La batalla de las mujeres por un proceso constituyente paritario
Es quizás el argumento más sencillo para apelar a un proceso constituyente paritario, pero no es por su simpleza por lo que destaca, sino por la falta de coherencia que tiene con el escenario político partidista actual (y de toda la historia de Chile): las mujeres hoy en día son el 51% de la población del país.
Con esa cifra sobre sus hombros, un grupo de mujeres que representan distintas esferas de la sociedad civil han estado buscando incidir en el proceso legislativo, a fin de buscar que el mismo proceso constituyente sea paritario y evidentemente representativo. Todo, organizado y coordinado por Comunidad Mujer.
La primera reunión se gestó el pasado lunes 2 de diciembre. Como canal estaba el presidente de la comisión de constitución de la Cámara Baja, el falangista Matías Walker.
Desde su punto de vista, hay un ánimo de no romper el acuerdo firmado por los parlamentarios, más allá de las condiciones que se estén debatiendo hoy en día (paridad en el proceso constituyente, escaños reservados para pueblos originarios, garantías para listas de independientes y más). En el diálogo con las mujeres, el ánimo fue de cuidar la institucionalidad: los presidentes de todos los partidos políticos representados en el Congreso recibirán una propuesta de la mesa técnica que puede llegar sin propuestas concretas de paridad. Ante eso, el grupo expuso lo evidente: que esta vez (y no como ha sido la política partidista nacional histórica) sin paridad no se podía avanzar. Entonces, con el diputado René Saffirio también presente, el ambiente se tornó un poco amenazante.
El acuerdo, en toda su fragilidad, no se puede romper. Venga o no la garantía de representación paritaria en la propuesta.
“La reunión fue bien cordial”, recuerda Carola Garrido, presidenta de la Asociación chilena de Ciencia Política y una de las asistentes a esa reunión: “Si bien sabíamos que son los partidos los que están negociando paridad, quisimos juntarnos con los parlamentarios para hablar el tema”.
Se expuso sobre las implicancias que tiene, por ejemplo, la legitimidad y representación que tendría una nueva constitución si incluso se quisiera pensar como una expresión misma de cómo se conforma la población del país.
“En la oposición hay un acuerdo que cruza a todos los partidos: el proceso debe tener garantías de escaños reservados y ser paritario”, cuenta el diputado Walker. En esa línea, refuerza la idea por sobre los resultados de la mesa técnica: “Nadie quiere quebrar el acuerdo (por la paz)”.
Por lo pronto, si la sugerencia de proceso constituyente que proponga la mesa técnica no considera ni garantiza iguales espacios para mujeres y hombres, el parlamentario asegura que aquello que no quepa en las conclusiones de la mesa técnica “va a ser objeto de una reforma constitucional a la que vamos a suscribir todos los partidos que compartamos dichas convicciones y que sean complementarios a este gran acuerdo”. Dicha postura deberá ser anunciada por los propios presidentes de los partidos, a quienes se les hará llegar el documento de la mesa técnica durante la noche de este jueves.
“La reforma constitucional, a diferencia de la ley orgánica, que es iniciativa del Ejecutivo, hará del escenario algo un poco más complejo: necesitaremos dos tercios de los votos, que son aproximadamente 103. Pero frente a eso, vamos a ver quién es quién. Lo que no podemos poner en peligro es la convocatoria a plebiscito”, agrega Walker. Y complementa que en esa misma línea, los escaños reservados, la participación de los chilenos en el extranjero y las listas independientes, también serán parte de este proceso complementario.
Durante la tarde del miércoles, el mismo grupo de mujeres se reunió con el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, y la diputada Marcela Sabat.
“Salió súper bien la reunión. El problema es que nos estamos juntando con personas que están convencidas de esto. Fueron sinceros: nos dijeron que no había acuerdo aún, pero no solo en el tema de paridad, sino también en el acuerdo complementario que están negociando (las propuestas de reformas constitucionales que planteó Walker)”, cuenta Carola Garrido.
La resistencia a la paridad fue, en un momento, hecha pública por la presidenta de la Unión Demócrata Independiente, Jacqueline Van Rysselberghe: en un momento, señaló que las cuotas paritarias en la Convención Constitucional “deteriora la democracia representativa”. Sin embargo, durante el martes pasado la misma timonel presentó una propuesta nueva: “Poner 40% de mujeres o un hombre una mujer, un hombre una mujer”.
“Esto aseguraría al menos un 40% de mujeres dentro de los elegidos y, eventualmente, podrías también poner cuota de indígenas en una lista nacional de pueblos originarios”, explicó la senadora.
Hasta el cierre de esta nota, la mesa técnica aún no terminaba de definir un primer mecanismo para el proceso constituyente. Pero sí habían acusado recibo del ultimatum hecho por los presidentes de partidos de oposición.