“El ritual de Jane’s Addiction”: el libro sobre el álbum que significó el inicio del fin de la banda de Perry Farrell
No hay muchas dudas de la estrecha relación que Chile ha ido forjando con la figura de Perry Farrell, el inquieto músico creador de Lollapalooza. Pero antes de transformarse en un exitoso empresario del rubro del entretenimiento y que el mismo festival se convirtiera en uno de los eventos más exitosos del mundo -y de nuestro país-, el extravagante cantante oriundo de Queen dejó un indeleble legado en el incipiente submundo del rock alternativo de fines de los 80 e inicio de los 90, junto a su banda Jane's Addiction, un cambio irrepetible conformado por el guitarrista Dave Navarro, el bajista de Eric Avery y el baterista Stephen Perkins.
Justamente, fue la particular música del cuarteto la que asombró a Fabrizio Pedrotti cuando apenas tenía 12 años y sus padres le regalaron el fundamental libro "1001 discos que hay que escuchar antes de morir" (Robert Dimery, 2005). Además de ir reconociendo a las bandas clásicas del rock, también fue advirtiendo otros nombres como Stone Temple Pilots, Jethro Tull, Killing Joke, Bauhaus, XTC, Madness, Primal Scream, entre otros, con los que fue descubriendo el sonido "alternativo" del rock. Pero de todos, sería Jane's Addiction quien le causaría más impacto. «Me pareció totalmente novedoso, no sonaba a nada que hubiera oído antes. Era un espíritu de hard rock mezclado con postpunk y la voz de Perry me parecía de otro mundo», nos cuenta.
[caption id="attachment_308544" align="alignnone" width="730"] Foto: Azu Baeza[/caption]
Lo habitual del ritual
Pedrotti tiene 26 años y, de esos, ya lleva diez trabajando en el portal rock.com.ar -la enciclopedia del rock en Argentina-, donde hoy cumple un rol clave, ya que fue el artífice en incluir música anglo en aquella estricta (hasta no hace mucho) línea editorial. Este giro, de inmediato lo hizo destacar dentro de otros periodistas del rubro. Al respecto, nos hace el hincapié que igual ama profundamente la música argentina -«Los primeros discos que me compré en mi vida fueron de artistas sudamericanos, y son bandas que aún sigo escuchando y yendo a ver. Y las últimas bandas nuevas argentinas que me interpelaron fueron Hombrehumano, Wonderpub, Hoguera, Holms y Cenote»-, pero que notó cierta carencia en los medios musicales argentinos: «no había demasiado periodismo enfocado a los artistas internacionales, salvo los casos estrictamente mainstream o cuando las bandas en cuestión venían al país. Artistas como Mastodon o Ghost no tenían cabida en los medios tradicionales argentinos, aún cuando en Europa prácticamente encabezaban los festivales. Así que inconscientemente traté de abrir el panorama y llenar ese espacio y de no hacerle un reportaje a un artista internacional solamente "porque está de gira en Sudamérica" o "porque su nuevo disco haya llegado al platino", sino porque el entrevistado tuviera algo que decir. Por más que suene utópico, con todos los músicos que he hablado me siento a gusto con su obra, lo que no quiere decir que sea seguidor. También intento que, más allá de la música que haga cado uno, el lector sepa que va a encontrarse con un personaje que tiene algo interesante para contar. Me encanta que en la música haya divisiones por géneros, porque nos facilitan la búsqueda de determinados artistas, pero por otro lado creo que quienes se sacan el chip de "sólo escucho metal" o "sólo escucho rock progresivo" se van a encontrar con artistas muy ricos intelectualmente.
