“Somos Aysén”: A propósito del nacimiento de un nuevo partido regional
El viernes Carlos Hochstetter, junto a las militantes Orietta Rodríguez y Karla Morales, ingresó pasado el mediodía a la dirección regional del Servicio Electoral en Coyhaique. El objetivo, presentar en su calidad de presidente provisorio las firmas necesarias –más que las necesarias, en realidad- para constituir “Somos Aysén” en el primer partido eminentemente aysenino.
Concretaba así un rito necesario para avanzar en el cumplimiento de lo que desde hace rato venía rondando en la cabeza muchos hombres y mujeres de esta aislada región: contar con un partido político que se sume a las acciones de movilización social, iniciativas locales, reflexión, en pos de un desarrollo sustentable para la región de Aysén. Definido por y para los ayseninos, pero no en lógica de oposición al resto de los territorios del país. Sí en un sentido de complementación.
Por lo menos en esta ocasión los dirigentes no tuvieron que viajar hasta Santiago para, paradójicamente, ingresar las firmas de un partido regional, como sí ocurrió en octubre del año pasado cuando se realizó la primera acción: inscribir los 100 fundadores y fundadoras que darían partida al proceso de institucionalización. Una vez publicado el 30 de diciembre en el Diario Oficial un extracto de sus estatutos y principios, se contaba con siete meses para reunir las casi 100 firmas que en Aysén son necesarias para la legalización. Es lo que se cumplió este viernes.
Nadie tiene una bola de cristal para asegurar que este esfuerzo concluirá en la fuerza política que muchos esperamos nazca de un profundo sentimiento de arraigo a Aysén y de la visión sobre el desarrollo futuro que debe tener esta tierra. Que se base en la mirada de quienes adhieren a sus principios (y que es lógico suponer que no necesariamente compartirán todos quienes viven en Aysén), los cuales cobijan nociones sobre cuidado ambiental, fortalecimiento social, cultural e identitario, ordenamiento territorial, energías renovables no convencionales, empoderamiento ciudadano y participación vinculante. Esto, junto al respeto de los derechos de primera, segunda y tercera generación.
Agregaré uno en particular que me convoca. El cual no tiene nada de novedoso, a decir verdad. En términos generales fue instituido en la Asamblea Constituyente de 1793, producto de la Revolución Francesa: “Ninguna generación puede imponer sus propias leyes (y Constitución) a las generaciones futuras, por tanto deben existir mecanismos democráticos de revisión de estas mediante procesos amplios y altamente participativos”.
A título personal puedo decir que en “Somos Aysén” no está la verdad absoluta. No aspiro a participar en un colectivo que se sienta dueño de la verdad ni menos que busque tener respuesta a todas las interrogantes de la vida, mas sí que sienta la necesidad de construir una sociedad con sentido, donde el proceso de diálogo con otros es fundamental. Con un sentido basado en los principios a los que adherimos, dispuestos a generar alianzas con todos quienes los compartan y estén disponibles para la construcción del futuro en conjunto. Ya algo ha aparecido en la prensa regional y nacional al respecto, aunque tal aún no está zanjado al ser un debate abierto al colectivo que integra el partido.
Es normal que entre los partidos ya constituidos se observe con desconfianza este trabajo. Cuestionando no solo sus objetivos sino también a sus integrantes y diversidad de miradas. Es parte del recelo al cambio, a lo nuevo, a caminar una ruta que en Aysén suena a sendero pedregoso. Pero que es el mismo que recorrieron todos, todos los partidos hoy existentes. Desde la Democracia Cristiana, escindida del Partido Conservador primero como Falange Nacional, hasta el Partido Progresista y la propia Unión Demócrata Independiente.
Porque, en realidad, en este proceso he llegado a la convicción de que las distintas formas de mirar la sociedad no se agotan en las ideologías políticas existentes. La gracia de la historia es que siempre existe espacio para una reinterpretación. No pensarlo así, creer que en el actual sistema de partidos políticos alojan todas las posibilidades partidarias, además de ser un poco arrogante da cuenta de una falta de visión sobre lo que es construir sociedad colectivamente. Suscribo aquello de la vocación de poder, mas no de hegemonía.
Y en este enfoque la sustentabilidad ambiental, la distribución del poder de toda índole y un sector comunitario como motor vital complementario al Estado y al mercado, pensamos algunos que deben tener prioridad.
Como decimos por acá, incluso el Empire State (la Carretera Austral o el Parque Nacional Laguna San Rafael, dando ejemplos más nuestros y sustentables), partieron con dos personas que se pusieron un día a conversar.
El camino y la tarea es larga. Y, recurriendo nuevamente a los principios de “Somos Aysén”, la mejor frase que hemos encontrado para esto es el posible anuncio publicado en la prensa inglesa, atribuido al explorador Sir Ernest Shackleton para reclutar participantes para un viaje a la Antártica: “Se buscan hombres y mujeres para viaje un peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito… Y nuestro éxito será construir, en cada jornada, un Aysén y un Chile mejor”.