El fútbol en Chile es sin duda el deporte Rey, el que juegan todos en cualquier rincón de las ciudades y de los pueblos. La tradición futbolística en el país andino es una de las que pulsa de historia viva, aunque es cierto que a nivel de selección la Roja haya empezado a sobresalir solamente en los últimos años.

Desde la llegada de Marcelo Bielsa al mando de la selección nacional chilena, en el año 2007, la Roja ha despegado a nivel de resultados, sobre todo gracias a la construcción de una cultura del juego atrevida y con osadía en la que se reflejan elementos guerreros como Arturo Vidal, Gary Medel y Alexis Sánchez, elementos clave en la conquista de las dos copas de América ganadas de forma consecutiva. Pero ya antes en Chile se hablaba de jugadores importantes que se hicieron conocer en todo el mundo, sobre todo a partir de la mitad de los años 90.

Los pioneros fueron los delanteros Iván Zamorano y Marcelo Salas, que en el mundial de Francia 1998 formaron una de las duplas de delanteros más eficaces y hicieron temblar a una potencia como Italia. Zamorano en el Inter y Salas en la Lazio invadieron también la Serie A italiana, en la que hoy en día la Juventus tiene todos los favores de los pronósticos de Betway Chile para volver a ganar el campeonato nacional.

Más allá de los goles, Zamorano y Salas dieron una gran imagen del fútbol chileno en todo el mundo, dando asimismo un impulso importante a este deporte. Después de ellos y un periodo de transición, la llegada de Bielsa supondría un punto de inflexión positivo para el fútbol del país andino, que con el técnico de Rosario al mando notó una mejora importante, sobre todo desde el punto de vista técnico.

El que recogió toda la cosecha de Bielsa fue su discípulo y paisano Jorge Sampaoli, que se puso al mando de la Roja después del 2011 y construyó un equipo en el que los grandes protagonistas fueron el portero Claudio Bravo, los centrocampistas Gary Medel y Arturo Vidal y el delantero Alexis Sánchez. Con este ejército de guerreros la Roja logró hacer un gran papel en el mundial de Brasil 2014, cuando la Roja hizo temblar de miedo a los anfitriones en unos octavos de final en los que las esperanzas de Chile se quedaron en el travesaño en el que impactó el balón de Mauricio Pinilla.

Ahora, a pocos meses de la Copa América 2020 en la que Chile es uno de los equipos favoritos a la victoria según los analistas de Betway, el seleccionador Reinaldo Rueda está tratando de seguir la senda del éxito que vio la Roja llevarse dos títulos seguidos de campeón de América en 2015 y 2016, ambos en una final contra Argentina. La historia reciente de la selección chilena está llena de éxitos y de mejoras. Y tal vez el futuro pueda terminar siendo aún más importante.