Oh, santo Joaquín Lavín
Joaquín Lavín, el mismo genio al que se le ocurrió que con dos lucas podíamos comer cuatro personas, vuelve a la carga con un nuevo milagro. Esta vez, el milagro permitirá salvar la actual política de vivienda y eliminar la segregación social. Y eso con tan solo “85 departamentos sociales” a todo lujo, con paneles solares, gimnasio, estacionamiento.
¡Pero qué maravilloso! Nos llegamos a emocionar con este acto de buen corazón digno de texto bíblico con el que pretende salvar a la actual y nefasta política de vivienda.
¡Cómo no pronunciarnos ante tanta maravilla! Andha Chile, organización social –disculpen, dijimos “social”… ¡no se vayan a molestar y saquen las cacerolas de cerámica y teflón nuevamente! –, agrupación nacional que lucha por los derechos habitacionales, hacemos la siguiente declaración pública:
Más allá del clasismo que ha despertado la construcción de 85 departamentos denominados “viviendas sociales” en Las Condes, queremos denunciar los verdaderos intereses económicos y electorales que están detrás de estos anuncios. Los 14 años que llevamos como organización defendiendo el derecho a la vivienda nos permite hablar y denunciar con toda propiedad el negocio millonario que se concretará con la construcción de estos departamentos, negocio millonario que las autoridades políticas bien conocen y que han denominado “barrios integrados”.
Los “barrios integrados” son proyectos que se están construyendo en todo el país. Formalmente se deben llamar así porque eso les permite bajar los costos de los terrenos que están en los planos reguladores y que los municipios negocian con las constructoras, las que, a cambio de financiamiento de futuras campañas electorales, se los compran a precio de huevo. Estas supuestas “viviendas sociales” se pagan con créditos bancarios; es decir, las familias que sean “beneficiadas”, deben adquirirlas endeudándose por 30 años con la banca privada. Por su parte, el Minvu hace lo suyo: les otorgará a las familias un subsidio que complementará al crédito. Y con esto la ecuación de ganancia perfecta para la banca y las inmobiliarias queda lista, pues el subsidio es garantía estatal: en caso de remate, el Estado le paga al banco.
Este negociado que las inmobiliarias, la banca y los gobiernos neoliberales de la Concertación/Nueva Mayoría y Chile Vamos vienen aplicando hace un par de años, les permite bajar los costos del terreno y quintuplicar así las ganancias económicas. Además, claro está, de acrecentar las ganancias políticas. Con la formalidad ya hecha y las familias ya designadas, comienza la siguiente etapa, que es esperar los frutos de estos negociados. En condiciones de mercado, fácilmente estos departamentos “sociales” costarían sobre los 150 millones de pesos; es decir, no cualquiera se podrá ir a vivir ahí. Pero como esto es un “barrio integrado”, algunos de estos departamentos serán entregados “gratuitamente” a un par de familias; con eso cubrirán cualquier cuestionamiento que pudiera haber.
Así que si el temor para los vecinos de Las Condes era que llegaríamos los pobres a vivir a sus barrios… ¡olvídense! Las viviendas que nos construyen para nosotros/as los/as pobres se llaman dinámicas sin deuda y son de tiza y cartón. Las que se dicen vivienda social o económicas sólo prestan el nombre para bajar precios de terrenos y mantener así un negocio multimillonario, que descansa en el traspaso indiscriminado de familias a la banca; así ocultan el déficit en la construcción de viviendas sin deuda.
Por todas estas razones, decidimos pronunciarnos: es inmoral que los que saben esto no lo digan. A los señores y las damas con las cacerolas les decimos: tranquilos, no somos nosotros quienes llegaremos a vivir ahí. Pero sí llegaremos el lunes a primera hora a criarles sus hijos, a lavarle el poto a sus guaguas, a limpiarles su mugre… Pero no se preocupen, no llegaremos, al menos no todavía, a vivir allí. Serán las familias y los hijos de ustedes mismos que muy bien han sabido ocupar beneficios que deberían ser para nuestras familias, como, por ejemplo, las becas en manos de hijos de ministros, subsidios en manos de ricos, pensiones millonarias pagadas a políticos.
Esta burla de “política de vivienda social”, esta nueva pista de nieve en Parque de Los Reyes, este nuevo balneario a orillas del Mapocho, no es otra cosa más que una de las conocidas payasadas efectistas de Joaquín Lavín, las que han hecho escuela y se han convertido en estrategia de gobierno municipal en decenas de comunas del país, de Recoleta a La Florida. El único gobierno que no solo pensó sino que además hizo verdaderas viviendas dignas y de calidad que hasta el día de hoy están intactas y en las que además viven muchos de ustedes, oh ilustres e inmaculados vecinos de Las Condes, fue el gobierno de la Unidad Popular con el presidente Salvador Allende.
Sólo una cosa nos queda por decirle a Joaquín Lavín: si está buscando resucitar su penosa y fracasada carrera política y quiere congraciarse con el electorado popular para una posible postulación senatorial o a diputado en las elecciones de 2021, que tenga un mínimo de decencia y que no se ponga a hacer campaña efectista con una problemática muy compleja y dolorosa para millones de chilenas y chilenos, como es el grave déficit de vivienda digna y de calidad. Pretender hacerse cargo del problema con 85 departamentos es una maniobra con mucho beneficio mediático, pero es abiertamente insultante para quienes vivimos día a día la vulneración al derecho a una vivienda digna.
¡Si somos rebeldes y revolucionarios debe ser porque Dios lo quiso así!
Roxana Miranda Meneses
Dirigente Nacional
Agrupación Nacional Derechos Habitacionales
ANDHA Chile