La contracultura en las crónicas en transición de Carmen Berenguer

La contracultura en las crónicas en transición de Carmen Berenguer

Por: Elisa Montesinos | 08.12.2019
A fines de los años 80 Carmen Berenguer comenzó a escribir estas crónicas paralelamente a su quehacer poético. En ellas da cuenta de la contracultura de fines de la dictadura y primeros años de transición. Como fogonazos de la memoria, fragmentos del recuerdo, aparecen los sucesos históricos, como por ejemplo: recuerdos del atentado a Pinochet, Tunick, la Baby Vamp, La Casa de Cristal, películas antiguas, cantantes y grupos de rock, bares y antiguos pubs, personajes notables de América Latina, escritores y obras iconográficas, tertulias y debates en medio de la bohemia bajo toque de queda y persecución represiva, encuentros con agentes de la DINA como la deleznable y terrorífica Mariana Callejas, levantada como escritora de “terror”, un género que manejaba a la perfección.

De manera amena y rápida se leen estos escritos, marcados por la subjetividad, las historias personales, y las circunstancias vividas al margen de los tronos del poder, en un momento histórico en que Chile mira en el espejo sus territorios excluidos, negados o desconocidos. De esta manera, la destacada poeta, artista visual y cronista Carmen Berenguer deconstruye en este libro nuestra nación. Aguda y con ágil pluma, nos cuenta diversos sucesos y episodios, reales y otras meras disquisiciones de su Yo interno, en torno a ciertos temas candentes, en medio de personajes como Pedro Lemebel, Francisco Casas, Sergio Parra, Pía Barros, Nelly Richard y otros que han marcado el arte, la escritura, la cultura y la música, con potente impronta. Berenguer habla con soltura, con simpleza y devela la circunstancias en que los principales actores culturales del último tiempo concibieron algunas de sus obras, y cómo estas se volvieron icónicas y emblemáticas. Así, se muestra atenta y observante de las letras de grupos como Los Prisioneros, o destaca el sonido de los Fiscales Ad-Hok, Electrodomésticos, La Banda del Pequeño Vicio, entre otras bandas ochenteras y noventeras que dejaron marcado a fuego un estilo y aura propia de ese momento irrepetible y único. 

Carmen Berenguer (1946), cuya formación académica y cultura de alto vuelo, no la invalida en absoluto para observar los trasiegos de la cotidianidad, la cultura pop, el arte underground, los movimientos alternativos y la marginalidad urbana, combina todos estos elementos en una cosmovisión urbana, callejera y poética. Su proximidad con las Yeguas del Apocalipsis, su cercanía con poetas y escritores como Raúl Zurita, Diamela Eltit, Elvira Hernández y otras, nos habla de una poeta inserta en el mundo cultural profundo de Chile, cuya trayectoria trasciende desde comienzos de los años ochenta con obras emblemáticas como Bobby Sands desfallece ante el muro (1983), texto alusivo a la opresión de Inglaterra protestante sobre una pobre Irlanda muy católica, pero que se adapta totalmente a un Chile ferozmente sometido a una dictadura militar perpetradora de crímenes, torturas, secuestros y encarcelamientos de millares de compatriotas, ante el silencio e indiferencia de una parte importante de Chile, donde vimos un rol de compromiso por los DD.HH en muchos católicos. 

Es desde ese punto inicial, que la escritora inicia un proceso escritural y textual combinando otros elementos y soportes, muy receptivos y abiertos al mundo real, al mundo en conflicto, a las tensiones sociales, no solo desde su conflicto político, sino que emocionales y subjetivos, sobre todo en los mundos más alejados del orden social burgués imperante, pero desde una mirada que sobrepasa con fuerza la academia y la experticia teórica del que desconoce la dura y brutal realidad. Berenguer asimila ese bagaje culto con el de la calle y la vida en las urbanidades colapsadas, pero que en su apocalíptico devenir se construyen y tejen muchas subculturas.

Intertextualidades

Este libro, como gran parte de su obra, se sumerge en la mirada y lectura “intertextual”, cuyo relato se cruza y entrecruza con otros relatos, que juntos conforman  metarrelato de nuestra historia. Entonces como fogonazos de la memoria, fragmentos del recuerdo, aparecen los sucesos históricos, como por ejemplo: recuerdos del atentado a Pinochet, Tunick, la Baby Vamp, La Casa de Cristal, películas antiguas, cantantes y grupos de rock, bares y antiguos pubs, personajes notables de América Latina, escritores y obras iconográficas, tertulias y debates en medio de la bohemia bajo toque de queda y persecución represiva, encuentros con agentes de la DINA como la deleznable y terrorífica Mariana Callejas, levantada como escritora de “terror”, un género que manejaba a la perfección. 

Por todo ello, la escritura, la temática, la cadencia y la memoria de Berenguer, nos muestra una suerte de collage que leemos rápidamente en un fuerte torrente de recuerdos y rescate de esta historia más segmentada y escondida, marcadas por la dictadura, la transición democrática, el oscurantismo cultural, los poderes fácticos y una serie de elementos más, que nos muestra su pluma aguda, selectiva y crítica. Sin mayores pretensiones ni arrogancias intelectuales nos trae este hermoso libro, cuya lectura es un invaluable ejercicio de profundizar nuestros saberes sobre la cultura metropolitana en sus márgenes, una cultura doblemente underground, dado que en provincia nos llegaba sus ecos lejanos convertidos en “mitos urbanos”, semblanzas y sucesos entre nebulosas de lo real y lo ficticio. 

Pero no solo es el relato, el proceso narrativo y descriptivo, que es generoso y certero, también está la pulsión, el carácter, la emoción, el momento subjetivo y vivencial de su carga, subyace lo que es el espíritu del momento, de una época de cambio, transición, a pesar de las pesadas cadenas de los muros y poderes del pasado, aferrados a dejar a nuestro país congelado en el tiempo, sin ningún asomo de cambio, con el discurso de la negación y omisión, la no existencia de la diversidad y sus múltiples formas culturales, su multicolor expresión. 

De manera relajada, entretenida y amena Carmen Berenguer ha construido una obra radiográfica de la cultura chilena de los últimos años, en una mezcla apasionante de temas, estilos y cruces, bajo un prisma analítico y crítico, que se sumerge y bucea en las aguas del mundo cultural chileno en los momento de dictadura y posdictadura, cuyos ejes siguen presentes y ha dado pábulo a los momentos extraordinarios que como nación vivimos. Un texto que debe ser leído, para comprender nuestra historia reciente y como el arte y cultura, desde su propia trinchera fue un elemento más de resistencia a los poderes totalitarios del mercado y la dictadura política, puesto que mientras el sacrosanto modelo neoliberal se imponía en medio de una democracia “protegida”,  y medios de comunicación al servicio patronal, escritores, artistas como Lemebel, Sergio Parra, Eltit, Barros, Berenguer, y otros muchos más, desde sus manifiestos, instalaciones, performances y escritos, con aceradas plumas describían y relataban las incongruencias de una falsa felicidad de plástico y auguraban otro mundo posible.

Crónicas en transición: Los amigos del barrio pueden desaparecer

Carmen Berenguer

Editorial Universidad de Talca 

252 páginas

Precio de referencia $15.000