Los votos clave de la derecha que necesitará el proyecto de Ley de Paridad de Género en el Senado
El año en el Congreso terminó con una imagen potente: una treintena de parlamentarias desde el Frente Amplio (FA) hasta Renovación Nacional (RN) pasando por el Partido Comunista (PC) se sacaban una foto conjunta en señal de unidad y para instar al Senado a aprobar el proyecto de ley de paridad de género al que la Cámara de Diputados dio luz verde el 19 de diciembre, luego de que quedara fuera del acuerdo de plebiscito.
Si bien no era la primera vez que las diputadas recurrían a la transversalidad para presionar por una constituyente paritaria, la imagen se leyó como una especie de mensaje tanto al Gobierno como a los sectores de la derecha de la Cámara Alta que se oponen a avanzar en esa dirección. "Es importante que avance con celeridad en el Congreso, sobre todo hoy día en el Senado, para que tengamos luego esta paridad y podamos decir que efectivamente la logramos en un trabajo mancomunado", sostuvo ese día la diputada Marcela Sabat (RN), una de las parlamentarias que lideró el encuentro.
Justo antes de terminar el año el Ejecutivo convocó varios encuentros con los partidos y senadores de Chile Vamos para redirigir los criterios con los que abordar el segundo trámite del proyecto. Una tarea que continuó este domingo, ad portas del inicio de la tramitación en el Senado, donde se definirá la fórmula que regirá el proceso constituyente en materia de paridad.
Tres propuestas en la mesa
El proyecto aprobado el 19 de diciembre, que fue ingresado por Sabat, establece un reparto del 50% de escaños para mujeres y otro 50% para hombres, con un margen de un 5% de diferencia, considerando que los constituyentes serán 155, un número impar; listas encabezdas por mujeres con el resto de candidaturas alternadas (cebra o cremallera). En los distritos que reparten una cifra impar de escaños se definirá un número máximo de constituyentes del mismo sexo y, tras la votación, se aplicará la corrección de resultados para garantizar la paridad.
Desde que empezaron las reuniones para bloquear esta propuesta, en el oficialismo se barajan otras dos alternativas. La primera, las listas cerradas, en las cuales se vota por la nómina de un partido, no por un candidato, y es la colectividad la que define el orden de los candidatos en la papeleta que, a su vez, determinará quienes acceden a los escaños que obtenga la lista. La segunda es la doble votación, es decir, hombres y mujeres compiten en listas separadas. Si bien dentro de la coalición no hay una postura definida aún, la mayoría de los diputados defienden que ambos sistemas “no alteran el resultado democrático”, en referencia a la corrección del resultado, y aseguran que garantizarían, al menos, un 40% de mujeres en la convención constitucional.
Sin embargo, la cientista política de la Red de Politólogas, Julieta Suárez-Cao, quien ha asesorado a las parlamentarias en el diseño del mecanismo electoral, asegura que “ninguna de las dos fórmulas garantiza una solución paritaria”. Según ella, la lista cerrada acostumbra a dar prioridad a la persona que encabeza la lista, “que suele ser un hombre”. Argumenta, también, que en los distritos impares, pequeños y medianos con alta fragmentación electoral, “el resultado no es paritario e igual se necesita una corrección”. De imponerse este mecanismo, considera que habría que aplicar la “paridad horizontal”, una fórmula empleada en algunos países como México, que obliga a los partidos a combinar cabezas de listas hombres y mujeres, pero sería el Servel el encargado de definir en qué distritos va cada uno “para que no tiren a las mujeres donde a los partidos les va mal”, dice la cientista política. El voto a la lista cerrada implicaría, además, para la cientista política, “un cambio en la forma como la gente está acostumbrada a votar”, porque se sufraga por partido y no por candidato. “Sería extraño eso en un contexto de alta desconfianza en los partidos políticos”, añade.
La doble papeleta, por su parte, “divide el tamaño del distrito en dos, lo que en la práctica hace que se necesiten muchos más votos para ser electa”, apunta Suárez-Cao. “Le saca la proporcionalidad al sistema”, agrega. Según ella, en los distritos pequeños –que son más de la mitad del país– favorecerá a las grandes mayorías.
Cinco hombres toman el relevo en el Senado
Con una sesión de mañana y de tarde, desde este lunes el proyecto se empezará a ver tanto en la Comisión de Mujer e Igualdad de Género como en la Comisión de Constitución del Senado. Cinco hombres –dos del oficialismo y tres de la oposición– estarán a cargo de revisar las condiciones que los diputados y diputadas aprobaron empujados por la presión de la calle y las organizaciones feministas.
