Como una 'larga y perturbada sesión' describe el periódico brasileño Folha de Sao Paulo la jornada de discusión en el parlamento de Brasil durante la madrugada de este miércoles. Cuando, en una votación simbólica, se aprobó la revisión de la meta fiscal con una elevación del déficit primario para 170,5 billones de reales. Esta votación puede ser considerada la primera victoria del Presidente interino de Brasil, Michel Temer, junto al poder Legislativo.

Temer anunció ayer una serie de medidas de austeridad bajo el argumento de poder aliviar una de las peores crisis económicas en las últimas décadas. El primer dardo apuntó hacía la educación, pues el antes aliado de Dilma Rousseff anunció que eliminaría un fondo para invertir en esta materia el 25% de la recaudación de impuestos municipales y regionales y el 18% de los federales.

Esta mañana los parlamentarios aprobaron el objetivo de cerrar este año con un déficit récord, que equivale al 2,75% del Producto Interno Bruto (PIB) antes del pago de los intereses, lo que casi duplica los cálcuos más recientes presentados por el Gobierno de Rousseff.

La alteración de la ley de prepuestos contempla que la economía brasileña registrará este año una recesión del 3.8%. El presidente del Senado, Renan Calheiros se sumó al discurso de Temer y afirmó que es "fundamental" establecer un techo a los gastos del Gobierno para evitar que se deban cambiar "todos los años" las metas fiscales, como ocurrió durante la gestión de Rousseff. Todo esto en un escenario de elevada inflación y creciente desempleo.

"Retroceso inaceptable"

Las críticas no se han hecho esperar. Dos ministros del gabinete de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, manifestaron su desacuerdo con el plan de medidas económicas presentado por Temer, que consideraron un “retroceso inaceptable”.

El ya exministro de la Educación, Aloízio Mercadante, afirmó en las redes sociales que el plan de ajuste supone el “mayor retroceso de la historia reciente de Brasil en salud y en la educación”.

Mercadante criticó en especial el plan de eliminar el mecanismo que obliga a destinar recursos a la educación.

Jaques Wagner, que en el último año ocupó tres ministerios, aseguró que el plan de ajuste de Temer acabará “con menos derechos y más sacrificios” para los brasileños.

Después de 13 años de inclusión y desarrollo con justicia social, Brasil vuelve a la triste era de las estrecheces”, comentó Wagner.

Mercadante critica medidas do governo provisório que afetarão a educação e a saúde públicas. É um retrocesso!https://t.co/Dsq0b1VWOE

— Dilma Rousseff (@dilmabr) 24 de mayo de 2016