Un compromiso transversal para sacar adelante al comercio y las pymes
En el marco de la crisis social y política que vive nuestro país, nuestra región ha sufrido considerables deterioros que han afectado de manera frontal al comercio, las PYMES y a un grupo aún indeterminado de trabajadores.
La movilización de los ciudadanos por mejoras sustanciales en la calidad de vida y la disminución de la gran desigualdad que se ha construido en nuestro país, nada tienen que ver con hechos de inusitada violencia que han ocurrido, y que condenamos firmemente, pues sólo destruyen y afectan a los más vulnerables.
La situación de las comunas más afectadas de la V región, Quilpué, Viña del Mar, San Antonio, requieren de nuevas formas de apoyo estatal al sector económico local, el cual tiene serios riesgos de subsistencia y por consiguiente, aumento de las tasas de desempleo que desde hace un tiempo nos sitúan en los primeros lugares en el país.
En este escenario, la comuna más afectada de la V región es la de Valparaíso: El Almendral, el Barrio Puerto, la calle Condell, son de los más golpeados. Las cifras dan cuenta de un número superior a los 100 locales siniestrados, con pérdidas que superarían los $3.300 millones, considerando afectación directa, o una suerte de “lucro cesante” por impedimento de desarrollar su labor.
Un sector importante de la economía local, como el turismo, se ha visto seriamente aquejado, con la baja de reservas casi en un 80% de sus hoteles, y al acercarse la época estival, aumenta su preocupación ante un escenario incierto.
En la discusión de la Ley de Presupuesto 2020 hemos hecho ver al Ejecutivo que debe hacer un esfuerzo mayor con la región, y para esta ciudad en particular: los recursos anunciados resultan insuficientes para paliar siquiera el grave deterioro del sector comercio.
Resulta inadecuado seguir impulsando iniciativas para que las empresas concursen por beneficios económicos, y se debería establecer -como se ha hecho en situaciones de emergencia- un instrumento que entregue un monto directo para enfrentar costos fijos, como arriendos, remuneraciones y otros. El GORE debe re-priorizar sus recursos y evitar proyectos que no son urgentes.
Esta semana en el Congreso aprobamos la capitalización de Banco Estado en US$500 millones, que deben ir en directo apoyo a los emprendedores y PYMES más afectadas, colocando nuevos instrumentos o reprogramando los ya existentes, en condiciones igualitarias, con tasas accesibles, sin establecer criterios que discrimen por un nuevo mayor riesgo de la ciudad.
Se debe elaborar un plan de condonación de multas administrativas a pequeños comerciantes y empresas familiares, reforzar la fiscalización de las condiciones laborales de los trabajadores para evitar abusos, y darle apoyo a las PYMES a través de capacitación, en lo posible con subsidios directos.
La ciudad de Valparaíso necesita un plan de reconstrucción y reactivación para el comercio local, junto a un Plan de Desarrollo Turístico, que potencie sus vocaciones productivas, propiciando el desarrollo de empleos y la protección de su carácter patrimonial. Creemos que el Año Nuevo y su histórico espectáculo de fuegos artificiales no debe suspenderse, pues en las tres comunas costeñas servirá para revitalizar la economía local.
Es urgente que el Gobierno se haga cargo, sincere y agilice iniciativas de mejoramiento de la conectividad, los estudios y puesta en marcha del tren rápido, el Paseo Barón, y se comprometa de verdad con un muelle exclusivo para cruceros.
Todos debemos “empujar el mismo carro”, y el Gobierno debe trabajar mancomunadamente con todos los municipios, sin pequeñeces, sin calculadora electoral. La movilización social ha demostrado un descontento en múltiples ámbitos y debemos estar a la atura de ésta, porque las y los chilenos no podemos seguir haciendo más de lo mismo.