Trabajo doméstico, mucho trabajo por hacer
La campaña “Hogar Que Valora”, destinada a socializar la importancia de respetar los derechos laborales de las trabajadoras y trabajadores de casa particular, pone al centro la importancia de su trabajo para los miles de hogares donde desarrollan actividades.
Se quiere incentivar el respeto por su derecho a límites de jornada diaria y semanal, acceso a descansos y vacaciones, a una remuneración digna y, en general, a condiciones de trabajo como cualquier otro trabajador.
Para mejorar estas condiciones, en el año 2015 entró en vigor una ley que mejoró sustantivamente sus derechos, acercándolos a los estándares de los demás trabajadores. Fue así como accedieron al descanso semanal, una jornada de 45 horas para el trabajo puertas afuera, y dos días libres a la semana que puedan tomarse con flexibilidad, en el caso del trabajo puertas adentro.
También se avanzó en generar una obligación de registro de contratos ante la Inspección del Trabajo, para facilitar la fiscalización. Se pretendía con ello dar una señal clara en favor de la formalización de los contratos.
Pero no bastan las leyes, se requiere un esfuerzo decidido de las instituciones por hacer cumplir la Ley. Fue así como en los primeros meses de vigencia de la normativa se redujo la informalidad de un 53% a un 47%, reafirmando que las campañas comunicacionales y las señales claras de la autoridad, por hacer cumplir la ley, producen efectos, pero estos deben ser permanentes en el tiempo si se quiere cambiar conductas también en forma permanente.
En efecto, el trabajo doméstico se presta muchas veces por cortos períodos de tiempo y/o a varios empleadores/as, desafiando el cumpliendo de la formalización por parte de las personas que contratan o de las trabajadoras/es de casa particular. Se requiere entonces de un trabajo constante destinado a facilitar la formalización de contratos y pago de cotizaciones legales y fiscalizar los incumplimientos a esas obligaciones.
Mejorar el empleo del sector va de la mano con cumplir estándares mínimos. No podemos aceptar que este tipo de trabajos, tan importantes en el hogar, se hagan bajo condiciones de informalidad o afectando derechos laborales.
En ese contexto se enmarca observación del Comité de la CEDAW de Marzo de 2018, que solicitó al Estado de Chile una acción más decidida en favor de la aplicación de la legislación laboral a las trabajadoras y trabajadores domésticos, mediante inspecciones sistemáticas y actividades de sensibilización, en el contexto del control período que realiza este órgano independiente respecto de la aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
No se mejora el empleo del sector y/o las condiciones de informalidad en que se presta el trabajo doméstico, relajando estándares o desconociendo derechos laborales que se reconocen a otros empleos. Debemos avanzar en reducir la informalidad del sector, sin afectar derechos básicos.