El valor de Medina

El valor de Medina

Por: Pipo Peña | 15.03.2018
Seguramente asimilar desde tu escenario eclesiástico este punto es complejo. Puedo entenderlo. Comenzando por tu condición de hombre, la cual compartimos, pero terminando por tu condición de dueño de la moral, la fe y la ética, de la que ciertamente bajo tus cánones establecidos históricamente no pertenezco al parecer.

El pasado domingo 11, el carismático cardenal Medina señaló que; “en temas valóricos, la señora Bachelet hizo todo el mal que pudo. Fue el adalid del aborto”.

Habló el adalid de la iglesia correcta, cercana y profunda.

Cardenal, que declara con total soltura culpando a la presidenta en ese momento, de ser quien defiende el aborto como acto por sobre los derechos que pueda tener el ser humano de discernir frente a su vida.

Medina, amigo. Aquí te equivocas. Hoy, gracias a Dios, la sociedad está luchando para que se construyan directrices coherentes a los tiempos y que sean capaces de proteger de manera plena al ciudadano independiente de su categoría.

Seguramente asimilar desde tu escenario eclesiástico este punto es complejo. Puedo entenderlo. Comenzando por tu condición de hombre, la cual compartimos, pero terminando por tu condición de dueño de la moral, la fe y la ética, de la que ciertamente bajo tus cánones establecidos históricamente no pertenezco al parecer.

El acto, el aborto en este caso en concreto, es una acción que durante décadas se realiza de manera oculta, clandestina y bajo condiciones que no podríamos imaginar. No tenemos idea el proceso sicológico ni físico que puede provocar un proceso como este. Pero como tal, como acción ya realizada, debemos hacernos cargo como sociedad y entender que la prohibición ni hoy ni nunca ha condicionado a la no ejecución. Entendido esto, tenemos dos caminos; Por un lado, simplemente hacernos los huevones y dejar que sigan arriesgando su vida mujeres anónimas.Y por otra vereda, proceder a tomar consciencia respecto a esto y ser responsables como sociedad, tanto en su estudio, su teoría, su responsabilidad y finalmente en su práctica por supuesto.

Don Jorge, personalmente creo que hacerse el tonto frente a este tipo de temas no es lo más coherente.

Podría entender que Bachelet, la señora, lo habría hecho mal de ser esta sociedad, la chilena, una sociedad católica. Podríamos comprender mejor sus palabras y acusaciones de encontrarnos en un territorio donde la iglesia tenga poder social y valórico relevante. Empero, entre tanto abuso, mentira y desapego de la realidad; ¿Qué sociedad puede sostener valores como los postulados por usted?.

La inconsecuencia por parte de la iglesia cardenal, nos ha demostrado y al mismo tiempo confirmado que las sociedades laicas y pluralistas, que se enriquecen a partir el respeto y la tolerancia por sobre postulados históricamente defendidos desde la tribuna de la autovalidación del saber, poseen más valor y más entendimiento del ser.

El entendimiento de nosotros, como seres terrenales, comienza mirándonos a los ojos y enterándose de lo que somos realmente.

Es por todo esto que debemos ser conscientes de nuestro prójimo, hacer el esfuerzo de entenderlo y trabajar para que juntos construyamos una sociedad para todos y no solo para algunos.

Una reflexión para dormir: “Solo nos convertimos en lo que somos a partir del rechazo total y profundo de aquello que los otros han hecho de nosotros”. Jean-Paul Sartre.