Con esta confesión, y con la influencia de los periodistas Günter Wallraff ("El periodista indeseable", 1970) y Neil Strauss ("Todos te quieren cuando estás muerto", 2011), Pedrotti asumió la tarea de escribir su primer libro, "El Ritual de Jane's Addiction", una ardua investigación de cinco años que alberga la historia completa del segundo y definitivo disco de la banda de Perry Farrell, Dave Navarro, Eric Avery y Stephen Perkins: "Ritual de lo Habitual", publicado en 1990. Este álbum, además de ser el último de su etapa más activa, significó el empuje de la cultura alternativa al mundo mainstream, incluyendo la creación del festival Lollapalooza, un año después. Entremedio de este hito y el inicio de su proceso creativo, se desarrolla toda una aventura que incluye lucha de egos, arrestos, sobredosis, ritos vudú, suicidios, censura, shows caóticos, racismo, sexo... todos los lugares comunes del rocanrol tal como nos cuenta su autor en entrevista: «en el seno del grupo había comportamientos totalmente dignos de una novela, porque a veces la realidad supera la ficción. Estaba Perry Farrell haciéndose 364 cortes en un día y experimentado con cultos paganos; Eric Avery teniendo una sobredosis para intentar suicidarse; Dave Navarro agarrándose a puño limpio con Perry, y Stephen Perkins manteniendo a la banda unida más allá de todo. Había orgías, arrestos, el nacimiento de la Generación X y toda una camada de bandas influenciadas por ese disco, entre ellos Anthrax, Deftones, Limp Bizkit, Suicidal Tendencies, QOTSA, Rollins Band, Living Colour (que además son algunos de los artistas entrevistados en el libro). Eran un verdadero colectivo disfuncional de personajes muy distintos, y es un milagro que hayan podido grabar "Ritual de lo Habitual", según lo que cuentan los propios personajes. En ese periodo, también, sucedieron cosas muy importantes en el mundo (como la aparición del SIDA, la proliferación de lo digital y las censuras del comité PMRC); se retiraba la época del glam y se generaba un nuevo movimiento. También me parecía que en la mayoría de los libros de historia musical faltaba un análisis sobre la camada de grupos que existieron entre Mötley Crüe y el grunge, como Jane's Addiction, Living Colour, Faith No More, Primus o Fishbone, porque el relato típico siempre nos cuenta que se pasó del glam al grunge, cuando no es tan así».
Hay muchas historias -que enriquecen el relato- que tienen que ver con actos o situaciones ilegales. Más allá que varias son conocidas y fueron cubiertas por la prensa en su momento, ¿cómo te fuiste ganando la confianza, sobre todo de los integrantes de la banda, para que te contaran todas esas cosas? ¿Hubo censura en algunas partes o peticiones que ciertas cosas no se contaran?
Una de las características de Jane's Addiction es que siempre fueron bastantes abiertos con respecto a los usos y abusos de sustancias, con lo cual no fue un problema. Ya desde el nombre del grupo o la tapa del disco (que tiene un bebé con una jeringa) hay una presencia muy clara de la heroína. En los 90s, incluso, Perry hacía declaraciones que rozaban en la apología a las drogas. Recordemos que incluso consumían speedballs (una jeringa en la que se mezclan heroína y cocaína a la vez). Así que creo que pasó todo lo contrario: como ya transcurrieron casi treinta años, se soltaron más a la hora de hablar de su pasado. Farrell me terminó describiendo cuáles eran las rutinas para inyectarse; Eric Avery me contó en detalle cómo fue estar en una clínica de rehabilitación, y personajes como Inger Lorre (cantante de The Nymphs) me relató cómo descubrió que era una adicta, al tiempo que describió la escena heroinómana de Los Ángeles y cómo Perry fue quien le "diagnosticó" su adicción. Angelo Moore, de Fishbone, me contó de cuando Perry le dio hongos "engañándolo", y todo eso está en el libro. Un ex mánager, incluso, me describió cómo hacían para conseguir drogas en el exterior sin que se enterara la policía. Así que están las típicas historias locas de sexo, drogas y rock and roll; pero sin perder el foco en la música ni hacer apología alguna. Es más: al final del libro hay un aviso en el que explicó que, si alguien está pasando por alguna situación similar de excesos o depresión, no dude en buscar ayuda.
Al finalizar la lectura, se da a entender que "Ritual de lo Habitual" es un disco fundamental para entender el rock alternativo de los 90's en EE.UU, una tesis inédita dentro de la historia de aquel periodo. ¿Crees que está subvalorada su relevancia frente a los relatos que se han armado en torno a REM, Nirvana o NIN, por ejemplo?
