20 meses sin verdad ni justicia para Macarena Valdés: Movilización en defensa de las aguas y los territorios
El pasado domingo 22 de abril se cumplió 1 año y 8 meses desde el asesinato sin verdad y justicia de la activista ecologista mapuche Macarena Valdés, perteneciente a la Comunidad Newen-Trangui en la localidad de Panguipulli, XIV Región, Chile.
Recién en enero de 2018, a partir de una autopsia lograda por una persistente presión social, se obtienen pruebas científicas de que Macarena habría estado muerta antes de ser colgada en aquella viga de su casa el 22 de agosto del 2016. Se ratifica lo que afirmaba su familia y comunidad: Macarena había sido asesinada y todo estaba envuelto en un montaje de suicidio. Durante 18 meses, negligentemente, el Servicio Médico Legal y la PDI sostuvieron que Macarena se había suicidado, y Fiscalía no procedió a investigar debidamente, situación que hasta el día de hoy sigue inconclusa.
En marzo de 2018, al menos 70 organizaciones emplazan a la Fiscalía Nacional exigiendo un proceso que apunte a la verdad y justicia en este crimen empresarial:
“Existiendo antecedentes de amenazas previas a la familia Collio – Valdés, existencia de personas sindicadas como sicarios, amenazas a otros/as vecinos/as del territorio, transgresiones por parte de la empresa a lugares de significación cultural, la imposición de un proyecto sin que exista consentimiento en el territorio por parte de diversas familias mapuche e informes periciales forenses que dan cuenta de un asesinato y aún así, la Fiscalía se quede de manera ligera e irresponsable con una única impresión utilizada como 'categórica' que es el insuficiente informe inicial de autopsia de la víctima, catalogando como un “suicidio” e incluso intentando en más de una ocasión de cerrar arbitrariamente la investigación”.
Macarena y su comunidad encarnan la desobediencia política al orden y sumisión de quienes se organizan y oponen activamente resistencias al avance pseudo-desarrollista de megaproyectos multinacionales en diversos territorios del mundo, en este caso, la Comunidad Newen-Trangui se oponía a la implementación de una hidroeléctrica del Holding Austro-Chileno RP Global.
En este escrito buscamos generar un diálogo entre el movimiento ambientalista y el movimiento feminista. La motivación no nace por el sólo hecho de que Macarena haya sido mujer, pero tampoco creyendo que ello sea neutral. Sino, desde una “postura crítica no esencialista que no piensa a las mujeres más cercanas a la naturaleza tan sólo por ser mujeres o que ellas en sí mismas contengan una mayor comprensión de la vida que los hombres. Más bien, desde el rol asignado por el patriarcado en la división social sexual del trabajo -a través de distintos mecanismos de dominación- hace a las mujeres estar más cercanas al mantenimiento cotidiano de la vida, y con ello, a determinados conflictos”, en este caso, a un conflicto medioambiental con impacto y aniquilación local pero de carácter global.
Desde dicho ángulo, el desacato al orden de dominación por parte de Macarena, al ser ella parte activa de la organización de su comunidad, le trae como consecuencia ser carne del castigo -feminicidio empresarial- que repercute políticamente al conjunto de Newen-Trangui. Lo anterior no se sustenta sólo en retórica: en mayo del mismo año -2016- en un polémico discurso de corte fascista dictado en Roma por parte de Francesco Starace, actual Director General de ENEL -empresa multinacional productora y distribuidora de energía eléctrica y gas-, recomendó “inspirar miedo y castigar a los que se oponen” a la implementación de proyectos e intereses empresariales. Además agrega la necesidad de identificar lo que él denomina los “ganglios” de una organización y “golpearlos” para generar miedo, indicando que “debe hacerse rápidamente, con decisión y sin descanso...luego, al cabo de unos meses, la organización entiende, porque a las personas no les gusta sufrir. Es fácil”. Hizo un eco global al lema criollo: “Por la Razón o la Fuerza”.
“Que se sepa que a la 'Negra' la asesinaron por ser mujer y alzar la voz”, afirma el werkén Ruben Collío, su compañero.
Bajo el marco de lo dicho, sostenemos que el desencadenamiento de acontecimientos previos y posteriores al asesinato de Macarena no hubieran sido posibles sin el actuar de los aparatos estatales que por omisión, procesamiento o represión generan una abertura que hace posible la implementación de facto del aparataje técnico del proyecto empresarial en Octubre del mismo 2016.
Las instituciones estatales facilitadoras de esta cadena de acontecimientos son: Carabineros y Fuerzas Especiales (GOPE) por hacer uso de fuerza represiva en interés del grupo empresarial; Servicio Médico Legal (SML) y Policía de Investigaciones (PDI) por no haber realizado los debidos procedimientos y haber construido una tesis de suicidio que se sostiene durante 18 meses; Fiscalía de Panguipulli y Nacional por no proceder hasta el día de hoy a investigar debidamente el caso; las autoridades de gobernación regional y nacional por no interceder eficazmente en la implementación del proyecto hidroeléctrico y su eterno silencio en el proceso carente de Verdad y Justicia de aquel crimen empresarial.
Mañana sábado 28 de abril ha sido convocada una nueva movilización plurinacional por parte de múltiples organizaciones territoriales y activistas. Desde el movimiento por el Agua y los Territorios se reconoce que la forma de organización política, económica, religiosa y social de dominación del hombre sobre la mujer ha servido de base para el dominio simbólico y material sobre la mayor parte de la humanidad y de los ecosistemas. La Negra es la primera mujer activista ambiental y mapuche, en Chile, en ser asesinada impunemente por luchar por la defensa de su territorio en pos del buen vivir de nuestros pueblos. Es por eso que exigimos justicia para Macarena y el fin de la criminalización de la lucha socioambiental.
Proyectar el avance articulado de las resistencias se hace necesidad ante el avance de la maquinaria biocida, patriarcal, colonial y capitalista en los territorios y su impacto exponencial en nuestros modos de vida, que no hacen más que perpetuar el privilegio de unos pocos a costa de la explotación de grandes masas humanas y los recursos de la tierra. El llamado es a construir entre feministas, ecologistas y las diversas formas de resistencias una estrategia política común de movilización y rebelión al modelo de desarrollo global que aniquila la vida, los territorios y los cuerpos.