Conocido por sus camaleónicos papeles en series y telenovelas de la televisión argentina como Okupas (2000), Hermanos y Detectives (2006), El Puntero (2011) o su rol como Alberto Granado para la pantalla grande en Diarios de Motocicleta (2004), Rodrigo de la Serna ha destacado como uno de los actores más versátiles de las últimas décadas. Su inclusión en el elenco de La Casa de Papel, la serie española que impactó al mundo bajo el alero de Netflix, no es más que la consecuencia de su trabajo casi incesante en la actuación. Sin embargo, De la Serna también destaca en otra faceta artística alejado de las cámaras: la música.

Para el actor oriundo del barrio porteño Belgrano, su pasión por el folclore rioplatense no es un capricho de un momento ni un romance de verano. “A los 19 años escuché al Polaco Goyeneche y fue una epifanía, un mazazo en la cabeza. Lo orquestal me conmovió, el tango y la milonga me tocó una fibra del cuerpo… es indescriptible lo que le sucede a un cuerpo cuando es atravesado por la música de una orquesta que está sonando. Es muy potente. Y más con un fraseo como el del Polaco, que te habla tan directo, como nunca nadie me habló antes”, se confesaba en una entrevista. “La música argentina es muy diversa y rica, y el tango y el folklore son ritmos arraigados en todos nosotros. Quizás uno no se da cuenta, pero están con nosotros desde siempre. Cuando empezás a escucharlos con conciencia, descubrís algo muy fuerte y potente. De chico yo era más del rock, pero a los 19 empecé a escuchar tango y folklore más a conciencia, a estudiar y a descubrir nuestra música […] Es cierto que hay que haber sufrido algún dolor para llegar a comprender los tangos más dramáticos en todo su dimensión. Pero en mi caso, el Polaco fue una puerta que me llevó a los ritmos argentinos. Lamentablemente no llegué a verlo en vivo. Tras él aparecieron otros referentes: Hugo Díaz, Troilo, Rivero, Magaldi, Gardel, De Caro, Yupanqui, Fleury... cientos”.

En ese momento de descubrimiento, inmediatamente se puso a estudiar guitarra con Gustavo Mozzi (destacado compositor y arreglador, hoy director del Centro Cultural Kirchner) por cuatro años, mientras formaba formalmente el cuarteto de cuerdas El Yotivenco (conventillo en la jerga lunfarda), junto a los virtuosos guitarristas Blas Alberti y Fabio Bramuglia, y Juan Hermelo en guitarrón (bajo criollo inventado por el músico y arreglador Roberto Grela). De la Serna, rescata que el espíritu de este grupo de música criolla “es un recorrido con mucho respeto por la diversidad rítmica y tímbrica que creció en la Argentina: la milonga (campera y ciudadana), el tango, el candombe, la chamarrita, los gatos cuyanos, la murga”, y cuyo mayor interés es “conectar con lo sagrado de nuestras tradiciones culturales”. Ha complementado también que, con El Yotivenco, buscan “reflejar cómo evolucionó la música de este lado del Río de la Plata: al principio fue la milonga campera, luego se va metiendo en el arrabal de la ciudad y empieza a transformarse de a poco en tango; después evoluciona junto con la ciudad hacia un tango más refinado, el de las grandes orquestas, más tarde se complejiza la metrópoli y aparece Piazzolla”.

Desde su aparición, el actor se ha tomado muy en serio esta veta musical. "Soy más que nada un intérprete de tangos y milongas. Ni siquiera tengo facilidad de cantante. Pero bueno, trato de pegarles a las notas y como mis recursos son de actor, además de expresar sentimientos uno analiza textos. Los tangos y las milongas son en general textos pensados y muy interesantes de interpretar. Me apoyo tanto en lo expresivo y gestual como en el trabajo de mesa. Es decir, en el análisis del texto, que es herramienta del actor”.

[caption id="attachment_328244" align="aligncenter" width="668"] @florcisnerosph[/caption]

Hoy, El Yotivenco cuenta con un larga duración homónimo publicado en 2006 y se encuentra terminando su segundo disco de estudio. Entre medio, han publicado varios singles como ‘Milonga lunfarda’ (2017), ‘Tardecitas estelares’ (2018) y ‘Pucherito de gallina’ (2018), temas originales de Edmundo Rivero, y el gato cuyano ‘Del plumerillo’ (2018) de Juanjo Domínguez. Además, han realizado varias giras internacionales con participación en eventos importantes como el Festival Internacional de Tango de Buenos Aires (donde compartiendo escenario junto a la orquesta típica de Leopoldo Federico, sede Harrods), el Campeonato Mundial de Tango, Festival de Cine de Mar del Plata, el Festival de Cine de Morelia, México (representando "Tetro", film de Francis Ford Coppola), y otros festivales de tango y música como en Uruguay y Brasil. En Argentina, sus shows han recorrido ciudadades como Salta, Corrientes, Bariloche, Rosario, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, donde el año pasado presentaron su espectáculo “Estilos Criollos” con más de 20 músicos en escena.