Alejandra Matus, autora de "Mitos y Verdades de las AFP": "El proyecto inicial era con las Fuerzas Armadas"
Desde el pasado miércoles, en distintas librerías se encuentra disponible el libro "Mitos y Verdades de las AFP", una investigación realizada por la periodista Alejandra Matus –quien también es autora de "El libro negro de la justicia chilena" y de la biografía "Doña Lucía" (Lucía Hiriart)– que aborda las creencias más comunes, y también realidades,sobre las que se crearon y expandieron las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en Chile.
En entrevista con El Mostrador, la periodista explicó que "antes de seguir diciendo que este es el mejor modelo o esta es la forma para reformular, había que detenerse para informar qué es lo que hay. Qué hay de cierto o falso en lo que se discute", y profundizó en algunos de los puntos que trata en la publicación, y que se sintetizan a continuación.
Si se cotiza de forma permanente, igual no se obtienen buenas pensiones. "El mito mayor es creer que, si te portas bien, que eres un trabajador ordenado, sin lagunas y has cotizado constantemente y en forma estable, vas a tener una buena pensión. Ese es el principal mito", afirmó la periodista.
Además, agregó que "todo el mundo, de Piñera para abajo, dice que este sistema da malas pensiones porque la gente es inestable, tiene lagunas, los sueldos son bajos. Pero si te vas al contraejemplo, al del niño símbolo de la AFP, tampoco tiene una buena pensión y proporcionalmente está más castigado que un sueldo bajo".
El sistema no sólo considera la expectativa de vida del titular. "Lo que hace la AFP es una especie de algoritmo donde está no solo la expectativa de vida tuya sino que la de tu pareja y, si tienes, de tu hijos y también de todos los potenciales beneficiarios de tu pensión, como de jubilación o invalidez", explica Matus.
"Todos estos elementos entran a un cálculo que, por lo tanto, extiende ese fondo de pensiones hasta cubrir la mínima posibilidad de que tú vivas hasta los 110 años. Hasta cubrir la posibilidad de que, si te mueres y alguien te sucede y es potencial beneficiario de tu pensión de viudez y beneficencia, esa persona también pueda vivir determinados años", continuó.
Es imposible obtener buenas pensiones. "Es imposible que te dé una pensión como prometió José Piñera en su tiempo, que sea equivalente a más del 70% de tu último sueldo", señaló Matus. La periodista explicó que, de acuerdo a la información que dispone la Asociación de AFPs, "la mejor que tienen es una que te calcula el promedio de tus diez últimos años de sueldo y tal vez ahí puede haber una superior a los 700 mil pesos. Pero la mayoría de las personas e incluso las que tienen buen comportamiento, tienen pensiones de entre 500 a 600 mil pesos".
Los titulares de las cuentas no son dueños del dinero. Matus señaló que esta es una de las creencias que, culturalmente, está más expandida pero que sin embargo, no se condice con la realidad dado que no existe la posibilidad de retirar el dinero o invertirlo en otra cosa.
"Por lo que el libro demuestra, el sistema está hecho igual que en el sistema de reparto, solo que acá alguien se queda con una porción del tema. Si tú lo ves como un globo, mensualmente solo una pequeña proporción es para pagar pensiones. El resto se queda ahí, y sigue aumentando el pozo porque todos los meses los trabajadores vuelven a contribuir y las AFP gastan menos de lo que reciben en pensiones. Por lo que tú no recibes tu plata. A los jubilados les pagan con el dinero que entra de los cotizantes activos", ahondó.
Las Fuerzas Armadas estaban consideradas en el proyecto inicial. A pesar de la creencia de que el cambio al sistema de AFP es un proyecto ideado y aprobado por la dictadura, Matus señaló que Augusto Pinochet "tenía todas las aprensiones razonables. En esta discusión fue razonable".
Las actas demuestran que el dictador y sus colaboradores pusieron en duda las premisas del proyecto de José Piñera, como que el sistema de reparto estuviera quebrado, que efectivamente se alcanzara una tasa de reemplazo de un 70%, o que no se fuera a perjudicar a la mujer. Sin embargo, los balances de poder los hicieron cambiar de opinión. "Piñera persuadió a Merino y a Matthei por un lado. Lo que era la mitad de la Junta y la mitad más poderosa. Pinochet tenía al Ejército, pero a su lado tenía a Mendoza, que no está a la par de Merino y Matthei", relató.
"Por otra parte, Piñera hizo valer la fuerza de los civiles y los Chicago Boys, el poder económico que estaba dentro de la dictadura y que Pinochet temió perder", prosiguió la periodista, quien explicó que ante el peligro de no contar con los profesionales de Chicago, el líder de la junta se abrió a negociar.
"Sabía que le estaban vendiendo una pomada. Se lo dijo así a Piñera en su cara. Al final cedió porque quería quedarse en el poder y porque Piñera le aseguró que las FF.AA. iban a quedar fuera. El proyecto inicial era con las FF.AA. en las AFP", concluyó.