Qué se lee: Camila Gutiérrez, libros para entender la bisexualidad

Qué se lee: Camila Gutiérrez, libros para entender la bisexualidad

Por: Elisa Montesinos | 17.05.2019
Si en "Joven y alocada" la autora relataba sus primeras experiencias bisexuales y cómo esto chocaba con su formación en el seno de una familia conservadora y evangélica, ahora se apresta a publicar "Oscurito" por Penguin Random House, que adelanta no va de temática LGTB. Aquí recomienda lecturas que para ella fueron importantes en sus inicios como escritora de la disidencia sexual:

Más que nombrar a libros para hacer un panorama general, voy a nombrar algunos textos que para mí han sido importantes.  “Hablar Lenguas”, de Zadie Smith, que está en un libro que se llama Cambiar de Idea. Y  Fruta Prohibida y Para qué ser feliz si puedes ser normal, ambos de Jeanette Winterson.

Los dos de Winterson tratan el tema lésbico de forma bien directa. Fruta prohibida fue su primer libro -salida del clóset editorial en todos los sentidos- y relata su infancia y juventud como lesbiana y adoptada en una familia ultra cristiana conservadora, y cómo va rompiendo con los moldes. Es un libro triste y divertido al mismo tiempo, y tiene una virtud hermosa: te hace identificarte sin usar trucos de autoayuda. Si existe la escala Richter de la autobiografía, Fruta Prohibida sería un terremoto piola y Para qué ser feliz si puedes ser normal es uno tipo 2010. Si en el primero, Winterson le ponía algo de ficción-ficción, acá no parece. No al menos como estrategia evidente. Quizás por eso sea un libro de tristeza más seca, tristeza-tristeza. Aquí habla de lesbiandad pero la historia central es en torno a las madres. La adoptiva y el encuentro con la biológica.

Por último, Zadie Smith. Es medio tramposo recomendarla porque el texto que nombro no habla de lesbiandad ni de bisexualidad sino que de ser “biracial”. Zadie Smith tiene padre inglés y madre jamaiquina, y en este ensayo autobiográfico habla de lo que es estar en dos mundos al mismo tiempo, de pertenecer -en parte- al privilegio y -en parte- a los márgenes. Cuando lo leí, hace años ya, me sirvió para poder entender y explicar la bisexualidad.