“Tendremos que analizar todas las alternativas y no será fácil, pues en general, todas las fórmulas tienen aspectos positivos y otros no tanto. Lo importante es que sea aquella que concite mayores consensos y respaldos, dentro y fuera del Congreso, y que sea finalmente la más adecuada para asegurar la representación de las mujeres”, indicó a El Desconcierto el senador Alfonso de Urresti (PS), quien se mostró “optimista” para lograr que el Senado apruebe la paridad de género.
Más prudente se mostró el senador Francisco Huenchumilla (DC), quien sostuvo que “recién el lunes tendremos elementos para empezar a opinar, pero primero tendremos que escuchar alguna exposición completa de la Secretaría de la Comisión”.
Desde la Comisión de Mujer, la senadora Yasna Provoste (DC), fue más categórica en rechazar las propuestas alternativas surgidas durante las últimas semanas. La parlamentaria llamó al Gobierno y al sector de la derecha “que no está en la línea de asegurar paridad” a reflexionar y a que “no siga buscando subterfugios para mantener una discriminación que no es saludable en nuestras democracias”. Y agregó: “En este proceso constituyente que es inédito no puede haber un Estado neutral, al contrario, tienen que generarse políticas que se hagan cargo de las asimetrías que enfrentamos las mujeres”.
Dos votos clave de la derecha
Para ser aprobado en la Cámara Alta, el proyecto de paridad de género necesita 3/5 votos, o sea, el respaldo de 26 senadores. La oposición tendría a su favor 24 votos, pero se necesitarían dos de Chile Vamos, que podrían llegar de los senadores Felipe Kast (Evópoli), quien se habría mostrado partidario de abstenerse, y de José Manuel Ossandón (RN).
“Hemos estado conversando en varias líneas, pero en ninguna la paridad está en entredicho, al menos en mi caso. Apoyaré las indicaciones de Chile Vamos en ese sentido, pero no voy a transar ni negociar un derecho y una deuda histórica hacia las mujeres”, sostuvo el senador Ossandón a El Desconcierto. Sobre su preferencia para el mecanismo a aplicar, no especifica una fórmula concreta y sostiene que “es algo que debemos conversar bien en pos de potenciar el proyecto”, pero a la vez asegura que “si no hay acuerdo por mejorar ese proyecto, terminaremos apoyando el gran trabajo que hizo RN en la Cámara”.
Entre los senadores del oficialismo que, en cambio, prefieren modificar totalmente la propuesta de los diputados está Francisco Chahuán (RN): “Soy partidario del doble voto y espero que pueda tener apoyo en el Senado y establecer la paridad de género sin alterar la voluntad soberana ni la proporcionalidad. No podemos avanzar en un proceso que altere la voluntad popular metiendo la mano en la urna”, sostuvo a este medio. Para él, “el problema de la lista cerrada es que en Chile el voto es a una persona y estamos alejados del voto por lista”. Chahuán añadió que otras formas válidas, para él, para incentivar la participación de la mujer que se estarían estudiando, pasan por “doblar el porcentaje de gasto electoral estableciendo un crédito inicial al momento de inscribir su candidatura y aumentando porcentaje de devolución por voto obtenido”.
Por parte de la oposición, Ximena Rincón (DC) criticó al Ejecutivo y a su estrategia para tumbar la propuesta de la Cámara. “Conocemos el proyecto que ingresó al Senado y lo estudiamos. También tenemos la minuta que hizo el Ejecutivo y las respuestas de los politólogos. Creo que el gobierno está errando el camino”, apuntó Rincón, quien consideró también que “pese a las gestiones que están haciendo algunos, tendremos los votos”.
Desde el Frente Amplio, Juan Ignacio Latorre también se suma a ratificar la fórmula diseñada en la Cámara, si bien precisa que “hay que afinar algunos detalles menores de redacción" que –dijo– se propondrán en forma de indicación "para evitar problemas de interpretación”.
Aunque en un primer momento se consideró la opción de dilatar el debate sobre la paridad hasta junio, este jueves el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), puso como plazo máximo el lunes 20 de enero para que la Sala de la Cámara Alta vote la propuesta. De concretarse, el logro del movimiento feminista y las parlamentarias chilenas sería mayúsculo, ya que, por primera vez en la historia, una Constitución será escrita por el mismo número de hombres que de mujeres.