Me parece que sí, pero a la vez esos grupos tuvieron diferentes factores que los hicieron más populares, y era lógico que así fuera. Nirvana contaba con canciones mucho más radiables, y la muerte de Kurt Cobain los elevó a un status de leyenda y mito que sólo se da con los artistas que sufren esas tragedias (¡más allá de que su música era increíble y lo merecían!). REM tenía hits incluso más radio-friendly que Nirvana, y sobre todo, una carrera mucho más larga y sin sobresaltos que la de Jane's Addiction. Recordemos que Jane's contaba con sólo dos discos de estudio hasta 2003, y varias idas y vueltas y peleas por dinero. También fueron mucho más arriesgados, y ese fue el costo que tuvieron que pagar. En un capítulo de libro se explica cómo Perry tomó la determinación de lanzar un single de casi once minutos, porque total todas las radios estaban interesadas en escuchar música nueva de Jane's Addiction. Eran estrategias casi suicidas en términos de marketing. Igual creo que la banda no estaba demasiado interesada en pasar a la historia con un catálogo demasiado extenso: en el caso de Farrell, cada vez que rozaba el éxito con un proyecto, lo desmembraba. Una prueba de eso fue la primera separación de Jane's Addiction, que se dio cuando estaban en la cresta de la ola, en vez de tomarse un tiempo o hacer un cambio de miembros. Y cuando Porno For Pyros estaba ganándose un nombre, también los disolvió. Me parece meritorio en el sentido de que siempre hizo lo que quiso, sin importarle lo que dictara la industria; pero esa falta de constancia bajo un mismo nombre le jugó en contra. Grabó muchos discos a lo largo de su carrera, pero algunos están desperdigados bajo Jane's Addiction, otros con Porno For Pyros, otros con Kind Heaven, otros con Satellite Party, otros como solista... Él mismo le escapó al éxito mainstream, lo cual me parece bastante sincero a sí mismo.
En ese sentido, una de las entrevistadas más llamativas es Casey Niccoli -ex novia de Farrell- cuyo rol en la banda es determinante. Más allá de un análisis de género, ¿cómo crees que hubiese sido la historia seminal de Jane's Addiction sin su participación?
Según mi óptica, Casey fue la quinta Jane's Addiction. Fue imprescindible a la hora de la imagen, la creación de los conceptos (a ella se le ocurrió el nombre "Ritual de lo Habitual") y la dirección de los vídeos, por ejemplo. Con Perry armaban un equipo creativo que funcionaba muy bien, y una prueba de eso es que entre ambos crearon la tapa del disco, una mitad cada uno. Ayudó mucho en el aspecto artsy de la banda: una vez que Perry y ella se separaron, Jane's perdió mucho en ese sentido. Por eso, para mí, Casey tiene su mérito propio, más allá de haber sido su pareja. Fue una de las entrevistadas que más me costó conseguir, porque está separada de Perry desde mediados de los 90's y rehizo su vida con un nuevo esposo y una hija, entonces convencerla de participar en este proyecto llevó tiempo. Le hice varias propuestas a lo largo de los años, y creo que la convencí cuando le dije claramente que no quería indagar en cuestiones que la pusieran incómoda, y que iba a responderme lo que ella sintiera y que iba evitarle preguntas que le recordaran viejas heridas. Normalmente no da entrevistas. Pero finalmente se abrió y colaboró mucho, aunque fue un proceso casi psicológico y llevado a cabo con mucho respeto.
A la par, y teniendo en frente la maquinaria mainstream en la que se ha convertido Lollapalooza (y referente absoluto del establishment y la industria), ¿qué crees que queda de ese festival itinerante que nació bajo la filosofía de la independencia y la alternatividad?
En Sudamérica persiste el espíritu itinerario: se repiten los mismos artistas en Chile, Argentina y Brasil; que es la misma lógica que seguían en las giras por los Estados Unidos. Una crítica que yo mismo le hacía al festival en sus últimas ediciones era la falta de artistas de rock, pero si ves la grilla de 1991, se trataba de bandas "alternativas", que no sonaban en las radios y que no tenían espacio en los grandes medios. En ese sentido, las grillas fueron adaptándose a las nuevas generaciones, y hoy el rock no está en el mismo status que en 1990, por más que nos pese. Si analizamos los line-ups recientes, participan muchos artistas que justamente no conoce el público general, que no suenan en los medios "mainstream" (me refiero a radios de éxitos) y que, si no fuera por el festival, en nuestros países no tocarían, o lo harían en pequeños clubes. En ese sentido el espíritu se mantiene, aunque lógicamente que cambió la industria, y por ende, también el Lollapalooza. Además, hoy hay muchos sponsors detrás del festival, algo casi inexistente en 1991. Hay una visión mucho más macroeconómica y empresarial que la que tenían apenas arrancaban. Repito que dudo que el 90% de los asistentes al festival conozcan a Jane's Addiction, el trasfondo de la primera edición del festival o que sepan que Perry Farrell -además del organizador- es el cantante de un grupo que influenció a muchos. Por eso, también me parecía muy importante que existiera un libro así.
El Ritual de Jane’s Addiction
Fabrizio Pedrotti
150 páginas
Gourmet Musical (Distribuye en Chile Big Sur)
Precio referencia: $12.000
CONCURSO
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