Frente Amplio en el Congreso: El Chile que queremos y tú responsabilidad
Sabíamos que Chile no es sólo SQM, no es el fiscal fan de la impunidad, ni la institución que abusa, Chile somos nosotros, tan diverso y variado como el cerro en el que vivo, tan madrugador como la tía del kiosco de la esquina, y de tanto trasnoche como nuestros viejos que jubilados están en las conserjerías o bombas de bencina laborando hasta el amanecer.
El año recién pasado, hemos demostrado que un grupo de personas decididas, apoyadas por parte importante de nuestro País, y sin miedo a ocupar lo público, sin titubear frente al poder, puede llegar a imponerse a quienes se creían superiores, intocables y poderosos.
Creo importante ver la perspectiva histórica de tan valiente año. Que continuemos en las calles y espacios públicos dando esa educación cívica que nos negaron en las escuelas. Hoy se está defendiendo más que una causa local o nacional, estamos defendiendo la dignidad que debiera ser inherente a cada sociedad, estamos defendiendo la posibilidad de desenmarañar la política del dinero, la posibilidad de que la voluntad valga más que un billete.
Y lo sabemos. Cada uno de nosotros, individualmente puede lograr muy poco. Juntos somos fuerza. Por lo que esta entrada al Congreso, no esperen más de nosotros, de lo que nosotros esperamos de ustedes. No nos pusieron acá para que en solitario, hagamos el trabajo que debemos seguir tejiendo en colectivo.
No podemos permitir que al entrar, al edificio peor evaluado por la sociedad chilena nos sintamos cómodos, mimetizados. Al ver las sillas de la cafetería de 320 mil pesos cada una, es inevitable pensar en los salones de las escuelas públicas que sirvieron de puntos de reunión cuando conformamos el programa de Beatriz Sánchez y el comando de nuestras candidaturas. Así, es que mucho más difícil que dar un buen discurso, mucho más difícil que escribir lo oportuno en redes sociales, es que avancemos manteniendo la línea, sin desviarnos un centímetro de ella, durante cada instante de esta tarea.
Así, que toda nuestra acción hable de justicia, alegría y solidaridad. Si en algún espacio, no estamos hablando de esto, es que puede que hayamos comenzado a perder el rumbo.
Que cada día, pensemos en lo que cambiaríamos, en lo que propondremos, en cómo hacer más digno nuestro país. Ustedes, al igual que yo, sabemos que el mal hablado “desarrollo” no se trata de cuantas veces podemos ir al cine, cuantas tenidas de marca o de cuantos paseos a la playa podemos darnos, sino, que se trata de sentirnos libres, de tener la capacidad de ejercer esas libertades de las que algunos se llenan la boca, de no perder la humanidad, de ser dueñas y dueños por igual de nuestra ciudad, de nuestro país, de practicar la solidaridad cotidiana, de revivir el barrio, de mirarnos al rostro y sonreír.
Así, es que creo que la unidad es un factor preponderante para el desarrollo del futuro. Nuestra coalición ha roto las teorías y pronósticos tan comentados en los paneles de opinión. Hoy, todos y todas están invitados. Que cada frenteamplista, independiente del candidato que apoyó, se sienta y sea parte de cada uno de las y los representantes que resultamos electos y por sobre todo, del despliegue territorial del Frente Amplio.
Y para continuar creciendo, no dejemos de hablarle al País, no perdamos nuestros esfuerzos hablando entre los ya convencidos. Nuestro proyecto fracasará si la expectativa se reduce, si abandonamos el ir por todo.
Nos han puesto muchas etiquetas de juventud, y en vez de buscar ejemplos contrarios, creo que debemos reconocer su valor, el encanto que debe estar cuando se note que somos juventud no por el promedio de edad, sino por la capacidad de crear, reír, trabajar y proponer, con actitud rebelde, y levantando emociones. No nos volvamos una coalición de carnet joven con actitud añeja.
Nuevos frenteamplistas y nuevos dirigentes surgirán en esta nueva etapa. Bienvenidos todas y todos, la fuerza que necesitamos para el País que queremos, necesita del poder de muchas y muchos, donde sea que estemos vamos aportando, pues no esperen más de nosotros de lo que nosotros esperamos de ustedes.