¿Hasta cuándo la universidad se lava la manos de la fiscalización del buen funcionamiento de sus reglamentos?, es la pregunta que se hacen cinco estudiantes de la Universidad Diego Portales que desde este lunes se encuentran en huelga de hambre.

Esta nueva medida de protesta se suma a la toma de las once facultades de la casa de estudios, que se extiende por ya casi tres semanas, y en la que los intentos de diálogo han resultado hasta ahora infructuosos.

De acuerdo a un comunicado publicado por la Asamblea Feminista de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia, la movilización se debe al “incumplimiento y abandono del acuerdo firmado anteriormente, y a las distintas negligencias que ha cursado la universidad en el proceso de denuncias de víctimas de violencia sexual”.

En particular, el detonante de esta movilización, fue el accionar de la directora de la Escuela de Derecho de la UDP, quien rompiendo el acuerdo de confidencialidad que exige una denuncia de este tipo, compartió la información de las denunciantes con profesores y académicos, entre ellos el propio denunciado.

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Pero si bien este hecho fue el que detonó la movilización, luego de casi tres semanas de toma las demandas de las estudiantes se han complejizado, atendiendo al "incumplimiento y abandono", de los puntos acordados con la casa de estudios durante las movilizaciones de 2018.

Por esto, “dos compañeras de nuestra facultad, en conjunto con dos compañeras FACSyO, y una de educación respectivamente, iniciaron hace 10 horas una huelga de hambre en rechazo a las medidas tomadas por la universidad", explica el comunicado emitido desde la Asamblea Feminista de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia.

Además, en el mismo documento las estudiantes anuncian que la huelga de hambre "no será depuesta hasta que se respeten los acuerdos del año pasado, se firmen las garantías mínimas, se negocie nuestro actual petitorio y se retracten de los tribunales de honor emitidos durante las movilizaciones”.

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Desde la UDP en tanto, su rector Carlos Peña ha señalado por un lado que la universidad tomará medidas, pero por el otro se ha mostrado contrario a la forma en la que las estudiantes han llevado la movilización.

"La universidad adoptará una serie de medidas para perfeccionar sus protocolos - entre ellos, la creación de un órgano encargado de vigilar la calidad de nuestros procedimientos y una propuesta de agravar las sanciones cuando ellas sean procedentes- y debe estar , desde luego, abierta a discutir medidas adicionales; pero todo ello habrá de hacerse mediante sus órganos regulares", expresó Peña.

El rector detalló también que las exigencias de las estudiantes le parecen "desproporcionadas", y que adoptará todas las medidas a su alcance para evitar que "esta situación" -como denominó a las movilizaciones- continúe.

"El petitorio presentado el día de ayer es tardío y desproporcionado. Y plantea exigencias cuyo carácter incondicional no es posible aceptar. Lo que queda por hacer entonces es impedir, por los medios legales y reglamentarios hoy vigentes, que esta situación, que daña gravemente a la universidad, continúe", advirtió Peña.