agitadóricas.

Bueno, y madres morenas con sus hijos con las caras pintadas de infinitos morados. Señoras mayores con la hija y con la nieta. Han dejado a Tarzán en la casa. Hay una euforia lúdica en el aire. En dos horas y al atardecer van haciendo un círculo en el suelo y unas trazan y las otras completan las letras que van a dar a la palabra: HISTÓRICAS.

Los págaros drones y los enjambres de asombrados mirando por alguna pantalla

Un domingo donde el hembral que nos parió  y educó, camina, danza, propone, protesta por las alamedas de las delicias chilenas y latinoamericas.

Históricas. Primera vez en la historia del archipiélago chileno.

A veces a los hermanos les daba por llorar.

A conversar, cabros, sobre el trabajo no remunerado de las casas. Qué equilibrio de trabajo hay en las preocupaciones cotidianas de un depa. 

[caption id="attachment_350880" align="alignnone" width="900"] AGENCIA UNO[/caption]

Mientras las mamis de los cuatro puntos cardinales fluyen hacia el lago del encuentro pacífico.

Tanta mujer junta en tranquilidad y carnaval.

Irrumpe la Stella con un vaso de blanco helado y unas risas de trueno por las que se jugaron la vida por estas nuevas realidades. Valientes violetas que vinieron a semillar esta Matria.

Sentados a la sombra del árbol con otras personas los hermanos han dejado de llorar y ahora comparten una cerveza.

Ese domingo cruzaron miles por el puente hacia el puerto. Esas horas vieron y escucharon la interpretación de LasTesis en todos los puertos del mundo.

En diversas ciudades El violador eres tú al Instagram.

Se les escucha cantar en distintos idiomas.

En estas cercanías la temperatura subía de los treinta grados. Doce años de sequía. Hacía falta un guillatún rogativa para la madre tierra, peñi.

No llovió pero cayó una leve garuga de cariño bueno.

Y no se habló más de lo del domingo. Vamos tirando tierra y metiendo weás debajo de la alfombra.

Mientras tanto en el barrio chino de las afueras de  Chicago un virus invisible va devorando y creciendo. Empiezan a cerrar ciudades. Los diarios y la tele directo al virus, los estudiantes eternos deberían conversar entre todos y darse cuenta dónde estamos parados. Que las ciudades se salvaron de la furia. Que marzo floreció con la manifestación feminista más grande de la historia.

Ese domingo estaba lleno de pañuelos verdes y y picachus y variedades de telas. Bajo ese calor y todos esos sudores allí expuestos al mediodía. Rabia canalizada en alegría valiente.

A vuelo de pájaro somos la mitad más dos, de la población de los valles.

Las mestizas chilenas y latinoamericanas viniendo por estos valles secos. Gritando que paren el acoso y las violaciones. Súbanle la pensión a mi abuela avaros machitos y marchitos del fundo.

Se les escucha en el orgasmo de un nosotras desde ahora valemos lo mismo en este largo conchal. Pinches caciquitos del ego supino.

Ulises no vuelvas de tu laberinto a casa porque no hay nadie.Nos fuimos con los niños a la localidad de Polonia.

Puedes venir a vernos y ahí vemos cómo se da la cosa.