Habla Belén, la mujer que cayó presa por aborto espontáneo: “¿Quién me va a devolver los 3 años que pasé encerrada?”
El caso de Belén, la mujer de Tucumán que este lunes fue absuelta luego de pasar casi tres años en prisión por un aborto espontáneo en Argentina se convirtió en un símbolo para las activistas feministas.
La joven fue encarcelada arbitrariamente después de sufrir un aborto espontáneo en la guardia del Hospital Avellaneda, adonde llegó por un dolor de panza y se la llevaron esposada a una cárcel.
“¿Quién me va a devolver los tres años que pasé encerrada?”, preguntó retóricamente. “Este fallo les va servir a muchas otras mujeres para darse cuenta de que tenemos derechos", aseguró.
La joven, de 29 años, relató que en sus primeros días con libertad "me agarraban ataques de ira y gritaba un montón en mi casa. Por todo lo que pasé. Empecé a hacer terapia. Lloré un montón. Después tuve ataques de pánico, y no podía salir a la calle, salvo que saliera con mi mamá o mis hermanos. Gracias a Dios lo superé". Sin embargo, aún vive episodios traumáticos: "El otro día me desperté llorando, me veía rodeada de hombres, de policías, tal cual como cuando desperté en la guardia y me estaban mirando abajo [en sus partes íntimas]. Ahora estoy más tranquila", explicó.
Belén reveló su temor a los hospitales, donde fue maltratada el día que acudió al centro médico por los dolores abdominales: “Espero superarlo”, afirmó. Y agregó: "No todos los médicos son como los que me denunciaron a mí. Pero lo que me pasó a mí le podría haber pasado a varias. A mí, además, no me defendieron bien. Los abogados que tuve me señalaron con el dedo. Hasta que apareció Soledad [Deza], que me enseñó que tengo derechos, que tenía que hablar, que no estaba sola”, dice Belén en entrevista a Página/12, en referencia a la abogada de Católicas por el Derecho a Decidir, que se enteró de su ilegal encierro y articuló su defensa.
Según informó el medio, el abogado particular que contrató la familia, Abraham Musi la dejó en banda unos días antes del inicio del juicio porque los padres de Belén no lograron juntar el monto total que les exigió para su defensa. La joven detalló que la familia le pagó 7.500 pesos pero que el letrado pedía 20 mil y además le hizo creer que había pruebas que la incriminaban.
Inicialmente fue imputada por una figura inexistente, aborto seguido de homicidio. Luego, los tribunales la condenaron a ocho años de prisión por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”, en un proceso judicial que, como corroboró la Corte tucumana en su fallo del lunes, violó los derechos de la joven.
Ahora Belén piensa en escribir su propia historia.