El New York Times acaba de publicar un reportaje que relaciona el algoritmo de Youtube con el surgimiento de la extrema derecha en Brasil. En dicho artículo, se explica que primero fue un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais, comandado por Virgilio Almeida, el que encontró que los canales de derecha en Brasil habían logrado expandir sus audiencias mucho más rápido que otros, y parecían estar alterando todo el ecosistema político del sitio.

Luego, vino la investigación de Jonas Kaiser y Yasodara Córdova, del Centro Berkman Klein de Harvard, y Adrian Rauchfleisch, de la Universidad Nacional de Taiwán, quienes programaron un servidor en Brasil para que accediera a un canal o algún término de búsqueda popular en YouTube y abriera las principales recomendaciones que surgían de esos videos. 

Al repetir este proceso miles de veces, los investigadores hallaron que después de que veían un video sobre política o incluso entretenimiento, las recomendaciones de YouTube a menudo favorecían canales de derecha llenos de teorías conspirativas y noticias falsas que buscaban apelar a emocionalidades en la población. 

Un elemento clave de la investigación es que constató que si los usuarios veían un solo canal de extrema derecha, entonces el sistema les solía mostrar muchos más. 

Y no es que YouTube sea de derecha, sino que ciertas emociones que atraen a las audiencias a los videos, como el miedo, la duda y la ira, suelen ser características centrales del extremismo de derecha.

¿Qué dice Youtube?

Según la propia compañía, en la actualidad 70 por ciento del tiempo total que pasan los usuarios en la plataforma lo pasan viendo recomendaciones del propio algoritmo. 

En ese sentido, YouTube se defiende y dice que su sistema de recomendaciones está diseñado para maximizar el tiempo que una persona pasa viendo videos, recalcando que esto no se hace para favorecer a ningún sector político. 

El vocero de la compañía, Farshad Shadloo señaló que YouTube ha “invertido grandes cantidades en sus políticas, recursos y productos” para reducir la propagación de desinformación perjudicial. Sin embargo, reconoció que : “Hemos visto que el contenido autoritario es muy popular en Brasil y es uno de los contenidos más recomendados en el sitio”.

Cabe destacar además, que Brasil, como muchos otros, es un país donde YouTube ya supera en audiencia a la mayoría de los canales de televisión.

Los bolsonaristas

Bajo esta lógica, los mismos integrantes del movimiento de la extrema derecha en Brasil —desde organizadores comunitarios hasta legisladores federales— afirman que su influencia no habría crecido tanto, ni tan rápido, sin el motor de recomendaciones de YouTube.

Uno de ellos es Maurício Martins, el vicepresidente local en Niterói del Partido Social Liberal de Bolsonaro, quien le atribuyó a YouTube el haber impulsado la “mayoría” de la afiliación al partido, incluyendo su propio reclutamiento. 

Según Martins, él llegó a la derecha por Youtube, que le mostró un video, y luego otro y otro, hasta que quedó enganchado con el tema. “Antes de eso, no tenía ningún antecedente de ideología política”, comentó Martins, quien afirma que las recomendaciones de reproducción automática de YouTube fueron su “educación política”.“Así nos pasó a todos”, reconoció.

Otro caso es del Carlos Jordy, quien llegó a la municipalidad de Niterói en 2017. Esto gracias a la popularidad que alcanzó en Youtube, donde publicó videos en los que acusa a los maestros locales de haber conspirado para adoctrinar a los estudiantes en torno al comunismo.

Jordy ha afirmado que con dichos videos obtuvo una “audiencia nacional” y que gracias a ellos consiguió su asombroso ascenso; que tan solo dos años después lo llevaría al Congreso federal.

“Si no existieran las redes sociales, no estaría aquí”, reconoce Jordy. “Y Jair Bolsonaro no sería presidente”, agrega. 

Bolsonaro

El actual mandatario de Brasil fue de los pioneros en YouTube en su país, pero fue cuando el sistema político de Brasil colapsó que se disparó su popularidad en la plataforma. 

Aunque los puntos de vista de Bolsonaro no habían cambiado, el clima político y social propició que la audiencia se inclinara hacia el segmento de extrema derecha en el YouTube brasileño, donde Bolsonaro era una de las principales figuras. Eso expuso a grandes cantidades de brasileños a los mensajes de Bolsonaro, en momentos en que el país buscaba un cambio político.

Crisis zika

Un último elemento del poder de Youtube sobre los ciudadanos brasileños tiene que ver con las políticas sanitarias. Una verdadera ola de desinformación ha obstaculizado los esfuerzos de las autoridades para combatir enfermedades como el virus del Zika. 

Al respecto, Mardjane Nunes, una experta en el zika que acaba de dejar un cargo importante en el Ministerio de Salud, afirmó al NWT que los trabajadores del sector salud de todo Brasil han reportado experiencias en las que los pacientes se niegan a usar los tratamientos para la enfermedad por informaciones en las que se afirma que son perjudiciales. En específico, las comunidades se rehúsan a utilizar el larvicida antizika, por lo que la enfermedad ha estado ganando terreno. 

“Las redes sociales están ganando”, lamentó Nunes. 

Las consecuencias de esta crisis han sido más notorias en las comunidades más pobres de Brasil, como es el caso de Maceió, donde existe uno de los porcentajes más altos de población afectada por el zika.