"Ya no podemos garantizar la seguridad de las personas a bordo": Open Arms se declara en situación de necesidad tras 16 días sin poder desembarcar
"Después de 16 días a la espera de un puerto seguro donde desembarcar, de seis evacuaciones médicas y de haber informado sobre nuestra situación a las autoridades, sin que hayamos obtenido ninguna respuesta, nos encontramos en situación de necesidad y ya no podemos garantizar la seguridad de las 134 personas a bordo".
Este fue el comunicado que emanó desde la embarcación Open Arms, que se encuentra hace dos días en las costas de Lampedusa, Italia, sin poder desembarcar pese a su crítica situación. Así lo informa el portal Eldiario.es, que establece que el barco se ha declarado este sábado en "estado de necesidad", con gente que empeora su condición de salud y con constantes peleas a bordo.
Óscar Camps, fundador de Open Arms que es uno de los pasajeros de la nave, mandó un video a través de su cuenta de Twitter asegurando que la situación es "insostenible". "Se me caería la cara de vergüenza si fuese un político", dice Camps.
https://twitter.com/campsoscar/status/1162678579005669376?s=20
Pese a existir una orden desde el Parlamento Europeo, emitida ayer por su propio presidente, David Sassoli, de permitir cuanto antes el desembarco del Open Arms debido a la "emergencia humanitaria" que significa el tenerlos a la deriva, la Fiscalía de Agrigento se encuentra en estos momentos examinando todos los documentos relacionados con el barco, para ver por qué no han podido ingresar a puerto. Esto incluyendo un comunicado enviado por la Guardia Costera al Ministerio del Interior de Italia, en la que se establece que "no hay impedimentos de ningún tipo para el desembarco".
Este conflicto existe debido a que la ONG española dueña del barco, rescató hace 16 días a inmigrantes que se encontraban en el Mar Mediterráneo, razón por la cual el ministro del Interior de Italia - líder de la ultraderecha -, Matteo Salvini, aún se niega a dar la autorización para que la embarcación pueda arribar al puerto de su país.
"En 16 días ya habrían llegado tranquilamente a su casa en España. La batalla de la ONG es política, no humanitaria, jugada sobre la piel de los inmigrantes, vergüenza. Yo no me rindo", dice el jefe de Interior en un comunicado a través de sus redes sociales, desconociendo la crítica situación que viven los 134 pasajeros.