Lesbiana en lucha

Lesbiana en lucha

Por: Javiera Court Arrau | 21.10.2019
El gobierno y la prensa masiva ponen el foco a los desmanes, que existen y seguirán existiendo. Los provocan menos del 20% de la gente que se está manifestando. Cuando carabineros entra en acción se desordena la masa y se genera el espacio para que los delincuentes se aprovechen, lo que no deja de ser reprochable. Es mucho más grande el número de gente que salió a la calle de manera pacífica. Si parte del pueblo también pone el foco en los desmanes, el pueblo se divide.

Estuve ahí. De cerca. Nadie tuvo que contármelo. Habían muchísimos infantes, muchas personas de tercera edad. Adolescentes, jóvenes y también adultos. Muchas mujeres. Estaba el pueblo de Valdivia, en su absoluta diversidad.

Cánticos de un Chile cansado, acompañados de cacerolas. Ése era el acto “vandálico” que estaba ocurriendo en la plaza cuando apareció el carro lanza agua, la lluvia de lacrimógenas y toda la parafernalia policial. Que buscaba acabar con la manifestación masiva.

Acá no hay metro. Que el Presidente crea que parando el alza esto se iba a acabar, es que no ha entendido nada. Como todo Chile, Valdivia despertó. Acá quemaron parte de la municipalidad, el Mc Donalds y el hall del Hotel del Casino Dreams. Habían barricadas en casi todas las esquinas del centro y saqueos. Mientras tanto un auto a toda velocidad pasó el puente Pedro de Valdivia –que une la isla teja con el centro-, atropelló a dos jóvenes y se dio a la fuga.

Pero todo ese escenario delictual, en ningún caso justificado, lo proporciona la violencia con la que carabineros irrumpe la manifestación. No al revés. Las barricadas nacen de la necesidad de protegernos, para evitar que el carro lanza agua ingrese a la calle donde seguían los canticos y cacerolazos. La calle se salió de control y empezó, recién ahí, el vandalismo. Cuando carabineros llevaba ya una hora por lo menos dispersando al pueblo.

Todos somos delincuentes

A eso de las 23 estábamos lejos de la masa. Sentadas en la costanera, viendo como se quemaba todo. Se rumoreaba entre la gente que militares podrían salir a la calle. Con mi novia decidimos que era momento de irnos.

Fuerzas especiales apareció en masa y la gente se puso a correr. Nosotras partimos para el lado contrario de los encapuchados, solo tratábamos de irnos a casa. Ahí te vi. Vestido de tortuga ninja y con lacrimógena en mano fijaste tu atención en nosotras. No se si fue la bandera diversa que flameaba colgando de mi cuello, que éramos dos mujeres de la mano o si simplemente te parecimos un blanco fácil.

No somos delincuentes. No saqueamos nada, no rompimos nada, no quemamos ningún edificio. Poco te importó. Del otro lado venia arrancando más gente, de fondo más carabineros, otro grupo de fuerza especial; no iban con lacrimógenas, tenían sus armas en las manos y para ellos todos éramos vándalos.

Nos tuvimos que dar la vuelta y sumarnos a la masa. Habían muchos manifestantes y algunos delincuentes. Gracias infinitas a todas las personas que andaban repartiendo agua con bicarbonato y a los comentarios de apoyo por la causa LGBTI+. El pueblo está más unido que nunca, entre toda la violencia se siente esa unión.

No perdamos el foco

Anoche, acá en Valdivia, carabineros no actuó contra los delincuentes. Actuó en contra de todas las personas que estábamos en la calle. Y lo hicieron mucho antes de que empezaran los hechos delictuales.

El gobierno y la prensa masiva ponen el foco a los desmanes, que existen y seguirán existiendo. Los provocan menos del 20% de la gente que se está manifestando. Cuando carabineros entra en acción se desordena la masa y se genera el espacio para que los delincuentes se aprovechen, lo que no deja de ser reprochable.

Es mucho más grande el número de gente que salió a la calle de manera pacífica. Si parte del pueblo también pone el foco en los desmanes, el pueblo se divide. Si utilizamos nuestras redes sociales y cenas familiares para seguir repitiendo lo condenable que son los actos delictuales, como ya lo hace el gobierno y los medios, ellos ganan. Les conviene dividirnos.

Hoy las autoridades salen a hablar para decirnos que ahora, la prioridad es arreglar los destrozos. Se siguen riendo en nuestra cara. Casi todo lo destrozado cuenta con seguros. Además, si lo arreglan hoy mañana lo romperán de nuevo. Hoy la prioridad debiese ser escuchar al 80% restante de manifestantes que se aburrieron. Su trabajo es gobernar para todos, y esto ya se les fue de las manos.

Mientras el foco de la noticia sean los desmanes, si el gobierno sigue enfocado en cuanto perjudica a toda la población la violencia y el vandalismo; pues entonces los vándalos siguen teniendo razón cuando dicen que si no es por ellos la manifestación no sale en la prensa, ni le importa a la autoridad. Nuestra prioridad es seguir luchando unidos. Porque no importa lo que hagan, si seguimos juntos no podrán contra nosotros.