Roberto Bravo: "Piñera no es muy sensible a la cultura"
Una de las palabras que define al pianista Roberto Bravo es la transversalidad. Durante su carrera, el músico se ha dedicado a difundir obras y piezas de la más variada índole sin importar si esta es popular o docta.
De hecho, este domingo 16 de junio, el pupilo de Claudio Arrau, realizará un concierto en el Teatro Nescafé de las Artes en homenaje a uno de los grandes músicos de Latinoamérica. "Bravo Piazzolla" es el nombre del show que hará el instrumentista donde repasará a uno de los maestros del tango argentino.
Junto al pianista estarán, como ya es tradición, Nelson Arriagada –ganador Altazor 2010 con disco “Pal mundo”, del grupo DeKiruza- en el violonchelo, Rodolfo Jorquera –director en 2008 del festival Valparatango”- en el bandoneón, Montserrat Prieto –integrante de la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal- en el violín y Katy Campos -voz femenina de Orquesta Típica Male vaje y Mala junta tango- en el canto.
Previo a su presentación en el recinto de la comuna de Providencia, el músico conversó con El Desconcierto sobre su relación con la música del compositor argentino, su visión del rol social del arte e incluso de sus impresiones sobre el reggaetón.
"A Piazzolla lo conocí durante una gira en Suecia en los años 80', en casa de una amiga mía que vivía allá. Me mostró unos videos de él y me enamoré de su música inmediatamente porque es muy visceral, muy emocionante, muy pasional, muy de guata, con una gran nostalgia romántica pero dentro de lo que llamamos el tango contemporáneo", cuenta el músico.
-¿Cómo ha sido su relación con el tango?
-Mi madre tocaba el tango tradicional, pero después entré en ese mundo y escuché a Piazzolla también en Londres
- ¿Cómo fue esa experiencia?
-Potente, imagínate la energía y las melodías tan hermosas tocada por él. Después ya empecé a buscar partituras y empecé a grabar la música de él. Después hicimos el quinteto con los chicos acá.
-Este es un concierto que lo han hecho en otras ocasiones...
-Sí, de hecho hicimos un disco de este programa, en el último concierto que hicimos en el Nescafé en el año 2016.
-¿Cómo ha sido la recepción del público con este concierto?
-Muy buena. En la mayoría de los lugares donde hemos tocado ha estado la sala llena. En el caso del Nescafé, las veces que tocamos estaban agotadas las entradas.
-Usted se ha caracterizado durante su carrera por acercar distintos estilos al público. ¿Por qué ha tomado esta vocación?
Por una cosas súper simple. Me gusta toda la música que es hermosa venga del rubro que venga o del estilo que venga. Me gusta mucho la música del cine. Hago programas enteros de música de películas o hago programas enteros de la música que la llaman docta. La música europea o latinoamericana tanto popular como docta. Pero eso es porque me gusta todo tipo de música, no hago mucha diferencia entre una melodía bonita que viene del mundo europeo o la nuestra. La de Víctor Jara que me encanta, Silvio, Pablo, Violeta, etc. También me encanta la música de John Williams, la de Morricone, la música de películas japonesas, el jazz de Bill Evans. Ahora ando tocando un programa que lleva desde Bach hasta Michel Legrand que acaba de morir, un compositor de películas maravilloso
-Usted interpreta hasta la música de Coco....
-Sí eso está grabado con Andrea Cárdenas y lo incluimos en el programa. De hecho lo hicimos en Barcelona y el Tel-Aviv hace un mes atrás.
-O sea, usted también se va actualizando a medida que va saliendo música nueva
-Es súper simple. Si algo me gusta yo trato de tocarlo y compartirlo. Tengo un buen arreglador de temas, que se llama René Arangua. De repente, el recibe un tema que a mí me ha gustado y yo le digo, "por favor arréglamelo para piano o piano y voz o piano y violín".
-Tomando en cuenta que usted conoce mucha música nueva no puedo evitar preguntarle si conoce el trap...
-No, no lo conozco. y ¿A qué se parece?
-Es como un hip hop más lento...
-Eso es mejor porque se entiende la letra entonces. Siempre y cuando que la letra valga la pena porque el reggaetón es un desastre. Las letras son muy ofensivas sobre todo con la mujer. Eso no me gusta nada.
-A usted le importa el contenido también...
Bueno, la música es hermosa pero si de repente hay una música bonita no hay que usarla como instrumento de ofensa. Hay cosas en el reggaetón muy ofensivas. Tú los sabes ¿no?.
-Puedo reconocer que en las letras del reggaetón existe un contenido ofensivo pero eso también se da en otros estilos....
-Claro. Pero todo lo que ofende a al mujer no está bien. Espero que en eso estemos de acuerdo.
- ¿Cómo entiende usted el rol social que tiene la música?
-El rol social que tiene es unir a las personas y sanarlas. La música sana y es una tremenda medicina para el alma y el cuerpo. Tú sabes que la música se ocupa mucho con los pacientes de alzheimer o las personas que están un poco idas. A través del bolero o canciones que les recuerden momentos, ellos vuelven a la realidad. Por ejemplo, en la película Coco se ve el efecto del poder de la música, de recuperar a una persona que está muy ida y que a través de la música reconoce a su nieto y a la hija. Eso es muy poderoso, para curar, para tranquilizar, para armonizar a las personas hay mucha música que se recomienda en distintos momentos de la vida. Eso yo lo he visto en vivo y en directo cuando uno toca. El poder de catarsis que tiene la música.
-Vivimos en una sociedad donde tendemos a no mostrar nuestras emociones por distintos motivos....
-Eso es cierto y va todo muy rápido. Los hombres, en general, tratan de parecer duros pero en el fondo del corazón son igual de sensibles que las mujeres, lo que pasa es que tratan de no mostrarlo y eso no es bueno porque todos tenemos las emociones y no hay que complicarse con mostrar ese lado femenino que uno tiene, que tiene que ver con la emoción, con la sensibilidad, con estar atento a los colores, a muchas cosas.
-Dentro de esta visión social del arte, ¿Qué otro artistas chilenos o del mundo usted rescata?
-Daniel Barenboim, un pianista y director argentino-israelita, judío en realidad. Él hizo una orquesta para juntar los judíos y los palestinos, y tocan por el mundo juntos dando un ejemplo de unión a través de la música de dos pueblos que están en constante conflicto. Ese es un ejemplo admirable de lo que hace un músico con el poder de la música.
-También he escuchado que usted rescata la figura de Jorge Peña-Hen...
Bueno, Jorge es un ejemplo en Latinoamérica porque creó las orquestas juveniles. De hecho el profesor Abreu que creó un programa muchísimo más grande que el chileno en Venezuela, que ha sido maravilloso con más de 500 orquestas juveniles, se inspiró acá. Ahora, Jorge tuvo un final muy trágico porque murió con la Caravana de la Muerte, entonces se echa mucho de menos.
-¿Qué cree que falta a nivel de Estado para potenciar aún más la cultura?
Mira, Piñera no es muy sensible a la cultura como era el presidente Lagos, la presidenta Bachelet e incluso el presidente Frei, pero de todas maneras se mantiene el programa de orquestas juveniles porque se hace un rescate social a través de la música. Se están construyendo nuevos teatros a lo largo de Chile, pero siempre falta plata para instrumentos, para becar a niños talentosos, siempre los presupuestos en cultura no son suficientes. Hay mucho talento en Chile en todas las áreas no solamente en lo que se ve.