El machi Celestino Córdova ya suma dos días en huelga de hambre, una decisión que tomó desde el interior de la Cárcel de Hombres de Temuco, donde cumple condena como el único condenado por el caso Luchsinger Mackay.

El machi solicita 48 horas para una salida urgente a renovar su sitio espiritual -rewe- exigiendo respeto y derechos como autoridad espiritual mapuche. También pidió libertad para ejercer creencias espirituales y ceremoniales mapuche.

Su protesta se suma a la de Ariel Trangol, quien también exige un cambio en su medida cautelar a arresto domiciliario.

"Con fecha 13 de enero del presente año he tomado la decisión de iniciar una huelga de hambre líquida en forma indefinida. Drástica decisión que el Estado de Chile a través de sus distintos actores gubernamentales e institucionales me ha forzado a tomar, por la nula respuesta de nuestras solicitudes que hemos presentado con el conducto regular, en forma transparente, respetuosa y dialogante", sentenció el machi.

Córdova también pidió que se habiliten módulos exclusivos para miembros de pueblos indígenas en las cárceles del país, acorde a sus vidas y costumbres. Además, exigió la aplicación del Convenio 169 de la OIT.

En tanto, familiares y amigos del machi también dieron a conocer un comunicado público, en donde señalan que "él no está bien ni física ni espiritualmente, el estar lejos de su rehue hace ya 5 años lo mantiene gravemente enfermo, condenar a un machi a estar lejos de su rehue es condenarlo a muerte lenta".